Maestros indocumentados temen por su futuro y el de estudiantes cuando Trump asuma el poder

Maestros indocumentados que enseñan en escuelas en más de una docena de ciudades de EEUU han expresado temor por su futuro tras la elección de Donald Trump, pero también se mantienen firmes en que defenderán a sus estudiantes indocumentados antes las amenazas de deportación.
Los maestros son de la organización Teach For America (TFA), que recluta a universitarios recién egresados y a profesionales de todas las especialidades e intereses para que se comprometan a enseñar durante por lo menos dos años en escuelas públicas de zonas urbanas y rurales.
Desde el año 2013, TFA ha estado itiendo a profesionales indocumentados en sus filas y proveyéndoles servicios legales para obtener sus licencias para ejercer y renovar sus permisos de empleo, pero todo ese trabajo peligra si el gobierno entrante decidiera cancelar la Acción Diferida del 2012 (DACA) y utilizar la información en su poder para deportarlos.
Tras la victoria de Trump en las elecciones presidenciales de noviembre pasado, la organización se ha estado concentrando “en asegurarnos de que todos los maestros tuvieran un espacio para que pudieran expresar lo que estaban sintiendo", dijo a Univision Lorena Lorena Tule-Romain, gerente de Apoyo a Maestros con DACA en TFA.
"En ese espacio nos dimos cuenta de que había mucho miedo de que les fueran a quitar su estatus legal y mas allá de eso, de que afectara a sus familiares y también a sus estudiantes”, agregó.
Tule-Romain explicó que a los maestros del programa DACA de TFA les preocupa, sobre todo, que cuando solicitaron acogerse a la Acción Diferida “les dieron toda su información al USCIS (Servicio de Inmigración y Ciudadanía), entonces hay esa posibilidad de que puedan utilizar esa información contra ellos”.
“El miedo sí es impresionante”, agregó la maestra.
¿Cómo se formó el cuerpo de maestros indocumentados?
La historia de estos maestros es un reflejo de la vida de la propia Tule-Romain y su hermana Viridiana Tule-Carrizales, directora del programa de Maestros con DACA en TFA.
Ambas nacieron en México y llegaron como indocumentadas a EEUU a los 9 y 11 años de edad, respectivamente.
Se radicaron en Dallas pero Viridiana dice que nunca se dio cuenta de lo que implicaba ser indocumentada hasta que en 2005 comenzó el proceso de solicitar isión a la universidad desde secundaria.
”Iba a entregar mi aplicación y mi consejero en la escuela me dijo que necesitaba un Seguro Social y que si no tenía ese Seguro Social no podía ir a la escuela”, cuenta Tule-Carrizales.
“Me sentí como que todo el trabajo que había hecho fue en vano y no solo mi trabajo como estudiante, pero el hecho de que mis papás habían venido a este país para darnos esa oportunidad de recibir una educación”, dice.
De casualidad, dice, encontró a una persona que tras conocer su historia le dijo que Texas sí proveía ayuda financiera estudiantil a los indocumentados y además podían pagar colegiatura como residentes en el estado.
Ambas hermanas pudieron estudiar en la Universidad de Texas en Austin pero los obstáculos profesionales que hallaron al graduarse de la universidad -porque un título era básicamente insignificante sin autorización para trabajar legalmente- las llevó a trabajar con estudiantes indocumentados.
Cuando el DACA entró en vigor en 2012 ya las hermanas estaban en proceso de ajustar su estatus migratorio por matrimonio y hoy en día son ciudadanas estadounidenses.
Tule-Carrizales comenzó a trabajar con TFA en 2013 y con DACA “nos dimos cuenta de que esto nos podía dar una oportunidad de atraer a maestros indocumentados a nuestros salones, para que pudieran ser líderes y modelos a seguir entre nuestros estudiantes”.
Este dato es importante porque múltiples estudios indican que si un estudiante comparte experiencias, cultura o idioma con su maestro, se siente más cómodo y el educador tiene un impacto positivo en su desarrollo académico.
Así fue que la organización creó su grupo de apoyo para maestros indocumentados y hoy en día hay 100 educadores enseñando en 16 ciudades del país, más 46 egresados que ya terminaron el programa.
Los maestros trabajan en escuelas solo en estados que permiten a los indocumentados obtener licencias profesionales para ejercer y TFA les provee servicios legales para obtener las licencias y para renovar sus permisos de trabajo cada dos años.
Quieren proteger a sus estudiantes
Además, los maestros de TFA reciben becas para capacitación profesional y múltiples beneficios.
Todo ese aparato, sin embargo, peligra por la política migratoria del gobierno entrante, que ha amenazado con deportaciones masivas de indocumentados.
Sin embargo, Tule-Romain asegura que los maestros DACA de TFA siguen firmes en sus puestos y no piensan dejarlos.
“Quieren seguir en sus clases y asegurándose de que sus estudiantes estén protegidos y que no tengan miedos a esas deportaciones que puedan ser realidad en unos meses cuando el nuevo presidente llegue a la Casa Blanca”, dijo.
Tule-Carrizales agregó que TFA ha expandido los servicios de apoyo legal a esos maestros para que “uno: tengan un poco más información acerca de los posibles escenarios que pueden pasar, y segundo: para que ellos mismos, nos estamos dando cuenta de que algunos maestros pueden cualificar para ajustar su estatus fuera de DACA y no sabían”.
Los egresados indocumentados, no necesariamente con títulos en educación pero con interés de enseñar en escuelas urbanas o rurales pueden solicitar ingreso al programa DACA en la página web de Teach For America, hasta el próximo 9 de diciembre.