Buscan apoyos federales para los huertos urbanos

La agricultura urbana tiene profundas raíces en Detroit, como reporté en una serie de tres partes hace unas semanas. Aproximadamente 1,400 granjas están dispersas por las 139 millas cuadradas de la ciudad. Muchos agricultores están preocupados de que sus tierras sean arrasadas y reurbanizadas conforme la ciudad, posterior a su bancarrota, intenta atraer nuevos inversionistas y empresas. Pero una nueva legislación anunciada el lunes podría ayudar a los agricultores urbanos en todo el territorio estadounidense a crecer.
El lunes, Debbie Stabenow, senadora demócrata de Michigan, anunció la Ley de Agricultura Urbana, que reforzaría las actuales iniciativas de préstamos, donaciones y educación para los agricultores urbanos. También asignaría fondos a los huertos comunitarios, y crearía incentivos para que los agricultores compartan sus cosecha con los vecinos, algo que muchos productores locales en Detroit ya están haciendo, mediante la venta de productos de forma cooperativa en el mercado Eastern o la colaboración con comedores comunitarios. También invertiría en tecnologías para reducir los costos de la energía y el agua. Estos son gastos que muchos agricultores en Detroit tienen dificultades para solventar, pues pueden estar desconectados de la red de agua o facturan con las mayores tarifas que la que se les cobra a los hogares. En resumen, la ley otorgaría 46 millones de dólares al año durante una década, informó el Detroit News.
Detroit aprobó una ordenanza de agricultura urbana en 2013, que decretó algunas protecciones para los productores. Por su parte, una ordenanza de ganadería urbana —una propuesta considerada demasiado divisionista para agruparla con la política de horticultura— pudiera presentarse al ayuntamiento este año. Pero ninguna abre caminos para que los agricultores obtengan el apoyo de capital que necesitan para crecer. "Ha habido apoyo e infraestructura para la agricultura tradicional, pero no para operaciones urbanas más pequeñas", dijo Stabenow al Detroit News. "Queremos asegurarnos de que ahora sí haya".
Como ha señalado mi colega Laura Bliss, la agricultura urbana no es necesariamente una panacea para un mercado laboral con muchas necesidades. Aunque algunos agricultores pueden autoabastecerse con sus cosechas, a muchos se les dificulta cubrir los gastos. Pero Detroit tiene programas de capacitación laboral para preparar a las personas para acceder al sector ecológico, un profesional, que ahora está en la nómina de una organización local de ecologización, me dijo que el interés supera la demanda.
Pero la agricultura urbana tiene beneficios que van más allá de la creación de empleos: puede paliar la situación de la inseguridad alimentaria y puede reforzar las relaciones entre los de la comunidad. Invertir en la agricultura local también puede ayudar a los residentes a ser autosuficientes y flexibles, me dijo Malik Yakini, jefe de Detroit Black Food Security Network, quien dirige D-Town Farms, donde Stabenow anunció el proyecto de ley.
Además, conforme Detroit evalúa el futuro de la ciudad, la agricultura urbana puede servir como pieza esencial en un plano de la topografía urbana. La ciudad ya está adoptando los espacios verdes para la retención de aguas pluviales y rehabilitación ambiental. El Banco de Tierras de Detroit, la entidad encargada de recabar y distribuir parcelas de terrenos asolados o baldíos, vende lotes adyacentes hasta en 100 dólares cada uno. Muchos residentes locales utilizan esos espacios como huertos o jardines comunitarios.
Pero el proyecto de ley podría enfrentar una dura batalla. Al Congreso le falta poco para que se le agote el tiempo al final del año. De todas maneras, si se aprueba, la infusión de efectivo y recursos podría ayudar a los productores a crecer. En el anuncio del proyecto de ley, el alcalde de Detroit Mike Duggan reconoció la función que la agricultura puede desempeñar en el futuro de Detroit. "La agricultura va a ser parte de la economía de Detroit en los años venideros", dijo.
Gracias a Grist por su contribución en este artículo, el que fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.