Diane Cohen, al centro en la foto, se vio obligada a abandonar su hogar en Hawaii el año pasado cuando el volcán Kilauea entró en erupción y la lava cubrió su vecindario. Junto a su esposo y otros vecinos regresó a Kapoho, una de las zonas más afectadas, y el 1 de abril de 2019 plantó un árbol en la lava que cubrió su propiedad. Crédito: Terray Sylvester/Reuters
Los vecinos tomaron la decisión cuando el Condado de Hawai anunció que había abierto un camino improvisado hacia el área, casi un año después de la erupción histórica del Volcán Kilauea que obligó a cientos de personas a evacuar y destruyó más de 700 estructuras. Crédito: Terray Sylvester/Reuters
Pauline y Eddie McLaren tenían una pequeña granja en el área que afectó el Kilauea. Habían planeado venderla antes de la erupción y ahora piensan que es casi inútil. "Regresamos porque no teníamos a dónde ir", dijo Pauline, de 78 años. La pareja recibió 4,000 dólares de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) y 9,000 de la istración de Pequeños Negocios para reparar algunas daños. Crédito: Terray Sylvester/Reuters
El 26 de marzo de 2019 el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) redujo el Nivel de Alerta de Volcanes para Kilauea a ‘normal’, una nueva normalidad para los residentes que deciden regresar. Ingrid Webb, una de las que decidió volver, inspecciona un tanque de agua dañado por la lava en su propiedad. Crédito: Terray Sylvester/Reuters
Carrie Fischer, de 59 años, dijo a la agencia Reuters que ella y su esposo Harald están felices de volver a su hogar, el cual afortunadamente no resultó muy afectado. No le preocupa una nueva erupción: "Es gracioso, no estoy tan preocupada de que vuelva a suceder. Hubo muchas advertencias antes de que ocurriera”, aseguró. Crédito: Terray Sylvester/Reuters
Durante la erupción, por al menos 22 fisuras en diferentes puntos de la zona, salieron columnas de roca fundida de hasta 20 pies (6 metros) de altura, y en algunos lugares alcanzaron los 50 pies. Todavía cuando llueve, como muestra la fotografía tomada el 1 de abril de 2019, las montañas de lava que aún se enfrían convierten el agua en vapor. Crédito: Terray Sylvester/Reuters
Dominic Tidmarsh y su esposa, Melissa Schelling, otros de los vecinos que inspeccionan los restos de su hogar. La erupción del Kilauea afectó zonas residenciales a más de 20 millas de distancia de su caldera principal. Crédito: Terray Sylvester/Reuters
En la foto Erick Cohen, uno de los residentes al momento de inspeccionar los alrededores de su propiedad. Hasta ahora el único a la comunidad es un camino improvisado que solo los residentes pueden usar, pero no pueden pasar equipos de reparación o agrícolas. Crédito: Terray Sylvester/Reuters