"Cierran los salones pa' meternos en vagones": maestros protestan contra la privatización de la educación en Puerto Rico
SAN JUAN, Puerto Rico. - En medio de un atropellado inicio del curso escolar tras el Ricardo Rosselló que se revoque el cierre de los planteles escolares y se detenga el proceso de privatización.
Los educadores afiliados a la Federación de Maestros de Puerto Rico (FMPR) entregaron a un ayudante del gobernador un manifiesto en el que solicitan la “revocación del cierre de escuelas, cero privatización, vales educativos y escuelas chárter”. También solicitan paralizar las reubicaciones de educadores en violación a los prinios de antigüedad y mérito, así como grupos de 20 estudiantes máximo por salón “para proveer educación individualizada y de calidad”.
Mercedes Martínez, presidenta de la FMPR, repudió que el gobierno le niegue a las escuelas públicas lo que le permitirá a las chárter (propiedad de organizaciones privadas pero que funcionan con fondos públicos). El primero de estos centros que abrió, perteneciente a la organización Boys and Girls Club, atenderá una reducida matrícula de 58 estudiantes.
“Precisamente ese es el ejemplo más humillante de cómo esas organizaciones se lucran de la escuela pública, mientras que a las escuelas del sistema le negaste la posibilidad de crecer y hacinaste a estudiantes en vagones y en las pocas escuelas que dejaste abiertas. Es vergonzoso que el gobierno subvencione escuelas privadas y le niegue esos recursos a las escuelas públicas”, denunció la líder magisterial a preguntas de Univision Noticias.
Concretamente, Martínez se refiere a la compra de 14 vagones o “salones modulares” que el Departamento de Educación adquirió a un costo de $1.6 millones y que se colocaron en las escuelas receptoras que todavía están en proceso de reconstrucción tras el paso del huracán María para acomodar a los estudiantes.
Precisamente, una de las consignas de los manifestantes criticaba esa compra: “¡Julia cierra lo salones pa’ meternos en los vagones!”, gritaban en referencia a la secretaria de Educación, Julia Keleher. A juicio de Martínez, ella debería renunciar: "Es la primera que no cuadra en esta ecuación”, lamenta.
Un pliego de demandas
Martínez y la secretaria tesorera de la FMPR, Teresa Vélez, se reunieron con el asesor de educación del mandatario, Reynaldo del Valle, y con el procurador del ciudadano, Josean Jiménez, quienes recibieron el “pliego de demandas” de la organización magisterial, que incluía una lista de escuelas con deficiencias, y se comprometieron a discutirlo y atenderlo con Rosselló.
Tras la reunión, Martínez le dijo a Univision Noticias que estaba satisfecha porque pudieron presentar el caso apremiante de seis escuelas que deben reabrir de inmediato, así como casos concretos de maestros transitorios.
La FMPR insiste que hay 2,000 maestros transitorios que deben ser nombrados como empleados regulares, pero el Departamento de Educación alega que solamente hay 800 profesores en esa situación.
La matrícula de estudiantes en todo el sistema público es de 313,000, aunque en los primeros dos días se presentaron en los planteles 259,369 estudiantes.
La secretaria Keleher reconoció que hay escuelas que no han podido iniciar sus clases. En su cuenta de Twitter, publicó cuatro fotografías de un centro educativo que visitó en Canóvanas, en el noreste de la isla, que, aseguró, no estará listo hasta este viernes.
En un comunicado de prensa, el Departamento de Educación sostuvo que, pese al paro convocado, el 70% de los estudiantes asistieron este miércoles a las escuelas.
Las cifras preliminares, según reportó la agencia, reflejan que aproximadamente 90% de los maestros acudió a las aulas y 89% del personal no docente también se presentó en sus puestos de trabajo. Además, el 88% de los directores escolares se personó a sus planteles, según informaron.
“Aunque la convocatoria a un paro de maestros del día de hoy no afectó significativamente a las labores, siempre es lamentable que la rutina de enseñanza y la normalidad se vean interrumpidas. Sobre todo en las circunstancias de inicio de clases, la interrupción de labores es muy anticlimática para los propósitos de adaptación”, expresó Keleher en declaraciones escritas.
