Dueño de Tesla afirma que tiene luz verde para conectar en tren Washington DC y Nueva York en media hora
Es el creador de la marca de automóviles eléctricos más valorada del mercado, una empresa que está intentando revolucionar los viajes espaciales y ahora también quiere hacer los viajes interurbanos radicalmente más breves. Elon Musk este jueves sorprendió al país al anunciar en Twitter que acababa de “recibir la aprobación verbal del gobierno” para construir un sistema de transporte subterráneo entre Nueva York y Washington DC.
De acuerdo a los tuits de Musk, el Hyperloop recorrería la zona noreste del país, uniendo el centro de la capital y el centro de la Gran Manzana en 29 minutos. El millonario dijo que tendrá alrededor de una docena de conexiones en el camino, en los que habría ascensores para conectar con ciudades y mencionó a Baltimore y Filadelfia como parte de este recorrido.
“Todavía falta mucho trabajo para recibir la aprobación formal, pero estoy optimista de que esto ocurra rápidamente”, dijo Musk en su último tuit. Sus anuncios no demoraron en ser calificados de prematuros y cuestionables. Tanto entre autoridades como en los medios, muchos se están preguntando sobre quién en el gobierno habría dado esta aprobación y si no es esta una simple estrategia de promoción.
Aparentemente, la fuente de esta "aprobación" vendría desde la Casa Blanca, como han reportado una serie de medios de comunicación. "Hemos tenido conversaciones prometedoras hasta la fecha", dijo un portavoz del Departamento de Transporte al sitio CNET. "Estamos comprometidos a proyectos de infraestructura prometedores y creemos en que las mejores soluciones llegarán del ingenio y la motivación del sector privado".
Sin embargo, en las ciudades relacionadas con el proyecto, las autoridades han negado o alguno. “Nadie en la Alcaldía, o en ninguna de nuestras agencias, ha escuchado del señor Musk o de ninguno de los representantes de su compañía”, dijo a Business Insider Ben Sarle, vicesecretario de prensa del alcalde Bill de Blasio, en Nueva York.
En Washington DC y Filadelfia, la reacción fue similar. “No sabemos a qué se refiere al decir ‘aprobación verbal del gobierno’”, explicó el vicedirector de comunicaciones de esta ciudad, Mike Dunn. “Hay muchos obstáculos para que esta tecnología no aun probada pueda ser una realidad”. La respuesta ha sido la misma entre otras autoridades regionales, como explica The Guardian.
El Hyperloop funciona utilizando cápsulas que avanzan en un espacio sellado al vacío, lo que elimina el roce y permitiría alcanzar velocidades promedio de 600 millas por hora (970 kilómetros por hora). Eso, claro, en teoría. Porque la idea fue presentada por Musk y sus científicos como una investigación, pero solo recientemente ha sido probada, en un laboratorio en Las Vegas, donde una capsula viajó por solo cinco segundos a 70 millas por hora.
Musk ha permitido a varias compañías trabajar paralelamente en el proyecto y una de sus propias empresas –The Boring Company– está en conversaciones con el alcalde de Los Ángeles para construir un túnel entre el aeropuerto internacional de esa ciudad y la estación Union, en el centro. A su vez, han comenzado conversaciones preliminares para hacer algo similar entre Chicago y su aeropuerto.
El millonario también explicó en Twitter que su intención es trabajar paralelamente en Los Ángeles y en la costa este, para aliviar la congestión urbana, pero que después le gustaría avanzar conectando Los Ángeles y San Francisco, por una parte, y también las principales ciudades de Texas.
Para que todo esto suceda, Musk no solo tendrá que cavar túneles por algunas de las zonas más urbanizadas del país, sino que también probar que es seguro para humanos y que es solventable ( documentos filtrados hablan de que la milla podría costar hasta 120 millones de dólares).
Y, además esta el tema de las autoridades. No se sabe de quién habla Musk al decir que tiene "aprobación verbal", pero lo claro es que tendrá que conseguir permisos y coordinarse con el gobierno federal, seis estados, 17 condados, muchas ciudades y agencias, algo que, como prueban los problemas en el transporte de Nueva York y Nueva Jersey, no será nada de fácil.