"Corrupción histórica": la solitaria reacción de un senador republicano a la conmutación de pena de Roger Stone
El senador republicano por Utah, Mitt Romney, condenó este sábado la acción del presidente Trump de conmutar la pena a su aliado y confidente político Roger Stone, quien estaba a días de ingresar a prisión tras ser declarado culpable de mentir para obstruir una investigación del Congreso y del FBI, y lo calificó de "corrupción histórica".
"Corrupción histórica sin precedentes: un presidente estadounidense conmuta la sentencia de una persona condenada por un jurado de mentir para proteger a ese mismo presidente", tuiteó Romney este sábado.
Romney, un republicano que ha sido crítico de Trump, fue uno de los primeros legisladores de su partido en opinar sobre la conmutación de la sentencia de Stone anunciada la noche del viernes, y el único líder de alto nivel del partido que se ha pronunciado en contra hasta el momento.
Stone, quien tenía que reportarse la próxima semana con las autoridades para comenzar a cumplir su sentencia en una prisión federal, fue hallado culpable el año pasado de obstruir una investigación del Congreso sobre la campaña presidencial de Trump en 2016.
De 67 años, el exasesor y amigo personal del mandatario había estado solicitando clemencia presidencial abiertamente, diciendo que tenía asma y que tenía miedo de morir en prisión con coronavirus, reportó The New York Times.
Pero aparte de Romney, el único senador republicano que votó a favor de uno de los dos artículos del juicio político contra el presidente en su juicio político ante el Senado a principios de año, la gran mayoría de los republicanos no solo se ha abstenido de criticar la conmutación sino que en su lugar se han dedicado a desacreditar la acusación de los fiscales que presentaron los cargos contra Stone.
Por ejemplo, el senador por Carolina del Sur, Lindsey Graham, tuiteó el viernes antes de que se anunciara la conmutación que "desde mi punto de vista estaría justificado" que Trump interviniera, alegando que "este fue un delito no violento y que se cometió por primera vez".
El presidente ha conmutado o perdonado sentencias a varios aliados políticos, simpatizantes o gente con conexiones a su propio círculo, como el financista Michael Milken, el exgobernador de Illinois Joe Arpaio.
Pero hasta ahora el mandatario había evitado perdonar a conmutar sentencias a personas asociadas directamente a él, pues le habían advertido sobre posibles consecuencias políticas, según añadió el Times.
Con la conmutación de la sentencia de Stone, Trump parece haber cruzado ese umbral.
“Stone mintió e intimidó a testigos para esconder la explotación de Trump del hackeo ruso de la campaña de su oponente”, dijo el representante demócrata Adam Schiff, de California, presidente del Comité de Inteligencia de la cámara baja. “Para Trump ahora hay dos sistemas de justicia en Estados Unidos: uno para los amigos criminales de Trump y otro para los demás”.
Es notable que el propio Stone, en esas solicitudes de intervención presidencial hechas públicamente en los últimos meses, da a entender al presidente que sí mintió con el fin de protegerlo y que, de haber cedido a la presión de los investigadores, habría dicho cosas potencialmente compremetedoras sobre él y la campaña del 2016.