¿Por qué Trump no quiere que se amplíe el voto por correo en tiempos de coronavirus?

Pese a que todo indica que el fraude de voto por correo es extremadamente raro en Estados Unidos, el presidente argumentando falsamente y sin dar evidencias sobre la posibilidad de irregularidades generalizadas al sufragar por correo en las próximas elecciones.
Algo curioso considerando que él mismo voto por correo para las primarias de Florida en marzo y en 2018 cuando tenía su residencia registrada en Nueva York. Y su secretaria de prensa, Kayleigh McEnany, ha votado por correo 11 veces en las elecciones realizadas en los últimos 10 años en su natal Florida, de acuerdo con información del diario Tampa Bay Times.
¿Por qué Trump está atacando ahora el voto por correo?
Algunos aseguraron que el presidente quiere asustar a votantes porque teme perder la elección en noviembre Otros advierten que sus declaraciones socavan la credibilidad e integridad del sistema electoral. Otros le quitan gravedad y estiman que se trata de discurso electoral con el que Trump sólo busca alimentar a su base política conservadora.
El tuit de la discordia
Las declaraciones del presidente sobre este tema en las últimas semanas han sido tan cuestionables que uno de sus últimos tuits terminó siendo etiquetado por Twitter con la aclaración: “Infórmese sobre los hechos relacionados al voto por correo”.
Trump reaccionó con furia a esta inusual medida amenazando con cerrar o regular las redes sociales, algo que aparentemente no tiene el poder de hacer, aunque se informó que la Casa Blanca emitiría una orden ejecutiva para intentar cierto tipo de control sobre esas empresas.
El polémico tuit marcado reza: “NO HAY manera (¡CERO!) de que el Voto por Correo será nada menos que substancialmente fraudulento. Los correos serán robados, las papeletas serán falsificados & incluso impresos ilegalmente & firmados fraudulentamente. El gobernador de California está enviando Papeletas a millones de personas, a cualquiera …”
El problema con esta proyección es que no sólo carece de evidencias sino también de base, dijo Justin Levitt, un experto en asuntos electorales en la Facultad de Leyes de la Universidad Loyola Marymount que fue funcionario de asuntos electorales en el Departamento de Justicia durante el gobierno del expresidente Barack Obama.
Sí se han visto irregularidades en el proceso de sufragio, incluyendo fraude al votar por correo y en persona pero las evidencias indican que estos casos son muy raros, dijo el profesor.
45 casos en 1,000 millones
“El fraude por correo no es para nada generalizado y no hay absolutamente ninguna evidencia de las teorías de conspiración de fraude generalizado que el presidente argumenta”, agregó Levitt.
“El presidente ha hecho estas afirmaciones antes y se ha demostrado que son falsas. Trump ha dicho antes que existe fraude electoral generalizado y esto no ha sido cierto y él nunca ha dado ninguna evidencia de que lo que dice es cierto. Y detesto decir esto porque deberíamos de poder confiar más en el presidente, en un presidente”.
En el 2008, Levitt comenzó a seguir casos sobre fraude al votar en persona, como cuando una persona se hace pasar por otra para votar, y hasta ahora dice que sólo ha contabilizado 45 casos en un universo de más de mil millones de votos emitidos desde entonces.
Un estudio nacional realizado en el 2016 halló pocas acusaciones creíbles de fraude electoral y un creado por Trump para investigar corrupción electoral terminó desmontándose en 2018 tras varios meses de investigación sin hallar evidencias de fraude.
“ Hay más probabilidades de que a un votante le caiga un rayo que cometa fraude al votar”, dijo Myrna Pérez, directora del Programa de Elecciones y Derechos de Votantes del Centro Brennan, instituto de leyes y políticas públicas que realiza investigaciones y desarrolla propuestas políticas sobre asuntos electorales y otros temas.
El Centro Brennan revisó elecciones que han tenido investigaciones por fraude electoral y halló un índice minúsculo de personas que votaron fraudulentamente: no más de 0.0025%. Varios otros informes han avalado las conclusiones del Brennan, que los casos de fraude electoral son muy raros.
Viejas acusaciones infundadas
Trump vienen argumentando fraude electoral desde que estaba en campaña presidencial. Herido en su orgullo porque su rival demócrata millones de personas votaron ilegalmente” y que por lo tanto él había ganado tanto el voto popular como el Colegio Electoral.
Sin embargo, el Brennan investigó cuántos no ciudadanos votaron en 42 jurisdicciones con grandes poblaciones de no ciudadanos en el 2016 y halló sólo unos 30 casos en los que se refirieron a presuntos no ciudadanos para ser investigados o para que se les presenten cargos, de un universo de 23.5 millones de votos tabulados en esas jurisdicciones. Esto representa un 0.0001% de los votos en las jurisdicciones analizadas.
Estas pruebas no han detenido a Trump, quien el mes pasado dijo en la Casa Blanca: “El voto por correo es muy peligro para este país debido a los tramposos. Ellos van y agarran (las papeletas). Son fraudulentas en varios casos. Ellos tienen que votar. Ellos deberían de usar un carné electoral, dicho sea de paso”.
Trump hizo esta declaración mientras los votantes de Wisconsin iban a las urnas con mascarillas para protegerse del coronavirus después de que la Legislatura, controlada por republicanos, rechazara el pedido de demócratas de aplazar los comicios y ampliar la votación por correo.
El presidente incluso amenazó la semana pasada a Michigan y Nevada con retener fondos federales si los estados seguían adelante con sus planes para ampliar el voto por correo. Luego se echó para atrás.
Los demócratas favorecen ampliar el voto por correo, según dicen. para evitar la propagación del coronavirus, así los votantes no tienen que arriesgarse a ir a un centro de votación y votar en persona.
“Estamos en medio de una pandemia y todos los estadounidenses deben de tener a una manera segura de votar. Algunas personas prefieren votar por correo, otros en persona pero como somos una democracia, debemos de asegurarnos de que todos tengan alternativas”, dijo Pérez. “Descartar la opción de votar por correo cuando los expertos dicen que esto es parte de la solución para que los estadounidenses voten demuestra desapego a la realidad y distanciamiento del pueblo”.
Votar, pero con salvaguardas
Si bien reconoce que los casos concretos de fraude electoral son raros, Logan Churchwell, portavoz de la Fundación Legal para el Interés Público (PILF, por sus siglas en inglés) una organización de tendencia conservadora que vela por al seguridad del voto, dijo que ellos han hecho estudios que resaltan el potencial de fraude a gran escala.
PILF reportó el mes pasado que casi 29 millones de papeletas que fueron enviadas por correo en varios estados entre el 2012 y el 2018 se perdieron en el correo, fueron rechazadas o no pudieron ser entregadas o contabilizadas.
Sin embargo, la Iniciativa Nacional del Voto en Casa, un grupo que aboga por ampliar el sistema electoral para facilitar la participación, asegura que el reporte de PILF tiene un “error” fundamental porque asume que las boletas que no se usaron entre 2012 y 2018 están “perdidas” como si se hubieran extraviado en el correo y nunca hubieran llegado a su destinatario.
En un trabajo publicado a principios de mayo por ProPublica se indica que aunque PILF ha reconocido el error metodológico y ajustado sus cifras, mantiene su conclusión sobre los riesgos potenciales que implica el sistema de voto por correo.
“En nuestro sistema hay grietas por todas partes que nos dejan en una situación en la que si pasan cosas malas, no vamos a poder saber lo que está pasando a tiempo como para reaccionar y corregir el problema”, dijo Churchwell.
En PILF aseguran que no se oponen al voto por correo pero sí a retirar guardasalvas a este sistema, agregó Churchwell.
“En general, está bien que la demanda de papeletas por correo esté aumentando, pero no queremos socavar la integridad y seguridad de nuestro sistema sólo porque esto va a hacer nuestras vidas más fáciles porque esto termina minando el sistema aun más”, dijo.
Más vulnerable
Aunque minúsculo, los expertos están de acuerdo en que el voto por correo es más vulnerable que el sufragio en persona.
Uno de los casos de fraude más recientes y sonados ocurrió en el 2018 en una contienda por el Noveno Distrito del Congreso en Carolina del Norte, donde una persona que recolectó papeletas por correo para el candidato republicano Mark Harris fue acusado de cargos de fraude electoral.
Actualmente, Utah, Colorado, Hawaii, Oregon y Washington tienen elecciones casi completamente por correo y reportan muy poco fraude.
Trump y los republicanos han dicho que el voto por correo jugará en contra de ellos en las elecciones. Según varias encuestas, el virtual candidato demócrata Joe Biden aventaja a Trump a nivel nacional de cara a las elecciones de noviembre.
"Él no tuvo problemas para votar por correo ni tiene problemas que los de las fuerzas armadas lo usen”, dijo Levitt. “Al parecer sólo tiene problemas cuando la gente hace uso de este proceso seguro para votar en contra suya o cuando cree que podrían votar en su contra”.
Discuso para las bases
Pero mientras los liberales sostienen que Trump pone en tela de juicio la integridad y legitimidad del sistema electoral, una de las bases de nuestro sistema demócratico, Churchwell dice que el presidente sólo está motivando a su base.
“La manera de hablar de Trump es libra por libra lo mismo que hacen los demócratas cuando hablan de supresión de votos”, dijo el portavoz de PILF, en referencia a una queja tradicional de los liberales, quienes aseguran que en algunos estados, legisladores republicanos han establecido leyes que limitan la participación, sobre todo de las minorías que tienden a preferir a los demócratas.
“Lo que terminas viendo es un discurso a sus bases políticas. Muchas veces un candidato demócrata dice sobre la supresión de votos, ‘Tenemos que luchar y es preocupante y esto va a ser un problema’ pero en realidad este es un argumento dirigido a su base para alentarlos a salir a votar: 'Tienes que salir a votar porque los contrarios van a hacer trampa'. La izquierda habla sobre supresión de votos y Trump habla sobre fraude electoral. Tienen la misma táctica, pero diferentes idiomas”.