Así fue como el cantante de corridos Gerardo Ortiz aceptó una riesgosa cooperación con el FBI
El cantante de corridos Gerardo Ortiz declaró este jueves en una corte federal de Los Ángeles, California, que espera que el Departamento de Justicia tome en cuenta su cooperación y le ayude a reducir la condena que enfrenta.
El gobierno de Estados Unidos lo acusa de haber participado en conciertos en México que fueron organizados por un promotor sancionado por el Departamento del Tesoro por tener nexos con el crimen organizado.
Ortiz, de 35 años y nacido en California, testificó por segundo día consecutivo en el juicio que desde el lunes se desarrolla contra su exrepresentante, Ángel del Villar, a quien le impusieron cargos similares.
“Me gustaría”, respondió el artista cuando el fiscal federal Alex Schwab le preguntó si había aceptado un acuerdo con el gobierno para minimizar un castigo de hasta 10 años de prisión y una multa de un millón de dólares.
Los riesgos que enfrenta ahora este intérprete de corridos siguen siendo inciertos. Él sabe que los narcotraficantes de los que hablan sus canciones desprecian a quienes los delatan o colaboran con las autoridades.
A Ortiz le impusieron un cargo de conspiración para violar la Ley Kingpin, por cantar en shows que organizó Jesús Pérez Alvear, alias ‘Chucho’, un promotor fichado por el Departamento del Tesoro por sus vinculos con el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
La ley Kingpin permite al gobierno estadounidense imponer sanciones a personas y entidades extranjeras involucradas en el tráfico internacional de narcóticos.
Fueron 19 espectáculos por los que cobró alrededor de 1.5 millones de dólares. Se trató de una extensa gira que recorrió varias ciudades mexicanas: Pénjamo, Culiacán, Tlaxcala, Pachuca, Mexicali, Hermosillo, Morelia, Celaya, Uriangato, Arcelia, Chilpancingo…
El cantante firmó un acuerdo de culpabilidad el 22 de febrero de 2024, pero el FBI no lo arrestó. Ortiz dijo en el tribunal que entendía perfectamente que por violar la Ley Kingpin enfrenta una larga condena y un golpe duro al bolsillo.
Su caso está sellado en el Distrito Central de California, por lo cual se desconocen los detalles de su acuerdo. El proceso penal está en el escritorio de la jueza Maame Ewusi-Mensah Frimpong, quien lo sentenciará en una fecha que todavía no se ha programado.
Lo que se sabe por ahora es que esa cooperación con la Fiscalía incluía testificar contra Ángel del Villar, el productor musical que lo llevó al estrellato.
El FBI asegura que Del Villar, dueño de una disquera que representa sobre todo a cantantes y grupos de narcocorridos, hizo negocios con Pérez Alvear a pesar de las sanciones impuestas.
La advertencia del FBI para Gerardo Ortiz
Ortiz es el testigo número seis de este juicio y ha procedido a dos agentes del FBI, un funcionario del Departamento del Tesoro, el propietario de una empresa que rentaba jets privados y una mujer que se encargaba de las relaciones públicas de la agencia promotora Del Entertainment, cuyo dueño es del Villar y que también ha sido señalada en este caso penal.
El juicio gira en torno a un concierto multitudinario que Ortiz dio durante la madrugada del 28 de abril de 2018 en la Feria de San Marcos, en Aguascalientes, México. Tres semanas antes, Pérez Alvear había sido agregado a la lista negra de la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC).
El jurado escuchó el miércoles la grabación de una conversación que Ortiz sostuvo con dos agentes del FBI y un tercero de la unidad de Investigaciones Criminales del Servicio de Rentas Internas (IRS) en el aeropuerto de Phoenix, Arizona, el 19 de abril de ese año.
Fue una charla de casi 21 minutos y en algún punto el oficial del FBI, Matthew Zito, le advirtió que habría consecuencias penales si cantaba en el palenque de Aguascalientes. “Tienes una carrera prometedora”, expresó el detective, tratando de hacerlo reflexionar. “La gente alrededor de él (Pérez Alvear) puede meterse en serios problemas”, agregó el agente.
Ortiz respondió varias veces que él no se encargaba de hacer los contratos con los promotores. Él subía a los escenarios a interpretar sus corridos y baladas, y se iba de inmediato a la siguiente ciudad o volvía a su domicilio en Porter Ranch, California. “No soy el que cierra tratos, porque no es mi trabajo”, explicó el cantante. “Yo canto y me regreso a casa”.
Los agentes le entregaron la copia de un documento que especificaba las sanciones contra Pérez Alvear, su empresa Gallística Diamante (también conocida como Ticket Premiere) y uno de sus socios, José Leone Martínez. “La agencia (OFAC) tiene razones para creer que usted puede tener o tuvo una relación con ‘Chucho’ Pérez y Gallística Diamante”, se leía en la carta.
Las negociaciones con la Fiscalía y el FBI
Al volver a California, el cantante entregó la copia de la OFAC a un empleado de Del Villar y después habló con este en persona. “Le platiqué que no quería ir al concierto. Estaba, pues, asustado”, contó Ortiz en la corte. “Tenía miedo de ir” al concierto; “tenía la preocupación de este papel que me habían dado”.
Del Villar le dijo “que no me preocupara porque todos habían recibido la misma carta (de la OFAC), que incluso Alejandro Fernández”, relató Ortiz ante el jurado, refiriéndose a varios artistas que participarían en el palenque de Aguascalientes.
“Obviamente que tengo respeto a los grandes artistas y, al decir que todos habían recibido la carta, para mí se minimizó el problema. Dije: si todos van a ir, por qué yo no voy a ir”, declaró.
Alejandro Fernández, hijo del fallecido cantante de música tradicional mexicana Vicente Fernández, y Ortiz, eran el plato fuerte de aquella edición de la Feria de San Marcos, una de las más importantes de México.
El jurado también observó dos videos de la presentación de Ortiz en la feria. Miles de personas corearon su canción ‘¿Por qué terminamos?’, mientras Ortiz, vestido completamente de negro y con un sobrero texano, caminaba por el ruedo.
Después dio otros 18 espectáculos organizados por ‘Chucho’ Pérez. El último fue el 30 de marzo de 2019.
Las negociaciones entre Ortiz y el Departamento de Justicia de EEUU comenzaron el 1 de diciembre de 2020. El cantante y sus abogados tuvieron una primera reunión virtual con dos agentes del FBI y el fiscal federal Ben Balding. Le preguntaron sobre cada uno de los conciertos de Pérez Alvear en los que cantó. “Mencioné al personaje”, dijo.
Otras dos reuniones sucedieron el 22 de abril de 2021 y el 22 de junio de 2022. Una de estas tuvo lugar en la oficina de los abogados de Ortiz, en el oeste de Los Ángeles. Finalmente, el 22 de febrero de 2024, el cantante firmó el acuerdo de culpabilidad.
- “¿Por qué aceptó cooperar?”, le preguntó el fiscal Alex Schwab.
- “Para aclarar todo”, contestó Ortiz.
- “¿Espera usted que su cooperación resulte en una recomendación (de la Fiscalía) enviada a la jueza para reducir su condena?”, cuestionó Schwab.
- “Sí”, respondió el artista.