Declaran culpables a otros tres expolicías por privar de sus derechos a George Floyd durante su mortal arresto
Tou Thao, de 36 años; J. Alexander Kueng, de 28; y Thomas Lane, de 38, los tres expolicías que participaron junto a Derek Chauvin en el mortal arresto de George Floyd el 25 de mayo de 2020, fueron hallados culpables de violar los derechos civiles del afroestadounidense.
En el veredicto, el jurado —conformado por ocho mujeres y cuatro hombres— declaró que los tres exoficiales privaron a Floyd de sus derechos por, intencionalmente, no brindarle atención médica cuando perdió la conciencia al tener en el cuello la rodilla de Chauvin.
Thao y Kueng también fueron señalados por no frenar a Chauvin en su uso desproporcionado de la fuerza, lo que resultó en la muerte de Floyd.
Los del jurado comenzaron a deliberar este miércoles tras presentarse el martes los argumentos de la fiscalía y la defensa. Debatieron el veredicto por más de doce horas.
Aunque en este juicio federal los tres oficiales están siendo juzgados juntos, cada uno tiene su propio caso y defensa. Los tres se declararon inocentes de privar a Floyd de sus derechos al no darle asistencia médica mientras se estuvo asfixiando por los 9 minutos y 29 segundos en que Chauvin le comprimía el cuello contra el suelo con su rodilla.
Thao y Kueng además están acusados de no intervenir en el abuso de la fuerza que realizó Chauvin contra el afroestadounidense, y también se habían declarado inocentes de ese cargo, alegando que habían confiado en Chauvin, quien era el oficial más veterano del grupo.
A nivel estatal, en Minneapolis, los tres expolicías, que fueron despedidos de sus cargos tras lo ocurrido, esperan otro juicio a finales de año en el que se les acusa de complicidad en el asesinato de Floyd. También se han declarado inocentes.
El juicio
El juicio empezó hace casi un mes y desde entonces el jurado ha escuchado a médicos, testigos y policías. Las audiencias se han centrado sobre todo en la formación que reciben los agentes de policía de Minneapolis y en su deber tanto de prestar ayuda a un detenido como de intervenir para impedir que un compañero abuse de su fuerza y autoridad.
Entre los testimonios recogidos, uno de los acusados, Tou Thao, declaró que la maniobra de presionar el cuello del sospechoso con la rodilla se la enseñaron en la academia, durante su entrenamiento para ser parte del Departamento de Policía de Minneapolis.
Los otros dos agentes, Kueng y Lane, estaban en su primera semana en el trabajo como oficiales cuando ocurrió el asesinato de Floyd. Los dos ayudaron a sujetar al afroestadounidense, mientras Thao controlaba a un grupo de transeúntes que se reunió en el lugar y que protestaba, alertando que el hombre detenido no podía respirar.
Según la fiscalía, ninguno de los tres le brindó asistencia a Floyd, y Lueng y Thao no hicieron nada para parar a Chauvin. Thao declaró en el juicio que no se había percatado de la gravedad del estado de Floyd hasta que llegaron los paramédicos y los bomberos a asistirlo y tuvieron que practicarle maniobras de reanimación cardiopulmonar (R).
Thao “no hizo nada” durante 4 minutos y 40 segundos mientras Floyd pedía ayuda, dijo en su alegato final el martes Manda Sertich, fiscal federal de Minnesota. Durante ese mismo tiempo, Kueng ignoró las súplicas de Floyd mientras estuvo “hombro con hombro” con Chauvin, sin pedirle que se calmara y dejara de presionar el cuello del detenido. Por su parte, Lane, que sostenía las piernas de Floyd, había elegido "no detener el horror que se desarrollaba justo delante de su nariz" y solo sugirió una vez que Chauvin pusiera a Floyd de lado, pero "no hizo nada para darle al señor Floyd la ayuda médica que sabía que necesitaba tan desesperadamente”, alegó Sertich.
Por su parte, los abogados defensores argumentaron que sus clientes habían cedido el liderazgo a Chauvin, que era un policía con más experiencia. Dijeron que sus defendidos habían tenido que inmobilizar a Floyd, quien se negaba a subir a la patrulla tras haber sido acusado de haber pagado en un comercio con un billete falso de $20.
“El hecho de que algo tenga un final trágico no significa que sea un crimen”, dijo al jurado Robert Paule, abogado de Thao.
Thao llevaba nueve años en la Policía de Minneapolis. Tenía en total seis denuncias por mala práctica policial.
El arresto mortal de George Floyd: "No puedo respirar"
El día del arresto, Thao y Chauvin trabajaban juntos. Estaban almorzando en la comisaría cuando recibieron una llamada sobre un suceso frente a una tienda Cup Foods. El dependiente le reclamaban haber pagado con un billete falso de $20.
Cuando Thao y Chauvin llegaron a la escena, ya se encontraban allí Lane y Kueng, tratando de detener a Floyd.
"Desde mi experiencia, Cup Foods es hostil a la policía. Es un lugar conocido por ser frecuentado por las pandillas Bloods", testificó Thao. Añadió que habían acudido porque tal vez Lane y Kueng, al ser novatos, podían estar en peligro.
Al llegar, aunque no pensaban intervenir, se encontraron a sus dos compañeros batallando con Floyd para meterlo en el asiento trasero de la patrulla. Floyd, dijo, daba muestras de "una fuerza sobrehumana".
Fue así, según el testimonio del policía, como intervinieron en el arresto, que terminó con la muerte por asfixia del afroestadounidense.
El juicio a Derek Chauvin
Derek Chauvin, de 45 años, un policía blanco con 19 años de experiencia en el puesto, permanece en prisión desde el pasado mes de abril, cuando fue condenado por el asesinato de George Floyd. En diciembre Chauvin se había declarado culpable de un cargo federal por violar los derechos civiles de Floyd.
El expolicía de Minneapolis que asfixió con su rodilla a Floyd , fue sentenciado a 22 años y medio de prisión, 10 años más que la sentencia tipificada por el delito de asesinato en segundo grado, por agravantes como el abuso de poder y el uso "atroz" y sostenido de la maniobra que causó la asfixia.
Aunque Chauvin fue declarado culpable de tres cargos, solo fue sentenciado por el más grave: asesinato en segundo grado. Si Chauvin muestra buena conducta, es posible que cumpla solo dos tercios de su sentencia en prisión y el resto en libertad condicional, bajo la supervisión constante de las autoridades.
La familia de Floyd celebró esta sentencia como una victoria por la justicia. El asesinato de Floyd sentó un precedente que visiblizó la disparidad racial y el alto número de muertes de afroestadounidenses en manos de la policía. Protestas contra el racismo estallaron en todo el país y el debate sobre el abuso policial captó la opinión pública.
Mira también: