Ver una pelea de Pacquiao en primera fila: los “regalos” que un capo le dio a un agente de ICE
Félix Cisneros Jr. ha sido el objetivo de una investigación federal desde que era un agente del Servicio de Aduanas y Control Fronterizo (ICE) que recibía casos de narcotráfico y lavado de dinero. Ya pasó un año en prisión por estar al servicio de un jefe de la mafia armenia en California, pero sigue enfrentando acusaciones por esa relación criminal.
Cisneros, de 46 años, fue arrestado nuevamente por agentes federales la semana pasada esta vez por supuestamente aceptar sobornos para favorecer el trámite migratorio de un familiar del mafioso Lev Aslan Dermen, convicto en marzo de 2020 por un fraude fiscal de 1,000 millones de dólares. También le ayudó a evadir operativos policiales en Los Ángeles, de acuerdo con la acusación.
Sobre este caso han surgido nuevos detalles. El más polémico: en abril de 2016 el capo le regaló a Cisneros un viaje en jet privado para hospedarse tres noches en un lujoso hotel en Las Vegas, Nevada. La cereza del soborno era disfrutar en primera fila la pelea de box por el campeonato de peso welter entre Manny Pacquiao y Timothy Bradley Jr. En esa época, ver una contienda de Pacquiao a esa distancia en la ‘Ciudad del Pecado’ llegó a costar más de 22,000 dólares.
Fueron tres días de ensueño que Cisneros supo compensarle a Dermen, según detalla una acusación federal que el Distrito Central de California de la Fiscalía federal envió a Univision Noticias.
De 2015 a 2017, el ahora exagente del servicio de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) recibió al menos 122,000 dólares en efectivo, cheques, paseos y artículos de lujo, alegan los fiscales. Por cada dádiva ilegal que habría aceptado le impusieron un cargo de lavado de dinero. En total son 28 y cada uno de ellos conlleva una condena de hasta 20 años de cárcel.
“No quiero que lo secuestren”
Uno de los primeros favores que Cisneros le hizo al capo armenio fue verificar en septiembre de 2015 en la base de datos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) información sobre uno de sus socios, un alemán identificado con las iniciales W.R. y quien no podía ingresar al país por un delito cometido en Alemania. El agente de ICE le dijo a Dermen que había retirado un antecedente criminal del sistema y por ello le entregó 30,000 dólares en efectivo.
En octubre de ese año, el oficial federal activó una notificación para conocer las operaciones policiales que se hicieran en un domicilio donde la organización de Dermen cultivaba marihuana ilegalmente.
Los fiscales alegan que desde febrero de 2016 Cisneros comenzó a favorecer el trámite migratorio del cuñado del capo, un ciudadano armenio identificado como D.K. Entonces estaba en México porque le habían negado la entrada a EEUU varias veces. Ese mes Cisneros le llamó a un oficial del HSI en San Diego, cerca de la frontera con México, para que redactara un memorando que le permitiera a D.K. cruzar legalmente.
“¿Qué tan pronto podremos hacer esto una vez que tú firmes el memorando? ¿Un día o dos, el mismo día?”, preguntó Cisneros a su colega a través de su correo electrónico oficial. Al día siguiente un alto mando del HSI autorizó el documento, pero este siguió presionando para apresurar la entrada de D.K.
“Por favor, empújalo tan pronto como puedas ya que el inmigrante está temporalmente en Tijuana y no quiero que lo secuestren o lo golpeen. Lol (risas). Gracias”, le escribió al oficial del HSI en San Diego.
El plan falló porque un director fronterizo del DHS rechazó firmar el memorando.
La colaboración con Dermen no paró ahí. En abril de 2016 las autoridades catearon los inmuebles de un socio del mafioso y el agente federal buscó en la base de datos de la Policía para saber si este también estaba bajo el radar. Uno de los datos “sensibles” que le compartió fue que los fiscales federales soltaron el caso y que lo tenían detectives del Sheriff del condado de Los Ángeles.
En las cuentas bancarias de Cisneros y su esposa quedaron registrados varios sobornos: cheques de entre 500 y 4,500 dólares que Dermen le entregó. Una vez se vieron en Beverly Hills, donde el mafioso tenía una empresa de bienes raíces, SBK Holdings USA.
Más policías vinculados al capo
El proceso penal por el cual Cisneros estuvo un año tras las rejas lo acusó de ayudar a un mensajero de Dermen, un mexicano a quien le habían revocado la residencia permanente, para que cruzara sin problemas a través del filtro de seguridad del aeropuerto de Los Ángeles en septiembre de 2013. Engañó a los oficiales aduanales asegurándoles que era un testigo confidencial que venía de México.
Ese hombre en realidad había viajado “para negociar transacciones” con petroleras y empresas de gas en nombre del capo armenio. Al FBI le dijo que se reunió con varias personas y compañías en la Ciudad de México durante una semana a principios de septiembre de 2013.
También itió a las autoridades federales que en nombre de Dermen sobornó a un político californiano no identificado y a una agencia estatal que tampoco ha sido nombrada, para que reemplazaran a un fiscal asignado a una investigación que se centraba en un socio de este.
Otro policía que recibió pagos ilegales del capo es el detective de la unidad antinarcóticos de la Policía de Glendale, John Balian. En 2018 se declaró culpable de los cargos de aceptar un soborno, obstrucción de la justicia y hacer declaraciones falsas. Al año siguiente fue sentenciado a 21 meses de prisión. Las autoridades descubrieron que también tenía conexiones con pandilleros hispanos.
En el juicio contra Dermen por evasión fiscal también fue mencionado Lee Baca, el exjefe del Sheriff del condado de Los Ángeles que renunció al cargo en 2014 por un escándalo de corrupción en el sistema carcelario bajo su mando.
Los fiscales dijeron en un escrito presentado en agosto de 2019 en una corte federal de Utah que un socio del capo, Jacob Kingston, les reveló que Baca recibió un soborno durante una cena con Dermen.
El abogado del exjefe policial no se ha pronunciado. A la fecha, su cliente no ha sido acusado por ese caso. Por obstruir una investigación del FBI en sus cárceles, Baca cumple desde febrero de 2020 una sentencia a tres años en la prisión La Tuna FCI de Texas. Es el reo número 73171-112. El Buró de Prisiones (BOP) informa que saldrá libre el 23 de agosto de 2022.
El mafioso Dermen también está bajo custodia federal. En marzo de 2020 un jurado lo declaró culpable de fraude postal, conspiración para lavar dinero, gasto de capitales blanqueados y otros delitos. Su audiencia condenatoria está pendiente.