Los partidos mexicanos PAN y PRI cambian a sus dirigentes tras la victoria electoral del izquierdista López Obrador

CIUDAD DE MÉXICO.- El Andrés Manuel López Obrador en las elecciones presidenciales, comenzaron este lunes a mover sus piezas rumbo a una reestructuración.
Dos semanas después de las elecciones del 1 de julio, los respectivos presidentes de estos partidos, René Juárez Cisneros y Damián Zepeda, anunciaron su renuncia al cargo.
Aunque los dirigentes han manifestado que los motivos son personales, la decisión se da justo después de que varios grupos internos criticaron el desempeño de ambas cúpulas y pidieron su dimisión.
En la jornada electoral, en la que además se decidieron los senadores, diputados y 3,400 cargos locales, López Obrador acaparó 53.19 % de los votos a la Presidencia. Además, su Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y aliados consiguieron la mayoría en la Cámara de Diputados y el Senado mexicanos.
En una conferencia, Juárez Cisneros reconoció que el PRI debe "aprender de la derrota", y que cada persona tiene que asumir "la responsabilidad que le corresponde".
"Haber ignorado la transformación político-social de nuestro país nos llevó a donde estamos hoy. Vemos un PRI alejado de sus bases, que reclaman cercanía de su dirigencia y respeto", dijo Cisneros, quien estaba al frente de la agrupación desde el pasado 2 de mayo en sustitución de Enrique Ochoa.
José Antonio Meade, aspirante de la alianza liderada por el PRI y también integrada por el Verde Ecologista de México y Nueva Alianza, solo logó el 16.4 % del total de los votos. Esta derrota significó el mayor descalabro fue del PRI, que ha acaparado el poder en el país desde 1929, con la excepción de los sexenios de Vicente Fox (2000-2006) y Felipe Calderón (2006-2012), ambos del PAN.
El PRI tampoco logró la gubernatura de ninguno de los ocho estados que estaban en juego, ni la jefatura de la Ciudad de México.
De la mano de quien ahora toma el relevo como presidenta del partido, Claudia Ruiz Massieu, el PRI deberá hacer frente a una etapa "impostergable" en la que prime "la definición de la dirigencia de cara al futuro", aseveró Juárez Cisneros, quien hizo hincapié en la necesidad de cuidar "la unidad".
"El reto que enfrentamos exige una reflexión serena para entender la elección, discutir lo que tengamos que cambiar" y preservar aquellos aspectos que lo merezcan, agregó.
Por su parte, en el Partido Acción Nacional, sin tocar la autocrítica, Damián Zepeda dio a conocer que dejará el liderazgo del PAN porque no lo ve compatible con su nuevo cargo como senador, que empezará cuando se inicie el nuevo periodo de sesiones, el 1 de septiembre.
Anunció que en agosto comenzará el proceso que renueve la cúpula del partido conservador, que durante el proceso electoral vivió disputas internas que culminaron en la salida de la ex primera dama Margarita Zavala, quien contendió por la Presidencia del país de forma independiente por sus diferencias con Anaya, aunque abandonó la liza en vista de sus prácticamente nulas probabilidades de triunfo.
El gobernador de Querétaro, el panista Francisco Domínguez, mencionó que algunos de los nombres que se barajan para ocupar la presidencia del partido son el hasta ahora senador Juan Carlos Romero Hicks; el gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez, y el exmandatario del mismo estado Carlos Medina Plascencia.
"Tendremos que asumir nuestro papel como la segunda fuerza política de nuestro país", reivindicó Domínguez.
Ricardo Anaya, candidato de la coalición formada por el PAN, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano, obtuvo 22.27 % de los votos a la Presidencia.