Cómo Clinton descuidó la 'muralla azul' en estados como Michigan y Wisconsin

¿Cuál fue la clave de la victoria de Trump? Como explicó nuestro colega de The Atlantic Ronald Brownstein antes y después de la elección, el candidato del partido Republicano trabajó en debilitar el llamado 'muro azul', los estados que tradicionalmente apoyaban a los demócratas en el noreste y el norte del medioeste. Pennsylvania y Michigan habían votado por los demócratas seis veces consecutivas en las elecciones generales desde 1996. En Wisconsin, esto sucedió siete veces desde 1988. Trump consiguió todos estos estados, además del 'swing state' de Ohio.
Estos mapas sugieren cómo sucedió este fenómeno. En total, la campaña de Clinton realizó eventos oficiales en sólo 14 estados, de acuerdo a la organización sin fines de lucro FairVote, la que ha estado monitoreando los eventos de los candidatos durante este año. Solo realizaron cinco eventos en Wisconsin, a los cuales asistió su compañero de lista Tim Kane. En este estado, las encuestas consistentemente les daban ventaja a los demócratas. Clinton sí realizó tres paradas en Michigan: tres en Detroit y una en Grand Rapids (en comparación, estuvo en Florida 19 veces).
En este mapa se pueden ver en azul las visitas de Clinton y Kaine, y en rojo las de Trump y Pence. El color de fondo del estado corresponde a quién ganó este territorio.
Mientras tanto, Trump visitó 25 estados en total, deteniéndose muchas veces en varios estados que no eran 'swing state', donde aparentemente tenía pocas posibilidades de ganar (Minnesota, por ejemplo), así como otros donde estaba seguro que triunfaría (Georgia e Indiana). Él y su compañero Mike Pence penetraron de manera especialmente profunda el 'muro azul'. Por ejemplo, fueron ocho veces a Michigan entre julio y el día de las elecciones, yendo no solo a Detroit y Grand Rapids, sino también a ciudades más pequeñas como Flint y Dimondale. En Wisconsin, lugar que tuvo su participación más baja desde 1996, realizó cinco actividades a través del estado. Y en Ohio tuvo mucha mayor presencia que Clinton, visitando Canfield, Delaware y Canton, así como Cincinnati y Cleveland.
En las situaciones en que los candidatos presidenciales se llevan todos los votos electorales cuando vencen, las campañas tienden a enfocar todos sus recursos en un puñado de estados competitivos e ignorar al resto de Estados Unidos, dice Robert Richie de FairVote. La última vez que un candidato se comprometió a visitar todos los estados durante su campaña fue Richard Nixon, en 1960.
En particular, Richie escribió en 2013 una investigación que comparó el sistema electoral con el voto popular, y que halló que los candidatos modernos tienden a ignorar cualquier estado que no esté en juego. Esta es la estrategia que utilizó exitosamente el presidente Barack Obama en el pasado, pero que contribuyó a la derrota de Clinton.
"Hubo 242 votos electorales en estados que los demócratas han ganado seis veces seguidas, pero Florida no fue uno de estos", dice Richie, explicando por qué la campaña de Clinton realizó 36 eventos en esa zona. "Ella ciertamente no se extendió a través del mapa y, finalmente, no le puso suficiente atención a su base, mientras que Trump logró arrebatársela".
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.