Aunque el gobierno de Estados Unidos dice que está atendiendo el tráfico de armas, su vecino del sur reclama que más de 500,000 pistolas, escopetas y rifles de asalto cruzan ilegalmente a su país cada año. El primer eslabón de esa cadena son los llamados “compradores de paja”, quienes revenden el arsenal a los carteles. Un exagente federal dice que pocos traficantes están enfrentando la justicia.