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Educación Especial

Gobierno recuerda a escuelas que tienen obligación de identificar y tratar a niños con déficit de atención

Una de cada nueve querellas por discriminación en la escuela son de niños que padecen de Desorden de Déficit de Atención e Hiperactividad.
27 Jul 2016 – 12:06 PM EDT
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Un estudiante discapacitado puede tener un buen desempeño académico y participar de actividades cotidianas de manera normal, y esas condiciones no eximen a la escuela de proveerle servicios. Crédito: AFP/GettyImages

El gobierno estadounidense envió una circular a los distritos escolares de todo el país para aclararles la obligación que tienen las escuelas de evaluar y proveerles tratamiento a estudiantes con desorden de déficit de atención e hiperactividad (ADHD), quienes integran uno de los grupos de estudiantes más discriminados y fuertemente disciplinados en las escuelas.

Fue necesario enviar la circular porque, según el Departamento de Educación, durante los últimos cinco años ha recibido más de 2 mil querellas de discriminación de parte de estudiantes con ADHD con dificultades académicas o de conducta porque no los han evaluado a tiempo o apropiadamente, o no reciben los servicios, ayuda o educación especial que requieren.

El ADHD es un trastorno que hace que a un niño le sea difícil concentrarse, prestar atención o tener paciencia. Sus síntomas principales son la falta de atención, impulsividad e hiperactividad, y pueden llegar a afectar su desempeño académico y comportamiento en el hogar.

Según datos del Centro de Control y Prevención de Enfermedades, más de seis millones de jóvenes entre los 4 y 17 años de edad en EEUU han sido diagnosticados con ADHD, y la condición es más prevalente entre niños que niñas.

En su circular el Departamento afirma que maestros y es resolvieron adecuadamente la mayoría de las querellas por discriminación contra los estudiantes con ADHD, pero que "muchos otros no están familiarizados con este desorden o cómo pudiera impactar el igualitario de un estudiante a los programas del distrito escolar".

Entre los puntos más relevantes de la carta, el Departamento explica que las escuelas tienen el deber de evaluar a un estudiante cuando este necesita educación especial o se cree que la necesita.

Problemas de conducta o falta de concentración son indicios de que un estudiante pudiera padecer de ADHD y la escuela debe estar alerta a estas señales y evaluar al alumno para confirmar o descartar la condición.

Según datos de la Oficina de Derechos Civiles del Departamento, los estudiantes con discapacidades son más suspendidos, encerrados o restringidos físicamente en la escuela que los estudiantes sin discapacidades, porque exhiben problemas de conducta precisamente por sus condiciones.

Penalizarlos, sin embargo, por conductas que son manifestaciones de su discapacidad, es ilegal.

Por otro lado, la misiva aclara que un estudiante discapacitado puede tener un buen desempeño académico y participar de actividades cotidianas de manera normal, y que esas condiciones no eximen a la escuela del deber de proveerles servicios de educación especial.

También recuerda que las escuelas tienen el deber de proveerles a los padres o tutores de los estudiantes el derecho a apelar decisiones que tomen con sus hijos respecto a la identificación, evaluación o ubicación en un programa de educación especial.


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