¿Podría San Francisco llegar a ser tan caluroso como Los Ángeles?

La más letal y destructiva ola de incendios en la historia moderna de California sigue ardiendo. La enorme cadena de incendios en los valles de Napa y Sonoma tiene pocos precedentes: ha cobrado la vida de 40 personas, destruido más de 5,700 estructuras e incinerado más de 200,000 acres de tierra. The Washington Post informa que cientos de personas siguen desaparecidas.
"Ésta es sin dudas una de las mayores tragedias que California haya enfrentado jamás", dijo Jerry Brown, el gobernador del estado.
Los incendios se han producido en medio de una racha de catástrofes climáticas inusuales en todo el mundo: los huracanes Harvey, Irma, y María; una super tormenta en la costa de Irlanda; y letales incendios forestales desde la Columbia Británica hasta la Península Ibérica. Es casi seguro que 2017 será el segundo año más cálido que se haya registrado jamás, detrás solamente de una intensificación de El Niño en 2016.
El norte de California sufrió una ola de calor histórica a principios de este año. A finales de agosto, el Valle de Napa sufrió día tras día temperaturas superiores a los 100 grados Fahrenheit (37 grados Celsius). A esos días de calor se les atribuye en parte la desecación del follaje de la región, lo cual esencialmente preparó la zona para los incendios forestales de este mes.
Pero los incendios forestales de la zona de Napa-Sonoma han sorprendido a los expertos por otras razones ajenas a su tamaño o intensidad. Impulsados por los vientos calientes y secos del interior del estado, los incendios del Norte de la Bahía se asemejan a los incendios forestales en el sur de California, que a menudo se inician con los vientos de Santa Ana. Esos vientos, al igual que las ráfagas de viento que azotan desde el norte, son también calientes, secos y soplan de este a oeste.
En su totalidad, los incendios —desde su velocidad hasta su naturaleza impulsada por los vientos— sugieren un clima mucho más propio del suroeste que el que existe actualmente en la región. ¿Es éste el futuro? ¿El cambio climático convertirá al norte de California en el sur de California?
"No es una mala comparación", dice Alex Hall, profesor de ciencias atmosféricas y director del Centro para las Ciencias Climáticas de la Universidad de California, Los Ángeles.
Podría ser literalmente cierto en el caso de la temperatura. Si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan aproximadamente en su trayectoria actual, entonces las temperaturas del norte de California se calentarán entre 6 y 11 grados Fahrenheit para el año 2100.
"Ésa es aproximadamente la actual diferencia de temperatura entre el sur y el norte de California en la costa", dice Hall. "El calentamiento que cabría esperarse para el final del siglo sería equivalente a un desplazamiento en latitud".
Añadió que no está claro si los incendios alimentados por los vientos aumentarán en el norte de California en un mundo más caliente. En el sur de California, los investigadores predicen que la cantidad de superficie quemada por los incendios se duplicará para finales del siglo, conforme los vientos de Santa Ana se vuelven aún más secos.
Michael Wehner, alto funcionario científico del Lawrence Berkeley National Laboratory, dice que aunque las futuras temperaturas del norte podrían parecerse a las de Los Ángeles, sus precipitaciones futuras no. "Probablemente la precipitación en el norte de California no va a disminuir a los niveles del sur de California. Las precipitaciones futuras en el norte de California experimentarán un cambio de fase, es decir, una mayor fracción en la Sierra caerá en forma de lluvia en lugar de nieve debido a las temperaturas más cálidas", me dijo en un correo electrónico.
Algunos modelos climáticos sugieren que los sistemas de tormenta también tocarán tierra más al norte en California en el transcurso del siglo, provocando más precipitaciones en la mitad norte del estado y Oregon. Pero Wehner advirtió: "Sin embargo, esto todavía no se ha documentado en el registro de observaciones, mientras que los aumentos de temperatura, la disminución de la acumulación de nieve, y las condiciones más secas, sí se han documentado en diversos grados".
"Es probablemente una simplificación exagerada decir que el paisaje futuro del norte de California va a ser igual al paisaje actual del sur de California. Probablemente sería algo completamente diferente a ambos", añade.
Hay cierto precedente para intercambiar los perfiles de temperatura de las dos regiones, aunque la última vez sucedió en la dirección inversa. Cuando los glaciares cubrían el tercio superior de América del Norte hace 26,000 años, el clima de lo que hoy es Los Ángeles era de 6 a 11 grados Fahrenheit más fresco. En otras palabras, era comparable a la ciudad de San Francisco.
Se pronostica que California en general sea más seca y cálida en las décadas venideras. El gobierno de EEUU proyecta que los desiertos de Mojave, Sonora, y la Gran Cuenca se expandan conforme avanza el cambio climático. Dado que el agua se evapora más rápidamente en el aire más caliente, también se estima que la acumulación de nieve de la Sierra Nevada disminuirá y que empeorarán los problemas del agua de California.
Fuera de California, hay amplias pruebas de que el calentamiento global ya ha aumentado la intensidad y extensión de los incendios en la región oeste. Como escribí el mes pasado, un estudio en Proceedings of the National Academy of Sciences el año pasado reveló que el tamaño de la superficie quemada por los incendios forestales se ha duplicado en los últimos 33 años. Y la zona de bosques quemados anualmente en el Noroeste del Pacífico ha aumentado en un 5,000% desde comienzos de la década de 1970.
Este artículo apareció originalmente en inglés en The Atlantic y en CityLab.com