No pudieron enterrar a su ser querido en un cementerio de Louisiana porque era negro
Darrell Semien, oficial de la oficina del alguacil del condado de Allen Parish, en el estado de Louisiana, falleció el pasado 24 de enero de una leucemia que le descubrieron un mes antes. Al morir, su familia hizo una cita en un cementerio cercano donde pensaban comprar un terreno para enterrarlo, pero al llegar al lugar se encontraron con la noticia de que no podían realizar allí el sepelio debido a que no eran blancos.
"Una mujer estaba esperádonos y cuando vio a uno de mis hijos bajar del auto, expresó su pesar por la muerte de mi esposo. Luego nos bajamos los demás y fue allí cuando mirándonos de pies a cabeza nos dijo que había un problema y que no podía vendernos el lote porque las cláusulas del cementerio de Oaklin Springs indicaban que el lugar era solo para enterrar a personas blancas", dijo a Univision Noticias Karla Semien, la viuda del uniformado.
Semien indicó que esa noticia dejó a toda la familia en un profundo estado de incredulidad, ya que no esperaban que en pleno siglo XXI se siguieran llevando a cabo en este país prácticas racistas tan extremas como esa.
"Imagínese tener el dolor por la muerte de su ser querido y que encima de eso una persona se niegue a darle sepultura solo porque somos negros, es algo érroneo que hay que cambiar inmediatamente", indicó ella.
La viuda explicó además que al regresar a casa, ella y sus hijos comenzaron a llamar a otros cementerios del área para buscar un lugar dónde enterrar a su esposo, pero que lo que más les dolió era que ahora tenían que preguntar si eran o no aceptados.
" Llamamos a otro sitio y yo pregunté con enorme tristeza si las personas negras eran aceptadas allí", señaló, indicando que la persona que la atendió le dijo que jamás le habían preguntado algo similar y que todos eran aceptados.
"Mi esposo siempre luchó en contra de las injusticias"
La señora Semien contó que cuando la oficina del alguacil donde trabajaba su esposo se enteró de lo sucedido, llamaron directamente al director del cementerio, quien inmediatamente se comunicó con la familia para pedir excusas por lo ocurrido.
"Nos llamó diciéndonos que él no sabía nada sobre lo ocurrido y que la mujer que les había negado la venta, que además era su tía, ya no trabajaba más en el cementerio. También nos ofreció uno de sus propios lotes para enterrar a mi esposo, pero la verdad es que nosotros no fuimos capaces de enterrarlo allí, él no hubiera querido eso", señaló Semien, enfatizando que su esposo siempre luchó contra cualquier injusticia, especialmente las raciales y, que además inculcó a todos sus 7 hijos a no quedarse callados cuando vieran que se cometía un atropello en contra de otros.
"Decidimos entonces enterrarlo en un sitio más lejano pero donde sabemos descansará mejor. Él fue un hombre ejemplar que trabajó por más de 15 años protegiendo a la comunidad y que siempre quiso dejar un legado de humanidad y bondad, así que no podíamos dejarlo en aquel sitio", indicó la viuda.
Precisamente, el presidente de la junta directiva del cementerio, H. Creig Vizena, dijo a la agencia de noticias The Associated Press que considera lo ocurrido como algo terrible y señaló que la disposición se debió a un convenio en el contrato del cementerio que databa de la década de 1950, cuando la discriminación racial en el país era algo frecuente.
"El señor Vizena nos dijo que se había reunido con la junta directiva y habían anulado esa norma del contrato, pero ya el daño estaba hecho. Mis hijos y yo jamás olvidaremos que nos negaron un servicio tan importante solo porque somos negros", dijo Semien, indicando que esto le hubiera podido pasar igualmente a una familia latina o asiática.
Semien agregó que a pesar de que muchas personas han hablado de demandas, ellos no planean hacerlo ya que este caso no tiene nada que ver con dinero, sino con cambiar una norma basada en la ignorancia.
"Esto que nos pasó no debería pasarle a niguna familia en el mundo. Es increíble que aún haya discriminación incluso para los muertos", finalizó.