"Kamala Harris tiene las 3 C": cómo se explica la renovada energía de la campaña demócrata
Apenas tres semanas han transformado totalmente la dinámica de la campaña para vicepresidenta Kamala Harris como la sustituta de Joe Biden en la candidatura demócrata.
Así, cambió desde la percepción de su partido (y también de muchos republicanos) sobre las posibilidades de Harris de derrotar a Donald Trump (algo que parecía alejársele a Biden, a juzgar por las encuestas), hasta el momentum que la vicepresidenta le arrebató al republicano apenas acabada la convención de su partido.
Harris ha introducido en la campaña demócrata una energía que no se veía con Biden. Incluso, la vicepresidenta se ha permitido atacar a su rival republicano con algunos de sus propios métodos, como burlarse de él o desafiarlo, aunque sin llegar al nivel de ofensas personales.
Javier Maza, analista y asesor especializado en comunicación política, hizo una evaluación en charla con Univision Noticias sobre cómo reacomoda el escenario electoral la entrada en escena de Harris.
El cambio que trajo Kamala Harris, comparado con un ring de boxeo
"Si la comparamos con un evento de boxeo, con Biden-Trump tenías a un boxeador dándole al otro que estaba con una mano atada atrás, con los ojos vendados, que no había entrenado en los últimos tres años (Biden), mientras que el otro venía entrenándose justamente desde hace 3 años.
Pero ahora entra sorpresivamente en escena Kamala Harris. La aparición de ella es triunfal y no fue planeada , es una circunstancia fortuita que ha beneficiado notablemente al Partido Demócrata, es algo que se está reflejando en las primeras encuestas, algo prematuras, porque esta candidata recién empieza.
Cuando tu candidato, en la percepción de la gente —y en política, percepción es realidad— tiene posibilidades de ganar una elección le da a la campaña momentum, le da entusiasmo, le da esa motivación al ciudadano de seguir la campaña, donar dinero y, por supuesto lo más importante, de ir a votar el día de la elección.
Todo eso no existía con Joe Biden. Existía relativamente en un sector, pero realmente es como que el Partido Demócrata estaba dormido, inerte, un poco en piloto automático, siguiendo a un líder por el que había mucho respeto y cariño, pero por el que no había entusiasmo. Eso reaparece con Kamala Harris.
Harris y Trump generan lo que llamamos en comunicación política ' un factor fundamental', que es lo que vemos, el factor de viabilidad electoral".
El humor de los electores cambió con Kamala Harris
"Estas encuestas, de alguna manera, sugieren cómo está el humor ciudadano, que es bien importante porque te marca qué es lo que va sintiendo el ciudadano, por dónde va la intención del voto, etcétera, y son encuestas que ciertamente deben estar causando más de una algarabía en el lado demócrata. Y más de una preocupación en el lado republicano.
Porque (tras) las proyecciones que colocaban a Biden tres, cuatro o cinco puntos abajo de Trump, ahora tenemos empates técnicos, empates matemáticos, incluso algunas muestran a Kamala Harris por encima.
Esto no significa nada en términos de proyección de ganador, pero sí significa algo importante en términos de cómo va cambiando el humor de los electores. O sea, quizás muchos demócratas que estaban medio apáticos, con eso de que 'no lo vamos a lograr' y 'no se va a poder'.
El coro que se armó en torno a Joe Biden, de 'retírate que contigo no ganamos', eso crea desánimo, apatía, de falta de viabilidad electoral... (pero) esto cambió completamente con la entrada de Harris".
Kamala Harris rompe con tres elementos
"La llegada de Harris implica un relevo en muchas cosas. Primero, generacional: Harris tiene 59 años frente a los 81 de Joe Biden y a los 78 de Donald Trump (quien, de ser elegido, podría terminar su mandato a los 82 años).
También hay un relevo de género: tenemos la posibilidad de que una mujer pueda llegar a la Presidencia de Estados Unidos (algo que no pasó con Hillary Clinton).
Y tenemos también un relevo de etnia, una mujer que tiene a ascendencia afroamericana y surasiática. De alguna manera, me recuerda el relevo que se hizo con Barack Obama. Él significó el quiebre total de lo que era la vida política de este país: elegir a un hombre negro, joven, demócrata, frente a un John McCain republicano, que significaba la continuidad de dos gobiernos — en parte— fallidos de George W Bush.
Todo esto ¿a quién ayuda más? Evidentemente, a Kamala Harris. O sea, la pone en un momento extraordinario".
Kamala Harris tiene las 3 C: "Comunica, conecta y convence"
"A Donald Trump, ya lo conocemos, es irreverente, agresivo, incendiario, políticamente incorrecto. Ya sabemos lo que hace, ya sabemos lo que dice, ya conocemos su show. A quienes lo siguen, les gusta ver repetir los mismos chistes de siempre, pero de alguna manera, es más de lo mismo.
Kamala Harris tiene a su favor dos cosas. Primero, que comunica muy bien políticamente. Y número dos, que es una figura 'nueva', algo que digo entre comillas, o sea, trae el elemento de la novedad con ella. Además de que es una mujer con mucho carisma, con mucho manejo de stage (escenario), se maneja muy bien con la gente, interactúa muy bien, habla muy bien, conecta muy bien.
En comunicación política le llamamos las 3 C: comunica, conecta y convence.
Más aún si toma el chiste y recurre al sarcasmo, y ella tiene esa vena para que le quede bien. Los políticos deben tener cuidado con las ironías, porque muchas veces se convierte en un búmeran: tú lo tiras y pues ahí puede caerte a ti. Hay que tener un carisma especial para que eso funcione.
Harris es una política a la que eso le funciona por varios motivos, porque tiene una sonrisa bonita, que llena y cruza la pantalla, y la gente celebra que se haga mofa, que se haga burla de un personaje poderoso, que además tiene una egolatría elefantiásica como Donald Trump.
Y, obviamente, se produce una identificación con esa líder que está haciendo eso como parte de su comunicación política. Burlarse del adversario, tomarlo a la broma. Inclusive haber capitalizado aquello de las cat ladies (señoras con gatos), lo vienen haciendo muy bien".
Un debate Harris vs.
Trump, ¿punto de inflexión?
" El punto de inflexión de esta campaña podría ser un debate, un debate que estaba programado para el 10 de septiembre. Falta poco, si es que Trump no se echa para atrás, porque parece que quiere evitar el debate con Harris.
Ella debate muy bien, es una de sus habilidades comunicacionales como política. Y será muy distinto un debate de Trump con Biden, que uno con Harris.
A Trump la gente lo percibe como un político que se maneja bien en el debate. Él juega muy bien con las cámaras, tiene mucha capacidad de reacción para improvisar. Y eso, a su vez que es bueno, también es malo porque te genera una expectativa automática en el elector. La gente piensa: 'Ya lo vimos actuar, Trump es muy bueno en el debate, ahora vamos a ver qué bien lo va a hacer'.
Pero si por alguna razón Trump no hace un super buen debate, sino solo un buen debate, y a los ojos de los electores no estuvo tan espectacular como otras veces, lo coloca en la perspectiva de que perdió o no lo hizo tan bien como su adversario.
Por otro lado, Kamala Harris tiene el elemento de la novedad y, haciendo un buen debate, la gente va a decir: 'Wow, estuvo bastante bien, estuvo pareja, nada menos frente a Donald Trump'. Y si Harris hace un muy buen debate al punto de colocar un poco en la sombra a Trump, eso puede cambiar completamente la narrativa de esta elección".
El debate que deshizo la candidatura de Joe Biden
"Los consultores en comunicación decimos que el 'debate hace al candidato'. El debate primario de Barack Obama con Hillary Clinton, hizo a Obama, lo colocó en la palestra política, lo puso en el foco mediático, lo convirtió en el líder.
Tenemos el ejemplo de lo que pasó con Joe Biden. Llegaba al debate con un elemento de viabilidad, por cariño, por lealtad y por aprecio a su figura. Pero tuvo un pésimo debate con Donald Trump. Automáticamente, el debate deshizo a Joe Biden.
No digo que pudiera pasar que un debate Trump con Harris pueda deshacer a Donald Trump. Lo veo difícil, Trump tendría que hacerlo particularmente mal.
La posibilidad es más bien que Kamala Harris logre mucho si hace un buen papel. Con un par de salidas ocurrentes que le pega a Trump, por ejemplo. Pero el éxito hoy está en lo que sigue: o sea, tras el debate. Luego están los equipos de comunicación que sacan los mejores momentos, las frases, las redes sociales, y con eso crean una narrativa".
Kamala Harris es el mensaje, por ahora
"Hasta el momento, la campaña de Kamala Harris no ha hecho ninguna propuesta. Y sabes que lo están haciendo muy bien porque en este momento el mensaje es ella. Cuando entra ella a la campaña por default, se convierte ella misma en el mensaje y está haciendo bien en guardarse.
Si yo fuera su asesor, le diría, 'al momento que te conviertas en candidata (al final de la Convención Demócrata de Chicago), ese es el momento de salir con tus mensajes y propuestas. Tenemos que empezar también a hablar de más allá de que 'yo soy la gran transformación y la renovación del Partido Demócrata' a qué vamos a hacer con Estados Unidos... ya apaguen los fuegos artificiales y vamos a ponernos en serio a decir qué diablos vamos a hacer con este país, con los problemas que tenemos'".