Por qué Arizona investiga como “amenaza de muerte” la alusión de Trump a un paredón de fusilamiento contra Liz Cheney
El estado de Arizona está investigando si los comentarios del expresidente Donald Trump, diciendo que la exrepresentante republicana Liz Cheney debía ser puesta frente a un grupo de personas armadas “para ver cómo se siente”, constituyeron una amenaza de muerte.
En un evento el jueves por la noche en Arizona con el excomentarista de Fox News Tucker Carlson, Trump dijo “pongámosla allí de pie con un rifle y nueve cañones disparándole. Bien, veamos cómo se siente al respecto. Ya saben, cuando las armas apuntan a su rostro”.
“Ya le pedí a mi jefe de división criminal que comience a analizar esa declaración, para ver si califica como una amenaza de muerte según las leyes de Arizona”, dijo la fiscal general de Arizona, Kris Mayes, una demócrata, durante una grabación de un programa de noticias con la filial local de NBC News.
Los comentarios de Trump contra sus oponentes han llevado a algunos de sus seguidores a amenazar e incluso a atentar contra ellos, como en el caso del hombre que, buscando a la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, invadió su hogar y atacó a su esposo con un martillo.
Aunque Mayes dijo que aún no podía decir si los comentarios de Trump constituían una amenaza de muerte sí afirmó que no eran útiles “mientras nos preparamos para nuestras elecciones y mientras tratamos de asegurarnos de mantener la paz en nuestros lugares de votación y en nuestro estado”.
La controversia causada por los comentarios no ha convencido a Trump de desistir de sus ataques contra Cheney.
De hecho, el viernes publicó en la plataforma Truth Social que Cheney "no tendría 'las agallas' para luchar ella misma. Es fácil para ella hablar, sentada lejos de donde ocurren las escenas de muerte, pero ponle un arma en la mano y déjala ir a luchar, y dirá: '¡No, gracias!'".
La problemática retórica de Donald Trump
Cheney respondió a Trump el viernes en una publicación en X, antes Twitter, diciendo: “Así es como loas dictadores destruyen las naciones libres. Amenazan con la muerte a quienes hablan en su contra. No podemos confiar nuestro país y nuestra libertad a un hombre mezquino, vengativo, cruel e inestable que quiere ser un tirano”.
Sin embargo, un destacado crítico de Trump, el ex ongresista republicano Joe Walsh, argumentó que el comentario del expresidente había sido sacado de contexto y que Trump “NO estaba pidiendo que se ejecutara a Liz Cheney frente a una línea de fuego”.
“En el estilo típicamente estúpido y feo de Trump, está tratando de hacer hincapié en la postura de Cheney sobre la guerra”, dijo Walsh en X.
Ian Sams, un portavoz de la campaña de Harris, sugirió que Trump estaba “ hablando de enviar a una republicana prominente al pelotón de fusilamiento, mientras que la vicepresidenta Harris está hablando de poner a un republicano en su gabinete. Esta es la diferencia en esta carrera”.
Trump dijo que estaba haciendo hincapié en el historial de política exterior de Cheney.
“Ella es un halcón de la guerra”, dijo en Michigan. “Si tuviera que hacerlo ella misma y tuviera que afrontar las consecuencias de la batalla, no lo haría. Así que es fácil para ella hablar, pero no lo haría”.
La portavoz de Trump, Karoline Leavitt, dijo que sus comentarios estaban siendo sacados de contexto, y calificó la controversia como “la última indignación falsa de los medios”.
A lo largo de su campaña, Trump se ha centrado en los estadounidenses que cree que lo han perjudicado o traicionado. Los ha retratado como peores que los adversarios extranjeros de Estados Unidos, refiriéndose a ellos como “enemigos internos”.
El expresidente ha amenazado con utilizar al gobierno federal, incluido el ejército, para perseguirlos, así como con “penas de prisión de larga duración” para aquellos “involucrados en un comportamiento inescrupuloso” en esta elección, incluidos operadores políticos, donantes y funcionarios electos.
Dijo que las personas a las que etiquetó como “el enemigo interno” deberían ser “manejadas muy fácilmente, si es necesario, por la Guardia Nacional, o si es realmente necesario, por el ejército”.
Algunos partidarios de Trump han dicho que sus palabras sobre venganza están justificadas o son simplemente hipérbole.
“Su lista de enemigos se ha hecho más larga. Su retórica se ha vuelto más extrema”, dijo la vicepresidenta Kamala Harris en declaraciones a los periodistas después de llegar a Madison, Wisconsin el viernes agregando que “incluso está menos centrado que antes en las necesidades, las preocupaciones y los desafíos que enfrenta el pueblo estadounidense”.
Harris calificó los comentarios de Trump como "descalificantes".
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