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Elecciones 2016

La guerra entre Trump y los medios da impulso a su campaña

La tortuosa relación con los medios de prensa ha sido un dolor de cabeza conveniente para el nominado republicano. En medio de su constante ataque, la confianza de los estadounidenses en el Cuarto Poder ha caído a mínimos históricos.
17 Sep 2016 – 04:37 PM EDT
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"En cuanto a los votantes, históricamente han sido los que en Estados Unidos han frenado las tendencias radicales hacia la derecha o hacia la izquierda". Crédito: Getty

“Los odio, váyanse al infierno. Nos hacen la vida imposible a todos, los odio”. Ese fue el mensaje que una de las seguidoras de Donald Trump gritaba a todo pulmón hacia el lugar donde se apostaban los medios de comunicación durante el último evento de la campaña en Austin, Texas, el 24 de agosto.

La mujer no estaba sola. Varios de los oradores que precedieron a Trump enviaron el mismo mensaje, incluyendo R.W. Bray quien está a cargo de la relación con los afroamericanos en Texas.

La falta de confianza en los medios de comunicación ha sido una tendencia fuerte en este ciclo electoral, una que Trump ha sabido encarnar a la perfección.

“Las personas que trabajan en los medios de comunicación son las más deshonestas que existen”, es una de las frases comunes del nominado republicano, quien alega que la industria tiene una inclinación natural hacia los demócratas, en este caso Hillary Clinton.

Sin ir más lejos, el mes pasado el multimillonario envió una encuesta a sus seguidores para demostrar que el pueblo estadounidense no está de acuerdo con “los medios deshonestos”.

“Es hora de hacer a los medios responsables por tratar de robarnos la elección”, decía el mensaje.


Sentimiento generalizado

Una encuesta realizada por Gallup de esta semana mostró que la confianza de los estadounidenses está en mínimos históricos. Sólo 3 entre 10 estadounidenses confían mucho o lo suficiente en los medios de comunicación, respecto a la publicación de noticias balanceadas y precisas.

La confianza en los medios comenzó una franca disminución desde 1998, entonces 6 entre 10 estadounidenses tenían una imagen positiva de la industria.

La caída coincide con una falta de confianza general en las instituciones, de acuerdo al estudio, que incluyó a 1,025 adultos a nivel nacional.

“Trump se ha alimentado de esta desconfianza y eso ha reforzado su popularidad”, aseguró Ed Wasserman, decano de la escuela de postgrado en periodismo de la Universidad de Berkeley.

“Pero no creo que esto le haya ayudado a ganar más seguidores, porque entre los candidatos republicanos ya es una rutina criticar a los medios. Entre ese público ya existe una base de cero confianza con la industria”, agregó.

En la opinión de Michael Traugott investigador del centro de estudios políticos de la Universidad de Michigan, Trump obtuvo un mayor beneficio de su postura en contra de los medios en las primarias.

“Ahí le dio más popularidad, pero ahora ya no se está beneficiando de esto. En las primarias obtuvo mucha publicidad gratuita, cuando su campaña logró éxito, los medios todavía eran poco críticos con él", dijo.

"Pero desde junio han comenzado las preguntas duras sobre política, finanzas personales y su estilo de campaña”, explicó Traugott.

Publicidad gratuita

Las campañas gastan millones de dólares en publicidad para dar a conocer a los candidatos, tanto en las primarias como la elección general.

Según la estimación de Wesleyan Media Project en la elección 2012 el Presidente Barack Obama gastó más de $265 millones en avisos publicitarios en 63 mercados, Mitt Romney, el candidato republicano, invirtió más de $105 millones en 78 mercados.

Pero en el caso de Trump la tortuosa relación que tiene con los medios de comunicación, además de su estilo incendiario, le abrieron la puerta a una cobertura privilegiada y gratuita de los medios de comunicación.

En la opinión de Wasserman si hay algo diferente en este ciclo electoral, respecto a la relación con los medios, es justamente eso.

“Recalibrar la necesidad y valor de la publicidad que pagan las campañas para llegar a la opinión pública ¿es tan necesario?”

Otro punto que vale la pena analizar de acuerdo a Wasserman es el estatus de celebridad y su combinación con la política.

“El estatus de celebridad de Trump le valió más atención y cobertura, ¿debieran las campañas centrarse en candidatos con este perfil? Es una pregunta válida luego de esta elección”, planteó.

Tregua

Los asesores de Trump han insistido por un cambio de giro con los medios en la recta final de la elección y parecen estar lográndolo.

Hasta agosto la campaña de Trump le había negado a credenciales de prensa a medios como Washington Post, Buzzfeed, Univision, Daily Beast, entre otros.

La campaña insistió en que estos medios no daban una cobertura justa.

Ahora esa política cambió, porque según el candidato “los medios ya no lo pueden tratar peor de lo que lo hacen”.

Pero analista como Traugott lo atribuyen a la influencia interna en la campaña.

“Su nuevo personal lo está tratando de posicionar en una imagen más moderada para la elección general en muchos temas”, explicó.

Pero Trump es Trump y ahora se aproximan las tres pruebas más grandes en su imagen medial antes de la elección: los tres debates presidenciales. Será entonces cuando se podrá confirmar ¿qué pesa más?

Si el ala moderada de asesores que quieren dosificar su llegada o su personalidad y el perfil de estrella televisiva que predominó en las primarias.

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