5 cuestiones a tener en cuenta en el debate entre Walz y Vance como candidatos a vicepresidente
El republicano JD Vance y el demócrata Tim Walz se ven las caras este martes en el único debate entre los candidatos a vicepresidente de las elecciones de 2024, tras dos meses lanzándose dardos en la distancia.
En el debate, organizado por CBS News en Nueva York, puede que no haya tanto en juego como en el del 10 de septiembre entre el expresidente Donald Trump y la vicepresidenta Kamala Harris.
Pero sin duda ofrecerá a sus compañeros de fórmula una nueva oportunidad de presentarse, responder por sus respectivos líderes y cumplir con el papel tradicional de un candidato a vicepresidente de Estados Unidos.
Vance, senador por Ohio de 40, han anticipado sus posibles estrategias durante semanas.
Antes de ser elegido por Harris, Walz fue el demócrata que popularizó el término "raro" como un término peyorativo para la campaña de los republicanos. Vance ataca el historial progresista del gobernador como prueba de que los demócratas son “demasiado de izquierda” para los votantes.
Vance se ha burlado del historial de servicio militar de su compañero. Walz critica la oposición de Vance al derecho al aborto y sus opiniones sobre la concepción de familia tradicional.
Ambos han resaltado sus orígenes como habitantes de pueblos pequeños de la clase media estadounidense, en contraste con Trump, un multimillonario nativo de Nueva York, y Harris, nativa del área de la Bahía de California.
Todo esto anticipa que asistiremos a una noche potencialmente feroz en el debate. Aquí están algunas cuestiones a tener en cuenta en el primer cara a cara de candidatos a vicepresidente de EEUU.
1. ¿Es un Walz vs. Vance o más bien Harris contra Trump?
Los compañeros de fórmula tienen que hacer un acto de equilibrismo ya que su principal trabajo es defender a sus jefes o líderes de partido, pero también tienen que ganarse la credibilidad del público y conectar con la audiencia. Si a un votante no le gusta el mensajero, es menos probable que acepte el mensaje.
De cara al debate, una encuesta reciente de AP-NORC concluye que Walz es más querido que Vance, lo que le da al republicano tal vez un desafío más difícil.
La encuesta encontró que solo una cuarta parte de los votantes registrados tiene una opinión algo o muy favorable del senador de Ohio, mientras que aproximadamente la mitad tiene una opinión algo o muy desfavorable.
Walz, en cambio, es visto positivamente por unos 4 de cada 10 votantes y negativamente por 3 de cada 10.
Aun así, el senador Tim Kaine, demócrata de Virginia y candidato a vicepresidente en 2016, advirtió a los participantes en este debate que no piensen demasiado en sí mismos.
"Lo que importa es proteger a quienes ocupan el primer de cada lista electoral", insistió Kaine, recordando el enfrentamiento de 2000 entre el republicano Dick Cheney y el demócrata Joe Lieberman.
"Cheney siguió atacando a (Al) Gore, y Lieberman, en lugar de defender a Gore, trató de mostrarse agradable... No se pueden dejar los ataques sin respuesta”, agregó.
2. El derecho al aborto y las opiniones sobre la familia
Los demócratas creen que el derecho al aborto y la atención de la salud reproductiva movilizarán a sus votantes de base e influirán en los indecisos.
Walz ya ha intentado sacar provecho mezclando su propia historia con este tema. El gobernador habla a menudo de cómo él y su esposa, Gwen, necesitaron acudir a tratamientos de fertilidad para tener a su hija.
Los demócratas también han criticado a Vance por su broma de 2021 sobre las “mujeres con gatos y sin hijos” que están dando forma a la vida estadounidense. Y Walz está ansioso por hacerse eco del énfasis de Harris en los derechos a la salud reproductiva como una parte importante de su campaña.
Vance y Trump, por su parte, han tenido dificultades para asentar un mensaje consistente en torno al derecho al aborto, un reflejo de cuán políticamente cargado está el tema para los republicanos.
Y es que son conscientes de que el asunto tiene un apoyo creciente desde la decisión de la Corte Suprema de 2022 de revocar Roe v. Wade y poner fin al derecho constitucional a interrumpir un embarazo.
Trump se jacta de haber nombrado a los jueces conservadores que ayudaron a derogar Roe v. Wade y devolver la regulación del aborto a los gobiernos estatales.
Muchos republicanos ahora quieren ir más allá de las prohibiciones estatales e imponer restricciones federales, pero Trump ha asegurado que revocar Roe es suficiente. También ha vacilado sobre cómo votará en un referéndum en Florida que ampliaría los derechos al aborto.
El expresidente dijo en agosto que Trump vetaría una prohibición nacional al aborto si era aprobada por el Congreso. Un par de semanas después, durante el debate con Harris, Trump dudó en una respuesta al respecto y dijo: "No lo he hablado con JD".
La campaña de Harris ha amplificado el audio de Vance diciendo cuando era candidato al Senado que le gustaría ver el aborto prohibido en todo el país.
3. Vance y Walz compiten por una ventaja en la economía
Vance ofrece a menudo argumentos más claros que Trump sobre cómo impulsar la industria manufacturera estadounidense, ayudar a los trabajadores y castigar a las corporaciones cuando sea necesario.
Ataca con frecuencia al gobierno Biden-Harris por la inflación. Si hay un tema amplio en el que Vance quiere poner a Walz a la defensiva y vincular la candidatura demócrata al presidente Joe Biden, ese es el económico.
Por su parte, Harris asegura que trabajar a favor de “la clase media será un objetivo principal” de su presidencia. Reconoce los desafíos de muchos consumidores, aunque en general defiende el historial general de crecimiento económico, bajo desempleo y aumento de salarios de Biden desde que heredó una situación en caída libre por el covid-19.
Ambas campañas tienen grupos de propuestas económicas en competencia directa, que incluyen recortes de impuestos y subsidios para ciertos sectores.
Se espera que los candidatos a vicepresidente pasen un tiempo considerable del debate tratando de convencer a la porción cada vez menor de votantes indecisos de que su candidatura está más en sintonía con las preocupaciones económicas cotidianas de la mayoría de hogares estadounidenses.
4. Se espera que los dos hablen de sus raíces en el Medio Oeste
Por mucho que el debate sea sobre Harris y Trump, los compañeros de fórmula llegaron aquí en gran parte debido a sus respectivas biografías.
La elección de Trump fue una jugada para consolidar aún más la candidatura del Partido Republicano como la opción para el Medio Oeste de EEUU.
Vance, quien creció en una pequeña ciudad de Ohio, tiene raíces que coinciden con su populismo económico en formas en las que el multimillonario Trump no lo hace.
Walz y Harris crecieron en la clase media, pero Walz sigue firmemente arraigado en ella, pasando de su infancia en una granja de Nebraska a las aulas de secundaria de Minnesota antes de postularse para el cargo.
Es a la vez una yuxtaposición y un refuerzo de la historia de Harris como hija de madre india y padre jamaiquino.
Ambos han hecho de sus familias parte de sus identidades políticas. Cada uno tiene cónyuges que trabajan. Walz tiene dos hijos y Vance tres.
Los Walz y los Vance son familias políticas más tradicionales que las de los candidatos presidenciales: Harris tiene hijastros adultos de su matrimonio de una década con Doug Emhoff, mientras que Trump tiene cinco hijos de tres matrimonios.
Es de esperar que ambos compañeros de fórmula, incluso mientras intentan mantener el foco en sus jefes, destaquen sus propias historias.
5. La verificación de los hechos recaerá sobre los candidatos a vicepresidente
CBS anunció este viernes que los candidatos deberán ser honestos entre sí en el debate del martes, un punto conflictivo de los debates anteriores de este año.
En el debate de junio entre Trump y Biden, Jake Tapper y Dana Bash de CNN limitaron las preguntas de seguimiento y no verificaron los hechos de ninguno de los participantes.
Sin embargo, en el debate de septiembre entre Trump y Harris, David Muir y Linsey Davis de ABC sí hicieron correcciones objetivas a algunas de las declaraciones falsas más evidentes de Trump.
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