¿Son justos los exámenes estandarizados?
¿Acaso un examen es el modo más certero de evaluar el desempeño escolar de un estudiante? ¿Realmente las pruebas estandarizadas les hacen justicia a las capacidades intelectuales y creativas de los alumnos? Preguntas como esas se han repetido durante mucho tiempo pero ahora la discusión retoma fuerza con la propuesta del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de reducir el tiempo que los estudiantes dedican a hacer exámenes estandarizados.
Obama exhortó recientemente a limitar las evaluaciones estandarizadas a 2% del tiempo en el aula, y dijo que el gobierno es parcialmente responsable por haber convertido los exámenes en lo más importante en las escuelas de Estados Unidos.
Los alumnos pasan de 20 a 25 horas del año escolar presentando pruebas estandarizadas, de acuerdo con un estudio de los 66 distritos escolares más grandes del país que fue dado a conocer el sábado por el Council of the Great City Schools (CGCS), una organización de los mayores sistemas de escuelas públicas urbanas.
Pero se desconoce cuántas horas de clase pasan los estudiantes preparándose para estas evaluaciones obligatorias desde tercer grado, requeridas por la ley No Child Left Behind (Que ningún niño quede rezagado) que entró en vigor durante la presidencia de George W. Bush, y que son un punto álgido en el debate sobre los estándares de rendimiento académico.
"El aprendizaje va más allá que solo marcar la opción correcta", dijo Obama en un video publicado en Facebook. "Por lo que vamos a trabajar con estados, distritos escolares, profesores y padres con el fin de asegurarnos de que no estamos obsesionándonos con los exámenes".
Seguidores de la página de Facebook de la Casa Blanca, por su parte, manifestaron su desacuerdo con el calendario actual de exámenes estandarizados e hicieron un llamado a concentrar más la enseñanza en el tiempo de instrucción en el aula.
“Idiomas, programación y aprender a tocar un instrumento musical son cosas que nuestros niños deben estar aprendiendo. Un examen estandarizado al año es más que suficiente. Tal como es ahora, se pierde demasiado tiempo en el salón de clases en prepararse para tomar exámenes estandarizados”, dijo Kathy Maccio Jones.
“Los estados individuales están usando estos exámenes como una forma de fallarles a las escuelas públicas y promover la privatización”, escribió Cheryl Carreon.
“¿Quieres decir que los tres exámenes que me obligaron a dar la semana pasada y que muchos de los minutos de enseñanza que perdimos no son buena enseñanza? Los maestros llevan diciendo esto durante años. ¡Parece que alguien finalmente está escuchando!”, manifestó Susan Williams.
El Presidente propuso asegurarse de que los exámenes estandarizados cumplan con tres requisitos primordiales:
- Que solo se tomen pruebas que valgan la pena, o "exámenes de alta calidad, dirigidos a la buena instrucción y que aseguren que todo el mundo está encaminado", dijo.
- Que " no ocupen mucho tiempo del aula ni desplazen la enseñanza y el aprendizaje".
- Que sean solo una fuente de información, "utilizados junto al trabajo en el aula, evaluaciones y otros factores que nos den una mirada amplia sobre cómo los estudiantes en nuestras escuelas se están desempeñando".
Para dejarlo en claro, Obama y el secretario de Educación Arne Duncan sostuvieron una reunión este lunes en la Oficina Oval con profesores y funcionarios escolares que trabajan para reducir las horas de exámenes.
Y para la campaña presidencial de 2016, la precandidata demócrata Hillary Rodham Clinton adoptó los principios planteados por Obama.
"Deberíamos ser inflexibles al analizar los exámenes y eliminarlos si en realidad no nos son de ayuda para hacer avanzar a nuestros hijos", indicó en un comunicado.
Un reciente estudio de dos años de duración que el CGCS realizó sobre los exámenes estandarizados halló que un estudiante promedio en Estados Unidos habrá tomado 112 exámenes obligatorios entre el pre-kinder y la secundaria (excluyendo los que istran los maestros en sus cursos).
Según el estudio, dichos exámenes muchas veces son redundantes, porque prueban una y otra vez las mismas destrezas, y no existen pruebas de que a más tiempo de exámenes, mejores calificaciones en materias como inglés y matemáticas.
"Todo el mundo tiene alguna culpa respecto a cuántas pruebas hay y cuán redundantes y poco coordinadas están: El Congreso, el departamento de Educación, los estados, los sistemas escolares locales, y hasta las escuelas y maestros", dijo en un comunicado Michael Casserly, director ejecutivo del CGCS. "Todos deben desempeñar un rol en mejorar esta situación", agregó.
La organización recomendó mantener la istración de exámenes anuales en materias básicas, como matemáticas e inglés, y eliminar del calendario todas aquellas pruebas redundantes o de mala calidad que estén tomando los estudiantes.
Obama no puede obligar a los estados o distritos a restringir las evaluaciones, una medida que ha consternado a los padres de familia y a los profesores. Pero el mandatario ha solicitado al Departamento de Educación que facilite a los estados el cumplir con los requisitos federales sobre los exámenes, y exhortó a los estados y distritos a usar factores que vayan más allá de las pruebas para evaluar el desempeño de los estudiantes.
El gobierno de Obama señaló que aun así respalda los exámenes estandarizados como una prueba de evaluación necesaria, y no hay indicios de que vayan a desaparecer pronto.