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Elecciones 2016

Así se construyó el triunfo de Catherine Cortez Masto, la primera latina en llegar al Senado

La historia sobre el poder del voto hispano sí se pudo contar en Nevada. No solo la exprocuradora llega al Congreso sino también Ruben Kihue, un hijo de inmigrantes mexicanos, tendrá una silla en la Cámara de Representantes. El estado aquí se volvió azul.
9 Nov 2016 – 03:16 AM EST
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LAS VEGAS, Nevada - De la mano de la candidata demócrata Hillary Clinton y de pesos pesados del partido como el mismo presidente Barack Obama que estuvo haciendo campaña por ella, Catherine Cortez Masto logró, sin hablar una gota de español, despertar al electorado hispano que se volcó a las urnas y la convirtió en la primera latina en llegar al senado.

Casi dos horas después de conocer los resultados, la flamante senadora se dirigió a sus seguidores en el centro de convenciones del hotel Aria en Las Vegas, vistiendo un traje azul y agradeciendo a los presentes por haber convertido el estado en demócrata.

"Es hora de que pasemos una reforma migratoria integral y trabajaré por ello", aseguró Cortez Masto ante una audiencia predominantemente latina que celebraba los grandes triunfos locales, pero seguía acongojada por las victorias de Donald Trump en otros estados, especialmente en Florida.

Aquí el voto hispano fue la gran estrella de la noche, pues también le dio los 6 votos electorales de este estado oscilante a Clinton. "Si la presidente es Hillary Clinton trabajaré con ella por nuestra comunidad y si es Donald Trump, les recuerdo que para eso exite el sistema de contrapesos. Ahí estaremos", dijo minutos antes de conocerse que el magnate se quedó con la presidencia de Estados Unidos.

Así las predicciones se cumplieron: los hispanos de Nevada no solo salieron a votar en masa sino que hicieron un trabajo de filigrana para darle su lugar en el Congreso a Cortez Masto con el 48% de los votos, es decir casi 450,000.

La exprocuradora de Nevada por 8 años venció así al candidato republicano, Joe Heck, quien tuvo una caida en las encuestas desde que le quitó su apoyo a Donald Trump. Aunque se lo reiteró despues de muchos ires y venires, los seguidores del magnate se lo cobraron a Heck en las urnas.

Con su triunfo Cortez Masto detuvo la única posibilidad real de que los republicanos voltearan un asiento demócrata: el que deja el senador Harry Reid, quien se retira después de 28 años en el Congreso.

Reid no solo ha sido el aclamado líder de la minoría del Senado sino que también trabajó con filigrana la participación de los hispanos en el estado a niveles récord. Eso le abrió el camino a su heredera y de paso a Clinton.

Esa participación también hizo ganador a otro hijo de la casa, quien logró un escaño en la Cámara: el mexicano Rubén Kihuen. El actual senador estatal tomó el escenario este martes antes que ella y recordó apasionado que su madre Blanca trabajó por 22 años como ama de llaves en la industria hotelera. "Esta es la muestra del sueño americano: una familia que se vino de Guadalajara, México con una mano adelante y otra atrás y logró que uno de sus hijos se convirtiera en el primer inmigrante en llegar a la Cámara por el estado de Nevada", aseguró.

Los Tigres del Norte: sus embajadores

En las últimas 48 horas, antes de su gran noche Cortez Masto no pudo conseguir mejores embajadores para atraer el voto de la comunidad hispana que los Tigres del Norte. En supermercados, puestos de votación, restaurantes de hoteles donde los trabajadores tomaban su merienda, la candidata se apareció con el grupo de música norteña que ya venía promoviendo el voto latino por la boleta demócrata, incluso desde antes de la fiesta que le brindaron a Hillary Clinton tras el tercer debate presidencial que tuvo lugar aquí en Las Vegas.

“A Catherine la conocimos hace como un mes pero nos enamoramos de su humildad” dijo Jorge Hernández uno de los cinco integrantes de los Tigres en una de esas escenas tras bastidores mientras se preparaban para insistir en su mensaje de lo histórico de las elecciones y la necesidad de arrastrar a padres, hermanos, hijos, primos, vecinos y demás hasta las urnas.

Enfundados en traje y corbata en vez de sus tradicionales atuendos de charros, anduvieron en una camioneta blanca por todo Las Vegas compartiendo con votantes latinos que siempre se quedaron esperando que cantaran. Finalmente esta noche electoral fueron el plato fuerte de la noche.

El aprecio que le tienen al grupo musical dentro de la comunidad latina movilizó buen número de votos, aunque no tantos como el mismo Trump. Si hay un estado en el que no se podía pelear con sus trabajadores era en la tierra de los sindicatos. Hace un año los empleados de la torre Trump se ganaron el derecho a convertirse en Unión pero el magnate nunca quiso sentarse en la mesa a negociar con ellos.

“Desde entonces comenzó una acción fuerte aquí en Nevada para apoyar a los demócratas”, dijo Yvanna Cancela, directora política de la Unión Culinaria, el sindicato de trabajadores de la industria hotelera más grande del país: solo en Nevada tiene 57.000 y casi el 60% son latinos.

“Más de 2200 personas aplicaron para ser ciudadanos en 3 meses, y luego registramos a casi 8000 de nuestros para votar”, dijo Cancela.

Buena parte de esta fuerza de electores trabajó entusiasta tocando puertas y haciendo llamadas casi hasta el cierre de urnas para darle la victoria estatal a Clinton y elegir a Cortez Masto y a Kihuen.

“Como parte de los derechos por estar en el sindicato, tuvimos cuatro meses de licencia para hacer campaña”, cuenta María Elena Castro otro miembro de la Unión que lleva trabajando 7 años como mucama en el hotel MGM y llegó hace 25 años desde México. Votante por primera vez, dice que se identifica con los candidatos hispanos “porque comparten mis intereses, me representan, ¿cómo no hacerles campaña para que mis hijos tengan un mejor futuro?”

Carmela Pérez, afiliada al sindicato desde 2004, opina igual. Trabajadora del hotel MGM es madre de 5 hijos, 2 de los cuales nacieron al igual que ella en Nayarit, México. “Tenemos que luchar por nuestra seguro médico, salario y familias”, me dice mientras revisa unas planillas con las últimas llamadas preelectorales, y dice orgullosa que votó por primera vez en respuesta al odio que oyó durante toda la campaña.

“Yo tengo un hijo Marine que acaba de regresar de Afganistán y es una ofensa para mi que alguien como Donald Trump no lo considere un patriota y pudiera ser su comandante en jefe”. Dice que espera que Cortez Masto proteja a los inmigrantes de las deportaciones porque todavía hay muchas familias sin estatus legal.

El abuelo de Chihuahua

Si algo en lo que conecta Cortez Masto con esta comunidad es cada vez que habla de sus orígenes. Esta noche repitió como en todos sus mitines que su abuelo Edward Cortez vino de Chihuahua, México, cruzó el Río Grande, sirvió en el ejército de los EEUU, se convirtió en ciudadano y luego a principios de los 40, se mudó con toda la familia de Las Cruces, Nuevo México a Las Vegas. "Mi familia salió adelante con el trabajo de panadero de mi abuelo y el de minorista de mi abuela (Mary Tapia)".

Su padre Manuel J "Manny" Cortez creció en un barrio pobre del norte de las Vegas; durante su servicio militar fue a la guerra de Corea y a su regreso se casó con la italiana Joanna Musso, con quien tuvo dos hijas, Catherine y Cynthia.

Manny Cortez, quien falleció en 2006, fue una figura pública muy conocida en las Vegas pues luego de comenzar como asistente de parqueaderos en el hotel y casino Stardust, encabezó la Autoridad de Convenciones y Visitantes de Las Vegas por 13 años, y también sirvió como Comisionado del Condado de Clark por otros 15, puestos en los que impulsó el turismo de la ciudad a gran escala. Es más, a él se le atribuye la creación de la famosa marca de la ciudad "lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas".

Muchos de esos valets persiguieron a Catherine en sus visitas a los hoteles para tomarse una foto con ella. Y con los Tigres del Norte. Ella les recordó que su padre empezó como ellos y que no hay sueños pequeños.


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