Un avión comercial colisiona con un dron cuando se acercaba al aeropuerto de destino

Un avión comercial chocó contra un dron en Canadá el pasado jueves, según informó el Ministerio de Transporte de este país, convirtiéndose así en la primera vez que sucede este incidente en el país.
El aparato golpeó una de las alas de la nave, de la aerolínea Skyjet, cuando estaba en el momento final de su descenso al Aeropuerto Internacional Jean Lesage de la ciudad de Quebec.
El encuentro del avión, en el que viajaban seis pasajeros y dos de la tripulación, con el dron se produjo a tan solo tres millas del aeródromo y a 1,500 pies de altura (450 metros), según explicó Marc Garneau, ministro de transporte de Canadá, a CBC News. Nadie resultó herido.
Garneau, que se manifestó "extremadamente preocupado", indicó que el accidente "no debería haber ocurrido. Ese dron no debería haber estado (ahí)", indicó. "Podría haber sido mucho más serio", subrayó al explicar las consecuencias de que dicho artefacto hubiera chocado contra la cabina o en el motor.
El avión, un Beech 100 King Air de doble hélice, pudo finalmente aterrizar sin problema. En todo caso, en Canadá está prohibido volar este tipo de drones en un perímetro de 3.4 millas (5.5 kilómetros) de un aeropuerto y a 1.1 millas (1.8 km) de un helipuerto sin autorización. Asimismo, no se pueden elevar a más de 300 pies (90 metros).
Las multas previstas para los que violan estas reglas pueden ascender hasta 25,000 dólares canadienses (unos 20,000 dólares estadounidenses) y pueden suponer pena de cárcel.
En un comunicado, el ministro afirmó que en este año, 1,596 incidentes con drones han sido reportados, de los cuales 131 se considera que han podido poner en peligro la seguridad de los aviones.
"Aunque la gran mayoría de los operadores de aviones no tripulados (drones) vuelan de manera responsable, el temor a incidentes como este lo que me impulsó a actuar y emitir medidas de seguridad provisionales que restringen los lugares en los que los aviones no tripulados pueden utilizarse", recalca la nota.
En Estados Unidos, el cada vez mayor número de estos artilugios ha hecho que la preocupación por la seguridad en el aire vaya en aumento. La istración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) reconoció a mediados de 2017 que este incremento "ha creado un número de retos regulatorios y técnicos" tanto para esta agencia como para el Departamento de Transporte (DOT, en inglés).
En febrero, la FAA emitió un comunicado, en el que hacía un recuento de los reportes sobre posibles choques entre un dron y un avión. "Hubo 1,274 reportes desde febrero a septiembre del pasado año, comparado con 874 en el mismo periodo en 2015".
En todo caso, la misma agencia reconoció que "hasta la fecha, la FAA no ha podido verificar ningún choque entre un avión civil y un dron civil. Las investigaciones revelaron que los supuestos choques eran o bien aves, impactos con otros objetos como cables o postes o fallos de la estructura" sin relación con uno de estos artefactos.