Fiscalía alega que un “mafioso” sobornó a un exjefe policiaco de Los Ángeles, un agente de ICE y varios funcionarios

LOS ÁNGELES, California.- Lee Baca, el exjefe del Sheriff del condado de Los Ángeles que renunció en 2014 por “el jefe de una organización criminal del sur de California”.
Varios agentes del orden, jueces y un oficial “de alto nivel” del Departamento de Justicia (DOJ) habrían estado al servicio de Lev Aslan Dermen, acusado de defraudar al Servicio de Recaudación de Impuestos (IRS) recibiendo más de 500 millones de dólares en créditos fiscales de biodiesel entre 2010 y 2016.
Dos policías que estuvieron en la nómina de este mafioso se encuentran purgando condenas en prisiones federales. Uno de ellos es el exagente del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), Félix Cisneros, quien en noviembre fue sentenciado a un año de cárcel por ayudar a que un mexicano con antecedentes penales ingresara ilegalmente a EEUU tras un viaje de negocios en México.
Cisneros, quien llevaba 10 años como agente encubierto de ICE, fue al aeropuerto de Los Ángeles en septiembre de 2013 para recibir a Santiago García, uno de los operadores de Dermen, ya que le habían revocado su residencia permanente. A los oficiales aduanales les dijo que era un testigo protegido.
García, en realidad, venía de participar en varias reuniones “para negociar transacciones” con petroleras y empresas de gas mexicanas en nombre de su jefe. Cisneros lo ayudó por órdenes de Dermen.
El otro policía que recibió pagos ilegales del capo es el detective de la unidad antinarcóticos de la Policía de Glendale, John Balian, quien en 2018 se declaró culpable de los cargos de aceptar un soborno, obstrucción de la justicia y hacer declaraciones falsas. Fue sentenciado a tres años de prisión. Las autoridades no solo descubrieron que tenía conexiones con mafiosos armenios, sino con pandilleros hispanos.
El DOJ alega que no son los únicos funcionarios que recibían sobornos del capo. Otro implicado es el exjefe policiaco Lee Baca, quien supuestamente le aceptó un pago en efectivo durante una cena. Los fiscales dijeron en un escrito presentado el lunes en una corte federal en Utah que dicha acusación será parte del testimonio de Jacob Kingston, quien fue socio del jefe criminal, durante el juicio contra Dermen.
Kingston, quien es director ejecutivo de la empresa Washakie Renewable Energy (WRE), la cual fundó en 2006 para producir biodiesel, se declaró culpable de fraude fiscal y aún no ha sido sentenciado. Su cooperación busca reducir su condena.
El abogado de Baca, Nathan Hochman, declinó hacer comentarios sobre estas acusaciones.
“Un cuento de hadas”, las acusaciones contra Baca
Mark Geragos, uno de los defensores legales de Dermen, calificó estas nuevas declaraciones de Kingston como un “cuento de hadas”.
“El mentiroso que es la fuente de ese cuento de hadas sobre Baca también inventó cosas demostrablemente falsas sobre de su propia familia y es un delincuente que enfrenta una condena a cadena perpetua", dijo el litigante al diario Los Angeles Times.
El juicio contra Dermen, alias ‘Levon Termendzhyan’, comienza el 9 de septiembre en un tribunal de Salt Lake City. Lo acusan de 10 cargos, incluido conspiración para cometer fraude postal y lavado de dinero, por los cuales enfrenta una condena de cadena perpetua. Se declaró no culpable y desde su arresto en agosto de 2018 permanece detenido sin derecho a fianza.
Baca estuvo al frente del departamento de alguaciles más grande de EEUU durante 15 años. Fue el primer Sheriff hispano. Su gestión concluyó abruptamente en 2014 por una acusación de que entorpeció una investigación del FBI centrada en abusos contra reos en cárceles del condado y por mentirle a los detectives sobre su participación en dicho esquema.
En 2017, Baca, de 77 años, fue condenado a tres años de prisión. Él permanece libre en espera que un tribunal federal apruebe su solicitud de apelación.
Otro oficial del orden nombrado en la alegada red de sobornos de Dermen es Anthony Chapa, quien era director asistente del Servicio Secreto de EEUU. Se retiró hace 11 años y desde 2011 ha sido director ejecutivo de la Asociación Hispana de Oficiales de Comando de la Policía (HAPCOA).
Chapa le dijo al diario New York Times que ha recibido donativos de Dermen, pero no dádivas ilegales siendo funcionario de gobierno. Detalló que dos compañías de Dermen que han sido citadas en el caso de fraude fiscal patrocinaron el almuerzo anual de su asociación, con sede en Washington DC.
Agentes federales, fiscales y jueces
En su declaración de culpabilidad, el testigo de la Fiscalía, Jacob Kingston, dijo que conoció a Dermen a finales de 2011 y acordaron someter falsos reclamos fiscales para obtener grandes cantidades de dinero. El capo entonces controlaba varias compañías de combustible, incluyendo Noil Energy Group.
Para mediados de 2013, el mafioso le ofreció una “sombrilla” de os en agencias federales que, según éste, lo protegían para no ser procesado por las autoridades. A cambio pidió mayores ganancias.
Kingston reveló que entre 2014 y 2017 estuvo involucrado en pagos ilegales a varios funcionarios. Contó que él y su hermano Isaiah Kingston, otro acusado en este caso, “participamos en esfuerzos para sobornar a lo que creía que era un funcionario de alto nivel del Departamento de Justicia, llamado ‘Comisionado Gordon’, y otros, incluidos agentes federales, fiscales y jueces”.
Ellos entregaban pagos en efectivo a “Beto”, un agente no identificado que se encargaba de “intimidar a los testigos a través de la fuerza o la amenaza”, señaló en su acuerdo de culpabilidad.
Según el testigo, en al menos dos ocasiones oficiales corruptos les advirtieron antes de que las autoridades ejecutaran órdenes de registro en sus propiedades. Eso les permitió reemplazar los discos duros de computadoras para eliminar evidencia. Los acusados, por su parte, reportaron esas acciones a los agentes en su nómina “para que pudieran tomar las medidas apropiadas”.
“A principios de febrero de 2016, un empleado de WRE (Washakie Renewable Energy) recibió una llamada telefónica que nos informaba sobre órdenes de registro inminentes en mi casa, las oficinas de WRE” y otros lugares, relató Kingston.
Pero también relató que esa “sombrilla” de funcionarios comprados también era usada por el mafioso como “una espada” para amenazar a sus cómplices cuando lo desobedecían.
Residencias de lujo y autos exóticos
Los fiscales dijeron que Kingston también podría testificar que los sobornos se entregaron a funcionarios del gobierno en Belice y a un juez en Turquía. Precisamente a cuentas bancarias de ese país llegaron varios envíos millonarios del mafioso armenio, afirmó el cooperante del gobierno.
Otra parte del dinero obtenido por esta red criminal se usó para comprar una propiedad en Belice para un casino, una casa en el estado de Washington para cultivar marihuana, una vivienda en Utah y una mansión de lujo en Huntington Beach, en California, que le costó más de 8.5 millones de dólares. También invirtieron en Turquía.
No solo Dermen gozó una vida de lujos. En 2013, le regaló a su antiguo socio un Lamborghini Aventador cromado. Respondiendo a ese cumplido, los hermanos Kingston gastaron 1.7 millones de dólares para obsequiarle un Bugatti Veyron en su cumpleaños. Ambos vehículos ahora están en una larga lista de bienes que el gobierno trata de decomisarle a esta organización delictiva.
En el caso del exagente de ICE, Félix Cisneros, los investigadores revelaron otros detalles del excéntrico estilo de vida del capo armenio. El FBI reveló que fue objeto de una investigación porque no declaró que llevaba 38,000 dólares en efectivo en un viaje a Canadá. También detectaron que ha regresado de otros países sin reportar “grandes sumas de dinero”.
El oficial federal que lideró la averiguación contra Cisneros indicó que una vez cuestionó al escuadrón del Crimen Organizado Transnacional en el Hemisferio Este del FBI sobre este personaje y le advirtieron que lo tenían bajo la lupa desde 2013, cuando subió en la estructura de mando de su grupo criminal.
El mexicano Santiago García, el antiguo operador de Dermen que pudo ingresar ilegalmente e EEUU con la ayuda de este agente de ICE, confesó que en nombre de su jefe sobornó a un político californiano no identificado y a una agencia estatal, que tampoco ha sido nombrada, para que reemplazaran a un fiscal asignado a una investigación que se centraba en un socio de este.
El FBI identifica a un local industrial ubicado en la calle Randolph, en la ciudad de Commerce, como una de las propiedades del mafioso en el sur de California. Ahí se reunieron Cisneros y García para discutir la manera como le ayudaría para ingresar al país sin una green card a su regreso a México.
La fiscalía alega que Cisneros habría recibido del representante del jefe criminal cuatro boletos para uno de los juegos finales de la Seria Mundial de beisbol, en los cuales compitió el equipo angelino Dodgers. Le costaron 1,000 dólares y era una forma de agradecimiento por su ayuda en el aeropuerto.
Ambos se volvieron a reunir y entonces el oficial de ICE le expresó que ya no le haría más “favores” al mafioso, ni a sus socios, porque no querían pagarle. El diálogo fue grabado por García, quien ya se había vuelto un informante del FBI. “Esto no es que ‘lo voy a traer por un túnel’. ¿Sabes? No voy a poner en riesgo todo”, reclamaba el agente Cisneros.