Cambio climático: ¿podrá ser Biden lo suficientemente radical para el gusto de los partidarios de Sanders?

Ahora que Joe Biden sabe que la batalla para unir al partido demócrata en su enfrentamiento contra Donald Trump apenas está empezando.
Ansioso por evitar las amargas divisiones que surgieron en 2016 entre los partidarios de Sanders y Hillary Clinton, Biden ya está intentando encontrar un terreno común con su antiguo adversario.
Entre los temas que se discuten está el cambio climático, un punto muy sensible para muchos partidarios de Sanders, muchos de los cuales cuestionan el real compromiso que pueda tener Biden con el tipo de medidas radicales que creen que son necesarias para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y salvar el planeta.
"Joe Biden se ha involucrado activamente con muchos líderes progresistas y nuestra campaña se ha conectado con varias organizaciones progresistas, incluyendo organizaciones ambientales", le dijo a Univision la portavoz de la campaña de Biden, Isabel Aldunate.
"Ha dejado en claro que estamos abiertos a considerar propuestas que se basen en su agenda para lograr cambios progresivos reales y duraderos en este país y en la vida de las personas", añadió.
El gobernador del estado de Washington, Jay Inslee, un destacado ambientalista del Partido Demócrata y ex candidato presidencial, respaldó a Biden el miércoles después de recibir garantías de que el cambio climático sería una prioridad en su istración, informó el diario The Washington Post.
Inslee dijo que confiaba en que Biden estaba "dispuesto a apuntar más rápido y más alto" en su política climática.
Biden obtuvo el respaldo de un importante grupo ambientalista el lunes, The League of Conservation Voters, que ha gastado decenas de millones de dólares en los últimos ciclos electorales para contribuir a la elección de candidatos demócratas. Pero, todavía tiene que convencer a los influyentes movimientos juveniles, como el Climate Mobilization, The Sunrise Movement y Greenpeace.
Metas
Aunque ambas campañas creen que el cambio climático es una amenaza existencial, Sanders estableció metas más agresivas que Biden con la intención de alcanzar objetivos más ambiciosos en la reducción de las emisiones.
Eso incluye ponerle fin al uso de combustibles fósiles en los sectores de la generación de energía y el transporte para el año 2030, así como eliminar gradualmente la dependencia estadounidense de las plantas de energía nuclear y una inversión de $16.3 billones en energía limpia, con lo cual estiman que se crearían 20 millones de nuevos empleos de 'energía limpia'.
El exvicepresidente Biden ha adoptado una postura menos drástica, pues alega que la industria energética del país debería hacer una transición más gradual hacia un futuro más limpio y renovable que permita que las fuentes de energía tradicionales como el carbón, el gas natural y la energía nuclear sigan desempeñando alguna función.
El plan de 'Clean Energy Revolution' de Biden, que se dio a conocer el verano pasado, promueve una inversión menor de $1.7 billones, con la que se crearía 10 millones de nuevos empleos y con el objetivo de lograr cero emisiones de carbono para el año 2050. La mitad de los empleos y dos décadas más tarde que el plan de Sanders.
El 'Green New Deal'
Tanto Biden como Sanders han aceptado el 'Green New Deal', un paquete legislativo propuesto en el Congreso, y se han comprometido a unirse nuevamente al Acuerdo de París contra el cambio climático desde el primer día de sus mandatos.
"Aunque sus valores coinciden, la profundidad de lo que proponen es bastante diferente", dijo Cristóbal Lagunas, organizador nacional de The Climate Mobilization, grupo que respaldó a Sanders. A principios de este mes, le pidió a Biden que adoptara el plan de Sanders después de calificarlo con una B+ en su 'Tarjeta de Calificación de Realidad Climática', en la que Biden obtuvo una D+.
"Ojalá tuviéramos suficiente tiempo para hacer las cosas gradualmente, pero vamos a perecer si hacemos eso", aseguró.
Aunque Sanders ha respaldado a Biden, también ha insinuado previamente que la campaña de su antiguo rival es demasiado respetuosa con los donantes corporativos y le preocupa asustar a las grandes compañías de energía.
" Necesitamos un presidente que le guste que esas compañías lo odien", dijo Sanders recientemente.
'Fracking'
Hasta ahora, Biden se ha negado a imponerle una prohibición al carbón o a la fracturación hidráulica ('fracking, en inglés), la polémica técnica de perforación mediante la cual se bombea agua y productos químicos dentro de formaciones rocosas subterráneas, y que ha ayudado a Estados Unidos a volverse autosuficiente en materia de energía en los últimos años.
El problema de la fracturación hidráulica expone un conflicto inherente en el Partido Demócrata, que durante mucho tiempo se ha considerado defensor de los obreros y los sindicalistas. Aunque Sanders le ha dado prioridad a la urgencia del cambio climático antes que a los obreros de las llamadas industrias sucias, Biden continúa hablando sobre la necesidad de proteger la salud de los mineros del carbón e invertir en sus comunidades.
El plan de Biden les garantizaría a esos trabajadores cinco años de su salario actual, asistencia de vivienda y capacitación laboral, entre otras cosas.
En lugar de eliminar la energía nuclear, que produce cero emisiones de carbono, pero genera residuos altamente tóxicos, Biden también ha abogado por la innovación para hacer que las plantas sean más seguras y más eficientes.
El efecto del covid-19
Queda por ver si la crisis del calentamiento global seguirá en la mente de los votantes en noviembre debido a la pandemia de coronavirus. Por otro lado, el brote de covid-19 ha prácticamente eliminado en un abrir y cerrar de ojos la industria de la fracturación hidráulica debido a la caída de la demanda y del precio del petróleo y el gas, lo cual podría sacar esos empleos del debate sobre la política climática.
Si esos empleos no regresan, los demócratas podrían unirse en torno a programas para capacitar a los trabajadores del sector de los combustibles fósiles para el futuro auge que se augura en los empleos renovables en los sectores de la tecnología eólica, solar, geotérmica y otras de energía limpia.
Lagunas dice que el virus covid-19 es un recordatorio de la necesidad de una acción urgente para proteger a la humanidad y al mundo viviente. "Es una instantánea de cómo es una crisis mundial", dijo. "Debajo de eso hay un movimiento ... la gente quiere recuperar su futuro y necesitamos que el gobierno se haga presente", añadió.
En lugar de adoptar un enfoque gradual, Lagunas y otros partidarios de Sanders hablan de la necesidad de una "reasignación" de recursos y de confiar más en que la tecnología brindará las soluciones de energía limpia para una transición rápida hacia un futuro de cero emisiones.
'Ansiedad ecológica'
Aunque muchos dicen que votarán por Biden en noviembre debido a que acepta la necesidad de tomar medidas ahora para detener el calentamiento global, advierten que la creciente " ansiedad ecológica" provocará una oleada de presión popular si no hace lo suficiente.
" Estamos ante una generación que no cree que pueda sobrevivir", dijo Lagunas, quien recorre el país educando a los jóvenes líderes climáticos.
Sam Van Leer, de 55 años, hijo de un destacado experto en el clima, residente de Miami y fundador de Urban Paradise Guild, cuyo propósito es recrear hábitats nativos en la ciudad, dice que lugares como el sur de Florida no pueden permitirse el lujo de aceptar el enfoque incremental de Biden.
" La fracturación hidráulica está alimentando el cambio climático, literalmente está ahogando Miami", dijo, señalando que cada vez más se inundaban las calles durante las mareas altas.
Alega que Biden puede darse el lujo de moverse hacia la izquierda en el tema del cambio climático, pues los demócratas aprecian cada vez más la necesidad de acciones urgentes, y los republicanos conservadores no van a votar por él de todos modos.
" Lo que necesita es participación y entusiasmo de los votantes. Al igual que [el presidente] Obama nos dio esperanza, me gustaría que Biden nos diera la esperanza de un mundo mejor", dijo.
La istración Obama adoptó una postura firme en cuanto al cambio climático, especialmente en su segundo mandato, durante el cual logró el histórico Acuerdo de París contra el cambio climático, y consiguió que se aprobaran las normas de economía para el combustible de automóviles que reducen enormemente las emisiones. Desde entonces, Trump ha revertido esos avances.
Divisiones politicas
Mientras los progresistas intentan presionar a Biden para que sea más audaz, el Partido Republicano ya se está preparando para atacarlo por estar dispuesto a sacrificar empleos de obreros y de la clase media por una agenda "socialista" extrema.
Sin embargo, las encuestas sugieren que el medio ambiente es, de hecho, un problema más divisionista a nivel interno para los republicanos. Mientras que los republ icanos más jóvenes y mayores a menudo suelen ver el tema de forma diferente, los demócratas más jóvenes y mayores tienen opiniones bastante similares sobre el medio ambiente.
Esas divisiones se han ampliado desde que Donald Trump llegó a la presidencia. Una encuesta de la Universidad George Mason en diciembre de 2018 reveló que el 92% de los posibles votantes demócratas apoyaban las ideas incorporadas en el Green New Deal, contra apenas el 64% de los republicanos.
Seis meses después, el apoyo entre los republicanos ha disminuido debido a meses de cobertura mediática negativa por parte de los medios conservadores, encabezados por Fox News. Pero entre los demócratas aumentó el apoyo.
Eso podría perjudicar a Biden en algunos estados industriales del Medio Oeste, el famoso Cinturón de Óxido, donde Trump sorprendió a Hillary Clinton en 2016.
Pero las encuestas muestran que el clima es un tema electoral cada vez más importante para los votantes. Y, ya no es sólo una preocupación para los jóvenes más radicales. A nivel nacional, el número de personas "alarmados" por el cambio climático se ha triplicado hasta el 31% desde 2014, según encuestas de las universidades Yale y George Mason.
Algunos expertos dicen que sería un gran error para Biden no tenderles la mano a esos votantes, especialmente en unas elecciones cerradas donde la participación podría marcar la diferencia. Aunque Biden ha tenido buenos resultados en los sondeos en los estados primarios entre los votantes que calificaron el clima como su cuestión prioritaria, una considerable cifra del 28% prefiere a Sanders, según una recopilación de encuestas de salida del Washington Post.
"Los partidarios de Bernie Sanders son apasionados por el medio ambiente y Joe Biden tiene que seducirlos agresivamente. Tiene que entusiasmarlos demostrando que va a adoptar una postura firme en cuanto al cambio climático", dijo Edward Maibach, director del Centro de Comunicación del Cambio Climático de la Universidad George Mason.
"De lo contrario, quizás se queden en casa. Es profundamente personal. Quieren que su voto cuente para ellos, no sólo que cuente en una elección", añadió.