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Exámenes

Menos de una cuarta parte de los graduandos hispanos demostró estar preparado para cursos universitarios

Las últimas calificaciones de las pruebas de isión a la universidad ACT no registran avances en el desempeño académico de los estudiantes hispanos de secundaria.
24 Ago 2016 – 12:20 PM EDT
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Unos 2.1 millones de estudiantes tomaron el examen de isión a la universidad ACT en 2016. Crédito: The Associated Press

Menos de una cuarta parte de los estudiantes hispanos que tomaron este año el examen de ingreso a la universidad ACT demostraron estar preparados para cursos universitarios, según un nuevo reporte publicado este miércoles por la empresa que istra las pruebas.

El ACT, junto con el SAT, son las dos pruebas de isión que toman en cuenta la mayoría de las universidades estadounidenses.

Este año el ACT fue tomado por 2.1 millones de estudiantes -casi dos terceras partes de los graduandos de secundaria del país- lo que representa la mayor cantidad de estudiantes que se someten a esta prueba en su historia.

El ACT mide la preparación de los estudiantes en inglés, lectura, matemáticas y ciencias.

Según el último reporte, solo el 23% de los estudiantes hispanos cumplió con las calificaciones que indican que están preparados para tomar cursos universitarios, o 2% menos que en el año 2015.

Esa cifra está por debajo de la media nacional de 38% que demostró estar preparada para los cursos universitarios.

Entre grupos demográficos, el 60% de los asiáticos mostró dominio de las materias, así como el 49% de los blancos y solo el 11% de los afroamericanos.

Por materias, el 46% de los hispanos cumplió con la calificación mínima de 18 puntos en inglés que demuestra que están preparados para esa materia en la universidad, el 30% sacó la calificación mínima de 22 en lectura, el 27% sacó la calificación mínima de 22 en matemáticas, y el 21% la calificación mínima de 23 en ciencias.

El examen tiene una puntuación máxima de 36 puntos en cada materia, y ACT considera como preparado a un estudiante cuando cumple con las calificaciones mínimas en al menos tres de las cuatro materias examinadas.

La gran mayoría de las universidades utiliza la puntuación promedio de las cuatro partes de la prueba para decidir sobre las isiones.

El desempeño general en el ACT decayó con respecto al 2015 porque siete estados del país decidieron a partir de este año istrar las pruebas para todos sus estudiantes de undécimo grado, lo que provocó una caída en el promedio nacional.

"Este año la clase que tomó la prueba ACT es la más representativa de la población estudiantil que hemos tenido", dijo en un comunicado Marten Roorda, director ejecutivo de ACT.

"Con toda probabilidad hemos agregado muchos más estudiantes subrepresentados que no se han estado preparando para ir a la universidad", explicó.

"En una situación como esta no es una sorpresa que los niveles de logros en general hayan bajado. Las investigaciones indican claramente que las calificaciones inicialmente disminuyen cuando los estados adoptan el ACT para todos los estudiantes, pero el y las oportunidades aumentan", agregó.

Por tal razón, aclaró el ACT, aunque las calificaciones de los hispanos hayan bajado, unos 4,781 estudiantes latinos más que en 2015 demostraron estar preparados para tomar cursos universitarios.

Por otro lado, ACT reveló que la carrera más popular escogida por los estudiantes que tomaron la prueba este año fue la de enfermería, seguida por medicina y pre-médica, istración de empresas y gerencia, ingeniería mecánica, biología, ciencias informáticas y criminología, ingeniería y pre-ingeniería, derecho y terapia física.

The College Board, la empresa que istra el otro examen de ingreso a la universidad, el SAT, publicará sus calificaciones para 2016 en los próximos meses. Un total de 1.7 millones de graduandos tomaron el SAT en 2015.

La vasta mayoría de los estudiantes hispanos cree que su escuela los está preparando para entrar a la universidad pero los datos indican lo contrario.

Una encuesta hecha en 2015 por Univision y el XQ Institute halló que el 85% le daba una calificación de A o B a su escuela, creyendo que los había preparado para la universidad, pero una vez entraron al college casi la mitad (40%) tuvo que tomar cursos remediales en inglés, matemáticas o ambas materias.

Además de retrasarlos en la universidad, los datos indican que todos los años las familias estadounidenses se gastan $1.5 mil millones de dólares anuales en estos cursos remediales para poner al día a los estudiantes en materias que debieron aprender en secundaria.

Parte de esos fondos provienen del gobierno federal mediante el programa de Becas Pell.

Los padres y madres también creen que las escuelas primarias están preparando a sus hijos para la universidad a pesar de que los datos indican lo contrario, según otra encuesta que llevó a cabo la organización Learning Heroes y Univision el pasado mes de abril.

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