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Donald Trump

Juicio a Trump en Nueva York por caso Stormy Daniels: lo que hemos visto hasta ahora y qué podemos esperar en esta recta final

Los jurados han escuchado testimonios sobre sexo y contabilidad, periodismo sensacionalista y política presidencial. Su tarea ahora será decidir si los fiscales que han acusado a Trump de 34 cargos de falsificación de registros comerciales han demostrado su caso más allá de toda duda razonable.
Publicado 20 May 2024 – 06:50 AM EDT | Actualizado 20 May 2024 – 09:19 AM EDT
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Los testimonios en el juicio a Donald Trump en Nueva York por el caso Stormy Daniels concluirán en los próximos días y el histórico caso quedará en manos del jurado, que determinará si acaba en un juicio nulo, una absolución o la primera condena penal a un expresidente estadounidense.

A lo largo de aproximadamente un mes, los jurados han escuchado testimonios sobre sexo y contabilidad, periodismo sensacionalista y política presidencial. Su tarea será decidir si los fiscales que han acusado a Trump de 34 cargos de falsificación de registros comerciales han demostrado su caso más allá de toda duda razonable.

He aquí un vistazo a lo que han argumentado las dos partes, quiénes han quedado fuera del caso, a qué prestar atención estos últimos días y qué tendrán que demostrar los fiscales para asegurar una condena.

El caso de la fiscalía contra Trump

A través de testigos, entre ellos Stormy Daniels, el veterano editor de tabloides David Pecker y antiguos asesores de Trump, la fiscalía pretende vincular al presumible candidato republicano a la Casa Blanca este año con un plan para ocultar un escándalo sexual durante la campaña presidencial de 2016 que resultó en la presentación de registros comerciales falsos para enmascarar los sobornos a la actriz porno para que no revelara su supuesto encuentro sexual con Trump.

Los del jurado escucharon testimonios de que, durante esa campaña, a dos mujeres y un portero se les pagó decenas de miles de dólares para que guardaran sobre historias que, si hubieran salido a la luz, podrían haber golpeado las aspiraciones presidenciales del entonces candidato Trump.


Los del jurado escucharon relatos sobre relaciones sexuales, vieron copias de mensajes de texto, correos electrónicos y cheques, y escucharon una grabación secreta en la que se puede escuchar a Trump y su entonces abogado, Michael Cohen, discutiendo un plan para comprar el silencio de una modelo de Playboy.

David Pecker, viejo amigo de Trump, declaró que había aceptado ser los “ojos y oídos” de la campaña de Trump, alertándola sobre cualquier historia negativa sobre él.

La actriz Stormy Daniels contó al jurado, en términos ocasionalmente gráficos, sobre un encuentro sexual que dice haber tenido con Trump en 2006; algo que él niega. Ella describió que el entonces abogado y mediador personal de Trump, Michael Cohen, le ofreció 130,000 dólares para permanecer en silencio después de que ella dijera que estaba buscando formas de vender la historia y difundirla.

Cohen, el testigo estrella de la fiscalía, vuelve este lunes al estrado para su cuarto día de testimonios en los que ha relatado lo que dijo fue el papel de Trump en la autorización de los pagos de silencio.

Cohen describió a Trump como ansioso de que las historias que alegan sexo extramatrimonial pudieran dañar su posición de campaña entre las votantes femeninas y dijo que el entonces candidato le había ordenado que suprimiera las historias, citándolo con exhortaciones que incluían: "Simplemente hazlo" y "Tenemos que impedir que esto salga”.

La posición de la defensa de Trump

El equipo legal de Trump aún no tenido la oportunidad de presentar su caso y todavía no está claro qué harán exactamente sus abogados cuando les llegue el turno de mostrar pruebas.

Pero al interrogar a los testigos de la acusación han señalado áreas específicas en las que creen que pueden sembrar dudas en el jurado, cuestionando de paso las premisas fundamentales del caso.

Han puesto en duda el relato de Daniels sobre un encuentro sexual en una suite de hotel, y la actriz porno se enfrentó a un interrogatorio agresivo por parte de un abogado defensor que dijo en un momento: "Te has inventado todo esto, ¿verdad?". Daniels respondió que no.

Los abogados han sugerido que el estatus de celebridad de Trump lo convirtió en un blanco fácil de extorsión. Interrogaron al abogado de Los Ángeles que negoció el trato de Daniels sobre otras celebridades a las que previamente había “extraído” dinero a cambio del silencio de un cliente.

Pero el contrainterrogatorio de mayor trascendencia, con diferencia, ha sido el de Cohen. La defensa ha tratado de presentarlo como un fabulador en busca de fama y desesperado por contribuir a una condena de Trump.


El contrainterrogatorio comenzó de manera llamativa, con el abogado de Trump, Todd Blanche, preguntándole a Cohen si recordaba haberse referido a él mismo con un insulto en TikTok el mes pasado. Los fiscales objetaron, el juez convocó a las partes y se desestimó la pregunta. Pero el punto quedó claro.

A lo largo de las horas, Blanche renovó un recuerdo de Cohen sobre una letanía de apodos coloridos pero a menudo profanos que le había asignado a Trump (uno de ellos era "villano de dibujos animados con cheetos") como una manera de pintar a Cohen como notoriamente parcial, cegado por el odio y, por lo tanto, no creíble.

También hubo una avalancha de preguntas sobre los crímenes y mentiras del pasado de Cohen. Blanche obligó a Cohen a reconocer que mintió bajo juramento durante su propia audiencia de declaración de culpabilidad en 2018 acerca de no sentirse presionado para declararse culpable. En un momento dramático, Blanche sugirió que Cohen no había dicho la verdad cuando afirmó que habló con Trump sobre el pago a Daniels antes de enviarle a su abogado 130,000 dólares.

Blanche confrontó a Cohen con mensajes de texto que indicaban que lo que tenía en mente, al menos inicialmente, durante la llamada telefónica, eran llamadas de acoso que estaba recibiendo de un aparente bromista de 14 años.

Personas vinculadas al caso que quedaron fuera del juicio

Se han mencionado varios personajes fundamentales para la saga en el tribunal, pero han estado notablemente ausentes del estrado de los testigos.

Una es Karen McDougal, una modelo de Playboy que dijo que tuvo una aventura con Trump y recibió 150,000 dólares del National Enquirer en un acuerdo de silencio que Cohen ayudó a negociar.

Keith Schiller, el guardaespaldas de Trump, fue descrito en el tribunal como la persona que le pidió a Daniels su número de teléfono en nombre de Trump antes de su cita y fue un conducto importante para Cohen cuando necesitaba comunicarse con Trump.

Y luego está Allen Weisselberg, el ex director financiero de la Organización Trump que ahora cumple una sentencia de cinco meses de cárcel por mentir bajo juramento en el caso de fraude civil del fiscal general de Nueva York contra Trump.

Weisselberg no testificó en el juicio por la falsificación de registros tras los pagos de silencio, pero es importante porque, según Cohen, estuvo presente en una discusión en la Torre Trump que podría vincular más directamente a Trump y los reembolsos en el centro del caso que, según los fiscales, se hicieron de forma fraudulenta.

Cohen dice que la reunión de 2017 en la Torre Trump tuvo lugar en la cúspide del día de la toma de posesión y fue donde él, Trump y Weisselberg elaboraron los mecanismos para reembolsarle el pago de silencio a Daniels. Allí, dijo Cohen, acordaron que el abogado recibiría un total de 420,000 dólares en cuotas mensuales por lo que se facturaría (engañosamente, dicen los fiscales) como servicios legales.

“Él lo aprobó”, testificó Cohen.

No está claro si los del jurado habrían querido escuchar a Weisselberg, pero en un caso que se centra más en el papeleo que en el sexo, es probable que los fiscales consideren el relato de esa reunión como una prueba vital y será importante ver cómo regresan a él mientras concluyen su caso con declaraciones finales.

¿Qué se debe probar para una condena?

Para condenar a Trump por un delito grave de falsificación de registros comerciales, los fiscales deben convencer a los jurados más allá de toda duda razonable de que no solo falsificó o provocó que se ingresaran registros comerciales falsamente, sino que lo hizo con la intención de cometer u ocultar otro delito. Cualquier veredicto debe ser unánime.

Los fiscales alegan que Trump registró el pago de Cohen como gastos legales para ocultar otros múltiples delitos, incluidas violaciones de la ley de financiación de campañas y una violación de una ley electoral estatal que alegaba una conspiración para promover o impedir una elección.


En su declaración inicial, el fiscal adjunto de distrito Matthew Colangelo dijo a los jurados que el caso “se trata de una conspiración criminal y un encubrimiento: una conspiración ilegal para socavar la integridad de una elección presidencial, y luego las medidas que tomó Donald Trump para ocultar ese fraude ilegal de una elección".

Específicamente, sostienen los fiscales, los pagos a McDougal, Daniels y el portero violaron las restricciones federales sobre las contribuciones de campaña corporativas e individuales y estaban destinados a ocultar información perjudicial al público votante.

Entre otras pruebas, los del jurado escucharon testimonios sobre la culpabilidad de Cohen en 2018 de un delito de financiación de campaña y el acuerdo de no procesamiento del National Enquirer y la multa de 187,500 dólares por el pago a McDougal, que la Comisión Federal Electoral consideró una contribución corporativa ilegal a la campaña de Trump.

Nueva York también tiene un cargo de delito menor por falsificación de registros comerciales, que requiere demostrar únicamente que un acusado hizo o provocó los registros falsos, pero no es parte del caso de Trump y no será considerado por los jurados.

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Juicio a Trump en Nueva York: detalles de las declaraciones de Michael Cohen, testigo estrella de la Fiscalía
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