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Elecciones 2016

"Nos vemos en Indiana", el nuevo grito de guerra de las fuerzas anti-Trump

La campaña republicana pone rumbo al estado del Medio Oeste, donde los que se oponen al magnate esperan ampararse tras Ted Cruz para evitar que se lleve los pocos pero cruciales delegados del estado.
27 Abr 2016 – 03:25 AM EDT
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Simpatizante de Trump lleva un cartel en evento en Indiana Crédito: Scott Olson / Getty Images

Fue raro ver a Ted Cruz, el gran perdedor de la noche del llamado supermartes del Noreste, salir de primero en las pantallas de la televisión, antes incluso de que se supieran los resultados de la jornada.

Cruz siempre supo que en el noreste los astros no estaban de su lado y no tenía que esperar a conocer los resultados de las primarias en Pennsylvania, Maryland, Delaware, Connecticut y Rhode Island.

Y por eso, antes incluso de que cerraran los centros de votación, salió a reconocer que su contrincante Donald Trump tendría una “buena noche”, con unas palabras que no tuvieron ese sonido de cuando se felicita al contrincante que gana en buena lid.

Hay que darle crédito al aspirante republicano por salir con su mejor cara a hablar a sus seguidores en Knightstown, Indiana, justo en el día desastroso en el que pasó de segundo a tercero.

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Ted Cruz: "Esta será una buena noche para Donald Trump"


Aunque sigue a Trump en conteo total de delegados, este supermartes Cruz sacó cuatro terceros lugares y sólo en Pennsylvania un segundo con apenas el 21% de los votos.

Para alguien cuya campaña se basa en repetir que es el “único que puede derrotar a Donald Trump”, Cruz no logró sumar delegados para la convención nacional de julio en Cleveland y queda matemáticamente imposibilitado de lograr en lo que queda de primarias el respaldo necesario para lograr la nominación.

Su única esperanza es ver cómo seducir a alguno de los 54 delegados de Pennsylvania que, por reglas del partido, quedan “sin compromiso” hasta que se vaya a seleccionar al nominado presidencial.

Y lo que pase el próximo martes en Indiana.

La última trinchera

Mientras se definían las cosas en el noreste, Cruz ya estaba en Indiana, el estado en cuyas primarias está centrando su estrategia de impedirle al magnate llegar al número de 1237 delegados necesarios para obtener la candidatura.

“Volvemos a terrenos más favorables, regresamos a Indiana”, dijo un Cruz que quería sonar optimista pese a la paliza recibida y en ese momento aún por oficializarse.

El senador y su rival, hoy transformado en circunstancial aliado, el gobernador de Ohio, John Kasich, acordaron esta semana un pacto para dejarse espacios libres donde uno de ellos tenga mayores opciones de triunfo frente a Trump, o al menos de reducir el tamaño de sus victorias.

A Cruz le ha quedado Indiana como campo de una batalla que puede ser la final, porque si bien ganar los 57 delegados que reparte no van a darle el número que necesita Trump, perderlos si puede poner en riesgo su ruta a la nominación. Y por eso Cruz se los quiere quitar a toda costa.

Los arsenales están ya desplegados. Grupos anti-Trump empezaron a bombardear desde la semana pasada los espacios publicitarios con una ofensiva de unos 1,5 millones de dólares.


La campaña de Trump tomó la inusual decisión de desembolsar casi un millón de dólares para contrarrestar la propaganda “enemiga” y el propio empresario-candidato tenía planeadas sus primeras visitas al estado del Medio Oeste al día siguiente de su exitoso supermartes.

De película

En sus palabras en Knightstown, Cruz hizo una confusa referencia cinematográfica y deportiva, al hacer que uno de sus asistentes midiera la altura del aro de basquetbol de la cancha en la que hablaba.

Era un gesto sacado de una vieja película (Hoosiers, 1986) basada en una historia real de un pequeño equipo de Indiana que contra todo pronóstico gana el campeonato estatal.

El entrenador (Gene Hackman en la película) hace medir el tablero para mostrar, como señaló Cruz, que todos los aros tienen la misma altura (10 pies o 3,3 metros) y por tanto están al alcance de todos.

Pero la analogía no solo pareció perderse para muchos dentro y fuera de la cancha, sino que resultó irónica porque, al fin y al cabo, en todos los estados donde se han realizado primarias, esas proporciones se cumplen sin que hayan significado alguna ventaja para Cruz.

¿Por qué habría de influir en Indiana? Sólo el senador puede saberlo.

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