¿Por qué cada vez menos alumnos extranjeros vienen a estudiar a EEUU?

Estados Unidos ha sido históricamente uno de los destinos más populares del mundo cuando se trata de estudiar una carrera universitaria. Desde Harvard hasta Stanford, desde Columbia hasta Berkeley, muchos de los centros de educación superior más renombrados se encuentran aquí.
El atractivo de las universidades estadounidenses motiva a cientos de miles de extranjeros a inscribirse cada año, contribuyendo unos US$41,000 millones a la economía doméstica por sus gastos en alojamiento, restaurantes, tiendas, transporte, telecomunicaciones y seguros de salud.
También gracias a ellos unos 458,290 estadounidenses tienen empleos que se derivan de su estancia en el país.
Pero desde 2016 las cosas han tomado un rumbo preocupante.
Un reciente estudio del Instituto Internacional de Educación (IIE) —con la colaboración del Departamento de Estado— arrojó que las nuevas inscripciones de estudiantes internacionales disminuyeron un 0.9% durante el año académico 2018-2019. Esto luego de una disminución del 6.6% el año anterior.
Se trata de la primera vez que Estados Unidos ha visto solo disminución durante tres años escolares consecutivos, un importante golpe que ha representado cuantiosas pérdidas para muchas universidades y que también ha hecho a la economía del país perder unos US$12,000 millones y más de 65,000 empleos.
La istración del presidente Donald Trump ha dicho que está haciendo todo lo posible por enrolar más estudiantes y contrarrestar la merma. En una conferencia de prensa la semana pasada, Marie Royce, subsecretaria de Estado para Asuntos Educativos y Culturales, explicó que se están tomando pasos agresivos en esta ruta.
"Actualmente estamos trabajando en una campaña de marketing global de alta calidad", dijo con el fin de reforzar "el mensaje de que damos la bienvenida a los estudiantes internacionales".
Siguiendo la misma línea, el propio mandatario elogió en octubre el sistema de educación superior de EEUU diciendo que es "el mejor del mundo" e invitó concretamente a venir a "todas las personas de China que lo deseen". (El gigante de Asia es el mayor proveedor de alumnos internacionales).
Trump, las armas de fuego y los altos costos
Pero a pesar de su invitación y los claros esfuerzos de su gobierno en abordar el problema, el presidente y su retórica antiinmigrante has sido señalados como algunas de las causas por las que cada vez menos estudiantes eligen las universidades estadounidenses.
"Hay muchas variables, pero en gran parte han sido las políticas y la retórica de la istración actual las que realmente han llevado los números a avanzar en esa dirección", dijo a CNN Rachel Banks , directora de políticas públicas de la Asociación Internacional de Educadores (NAFSA).
Un sondeo de este organismo independiente también arrojó que existe entre los estudiantes internacionales una percepción de que obtener una visa para venir a EEUU es más difícil que para ingresar a otros países con universidades igual de buenas.
Otros alumnos también sienten que tienen menores chances de permanecer en el país luego de terminadas sus carreras, como producto de los esfuerzos de la actual istración para reducir no solo la inmigración ilegal, sino también la legal. Cuando un estudiante extranjero culmina sus estudios, la visa F1 le ofrece un corto "período de gracia" de 60 días para irse.
La portavoz de NAFSA también señala a otros motivos de peso: "No es solo la retórica antiinmigrante de esta istración, también existe una creciente preocupación con respecto a la violencia armada en este país. Ha habido una serie de tiroteos y eso se informa en todo el mundo, y los padres ciertamente tienen todo esto en cuenta cuando piensan a dónde quieren enviar a sus hijos a estudiar".
Según el Gifford Law Center, 36,000 personas son asesinadas por armas de fuego cada año en EEUU, un promedio de 100 por día.
Los altos costos de inscribirse en universidades del país también tienen parte de la responsabilidad.
Los estudiantes extranjeros suelen pagar precios más altos que los domésticos y con frecuencia son beneficiarios de menor cantidad de ayudas financieras, factores que los llevan a explorar destinos más económicos como Australia o Canadá.
Varias llamadas de Univisión Noticias a algunos de los centros de altos estudios más importantes del país arrojaron que no son todas las universidades las que han visto decrecer la cantidad de nuevos estudiantes internacionales que ingresan cada año.
Al menos la Universidad de Berkeley (California), la Universidad de Nueva York (NYU) y la Universidad de Texas ofrecieron datos que corroboran un aumento en las inscriiones. Estos tres estados siguen liderando los números, con unos US$15,000 millones en ganancias de estas inscripciones y unos 160,000 empleos como resultado.
Otras como la Universidad Estatal de California Northridge o el Peninsula College en el estado de Washington sí llevan años sintiendo el golpe. El primer centro vio una disminución entre 2016 y 2019, resultando en una pérdida de aproximadamente US$6,5 millones. El segundo también ha visto una caída en los últimos dos años, que llevó al recorte de 13 puestos y la suspensión de programas debido a un déficit presupuestario de US$800,000, según CNN.
"Si bien el presupuesto es preocupante —dijo a esa cadena el presidente del Peninsula College, Luke Robins— algo más importante para nosotros es que realmente valoramos lo que ñps estudiantes internacionales aportan a nuestra cultura y organización universitaria".
NAFSA también considera que la merma es preocupante no solo a nivel económico, sino por la contribución "inconmensurable" en lo académico y "el valor cultural que estos estudiantes aportan a nuestros campus y comunidades locales".
Menos chinos
Mientras que los alumnos de otras nacionalidades se preocupan por el entorno social y político de EEUU cuando piensan en este país como destino académico, los chinos tienen, además, otras reservas que apuntan a amenazas particulares.
La istración Trump ha señalado anteriormente a los estudiantes chinos como responsables del robo de la propiedad intelectual de EEUU y ha hablado de revisar más de cerca sus solicitudes de visa para estudios en áreas como la robótica, la aviación y la fabricación de alta tecnología.
Los señalamientos han tenido consecuencias.
Si —según el Instituto Internacional de Educación— los estudiantes internacionales representan el 5,5% de la población total de educación superior de EEUU, los chinos tienen la mayor presencia. Los alumnos de este país son mayoría entre los 1,095,299 que asistieron a escuelas del país durante el curso escolar 2018-2019, con unos 363,000.
Pero es exactamente esa población la que se ha visto más reducida en los últimos años.
Según el reporte de IIE, el total de estudiantes de esa nacionalidad aumentó un escaso 1,7% por ciento en el año académico 2018-2019, frente a una tasa de crecimiento superior al 20% seis años atrás.
El desaceleramiento progresivo también ha generado preguntas sobre el tono poco amistoso de Trump hacia China y otros proveedores importantes de alumnos, algo que se ejemplifica en el escrutinio más estricto de las solicitudes de visa y la guerra comercial con el país asiático desde 2018.
Por su parte, Trump parece estar tratando de hacer control de daños.
En una reunión en octubre con el viceprimer ministro chino, Liu He, el presidente comenzó a suavizar su posición al invitar a sus nacionales a venir a EEUU.
"Queremos a todas las personas que deseen venir de China", dijo. Y agregó: "Tenemos el mejor sistema universitario del mundo y lo mantendremos así. Una de las razones por las que es genial es que tenemos muchos estudiantes de ese país ".
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