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¿Cómo es un mundo neutral en emisiones de gases de efecto invernadero?

Expertos interpretan uno de los conceptos clave del último borrador de acuerdo en París.
11 Dic 2015 – 03:47 PM EST
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Alcanzar la ‘neutralidad en emisiones de gases de efecto de invernadero’ en la segunda mitad del siglo. Este es el principal objetivo a largo plazo introducido en el último borrador del acuerdo de París ( la versión del día 10 a las 21:00 horas). ¿Qué significa este término que puede marcar la política climática de las próximas décadas para el conjunto del mundo? 


Un grupo de expertos en emisiones del Instituto de Recursos Mundiales ( WRI) ha intentado responder a la que es una de las preguntas que más gente se hace en las últimas horas en la Cumbre del Clima. 


La explicación más básica que circula por los pasillos de la COP21 es que se trata simplemente de buscar un balance neutro entre las emisiones generadas y las retiradas o absorbidas de los gases de efecto invernadero (esto es CO 2, pero también CH 4, N 2O, HFCs, SF 6, NF 3…). Sin embargo, esto resulta un poco más complejo.


“Creemos que la neutralidad de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) debe ser interpretado como cero emisiones netas de las emisiones antropogénicas de todos los sectores”, incide Kelly Levin, especialista de WRI. Es decir, que se referiría a las emisiones vinculadas con las actividades humanas. ¿Se podrían descontar entonces los gases absorbidos por bosques naturales?


“Si el propósito es guiar hacia una conducta baja en carbono, debería ser interpretado como el balance entre emisiones GEI antropogénicas y los gases antropogénicos retirados de la atmósfera”, incide Levin, que explica como lo ve ella con un ejemplo: en su opinión no se podrían contar las emisiones absorbidas por sumideros naturales, pero sí las de reforestaciones. 


Por otro lado, la experta de WRI considera también que esta neutralidad debería conseguirse de forma principal reduciendo las emisiones GEI tan cerca de cero como sea posible. Antes de recurrir a las otras formas de compensarlos a través de una cantidad equivalente de gases absorbidos (mediante actividades relacionadas con el uso del suelo) o tecnologías como el de captura y secuestro de los gases (atraparlos antes de que se dispersen y almacenarlos bajo tierra). 


A pesar de toda esta complejidad, para esta experta la inclusión de este concepto no deja de resultar interesante. “En algunos borradores previos del acuerdo estaba mejor especificado la escala y ritmo de las reducciones de gases de efecto invernadero, pero este término es definitivamente clave para mandar un mensaje sobre la transformación necesaria”, destaca Levin. “Es claro que para alcanzar la neutralidad de emisiones de GEI con alguna probabilidad de limitar el calentamiento a 1.5C o 2C, debemos eliminar gradualmente las emisiones antes del año 2100”.


Quien ha sido mucho más crítico con la ambigüedad del término ha sido Greenpeace. “Es un concepto que está muy poco definido, no queda claro qué significa”, comenta Rodrigo Estrada, de la organización en EEUU. Para los ecologistas, hay que ser mucho más claros: “Por qué esta conferencia no puede simplemente decir las cosas como son: debemos parar el petróleo, el carbón y el gas de aquí a 2050 como tarde”.

Al revés, son varios los países en desarrollo que no quieren ni oír hablar de introducir en el texto ninguna alusión a una recorte del uso de combustibles fósiles al considerar que eso puede perjudicarles. 

ACTUALIZACION: En el texto final ya no aparece el concepto ‘neutralidad en emisiones de gases de efecto de invernadero’. El objetivo a largo plazo es conseguir en la segunda mitad del siglo un balance de las emisiones de las actividades humanas y los sumideros de gases GEI. Como se puede comprobar con la explicación de este artículo, esto es más concreto, pero menos ambicioso.


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