En dos horas de debate, Sanders y Biden tuvieron por primera vez la oportunidad de contrastar en profundidad sus agendas de campaña. El careo se caracterizó por el tono generalmente amable entre ambos, sin estridencias, ni interrupciones, aunque hubo al menos un par de momentos en que los candidatos se enfrentaron verbalmente sin que los moderadores intervinieran para detener la discusión.
Hubo varias “primeras veces”, como cuando Biden aseguró que apoyaría a Sanders y hará campaña por él si gana las elecciones primarias, o cuando prometió escoger una mujer para que lo acompañe como vicepresidenta y hasta el tiempo dedicado a hablar de inmigración, que fue mayor que en los debates anteriores.
El ex candidato demócrata Andrew Yang comentó en un tuit que Joe Biden no le había comentado que elegiría a una vicepresidenta durante las conversaciones que han mantenido. El miércoles Yang anunció que daría su apoyo al exvicepresidente.
Bernie Sanders propuso aprovechar la emergencia nacional por la propagación del coronavirus y la incertidumbre económica que ha generado para repensar una sociedad estadounidense en la que se privilegie ayudar a los menos favorecidos y no lo que describió como "codicia y corrupción".
El senador por Vermont critció al gobierno de Donald Trump no solo por responder de manera errática al virus sino también por adoptar políticas que _en su opinión_ agravan la inequidad económica y social.
" ¿Por qué se le dan excenciones fiscales a los multimillonarios pero se niega el aumento del salario mínimo?" se preguntó Sanders durante su intervención final en el debate que por dos horas sostuvo con Joe Biden.
“Esto es más grande que cualquier persona, es sobre EEUU, sobre el mundo, sobre cómo trabajamos juntos”, dijo Biden y aprovechó para recordar que ya tiene experiencia en el manejo de otras crisis de salud similares cuando era vicepresidente de Barack Obama.
Biden habló de la necesidad de reducir la incertidumbre económica que viene aparejada con la pandemia, con la que muchas personas temen no tener dinero suficiente para cubrir gastos básicos como alojamiento, educación y alimentación.
“Donald Trump está exacerbando todos los problemas que trae este virus. Es hora de deshacernos de ambos”, dijo Biden.
Bernie Sanders condenó el autoritarismo del gobierno chino pero acto seguido le dio crédito por reducir la pobreza extrema.
"Nosotros condenamos el autoritarismo pero simplemente decir que nada hecho por esos gobiernos pudiera ser bueno es incorrecto", dijo Sanders ante una pregunta sobre comentarios suyos de hace décadas halagando los programas sociales del gobernante Fidel Castro en Cuba.
Joe Biden calificó como "marginal" cualquier reducción de la pobreza extrema ante violaciones masivas de derechos humanos como campos de concentración para reeducar a cientos de miles de ciudadanos chinos de religión musulmana, y criticó a Sanders por halagar a China.
Ante una pregunta sobre por qué su mensaje no resuena como el del senador Sanders entre los hispanos, Biden aseguró que su campaña está llegándole a “todas las minorías”.
“Por eso es que no solo estoy ganando, sino ganando abrumadoramente” y citó sus victorias en varios estados, desde Carolina del Sur hasta Virginia.
Cuando se le preguntó a Sanders su falla en llegar a los afroestadounidenses como lo hace Biden, el senador recurrió a su argumento de que él está ganando “el debate generacional”, con lo que parece no prestar demasiada atención a la división por origen étnico.
Sanders puso en duda que Biden logre activar a los jóvenes negros e hispanos de la misma manera que ha logrado su campaña.
Sanders preguntó a Biden si era o no cierto que China había sacado de la pobreza a millones de personas y el exvicepresidente dijo que eso era como alabar la astucia de Jack “El Destripador”, el famoso asesino en serio del Londres de principios del siglo XX.
El intercambio se produjo luego de que se le preguntara a Biden qué diferencia tenían las alabanzas que hizo recientemente Sanders al sistema educativo y de salud de Cuba con las que hizo en su momento el presidente Barack Obama cuando empezó el deshielo con la isla comunista.
Al final, Sanders trató de ratificar que siempre se opone a los gobiernos autoritarios y destacó como se ha opuesto al de Arabia Saudita, un país que goza de grandes apoyos entre ambos partidos en Washington por su importancia estratégica como suplidor de petróleo.