La misión Artemis tiene muchos elementos novedosos, entre ellos el avance que representa para la igualdad en el seno de la agencia espacial estadounidense. Su directora de lanzamiento es, por primera vez en los 64 años de historia de la NASA, una ingeniera: Charlie Blackwell-Thompson. Ella es la encargada de pronunciar el "go!" que marca el despegue. Crédito: NASA
En la primera fase de la misión, la Artemis I, no habrá aterrizaje en la superficie lunar pero el viaje es lo más lejos en el espacio que se ha aventurado nunca un vehículo diseñado para ser tripulado por humanos. Esta primera misión preparará el terreno para las siguientes dos del programa Artemis, en las que si está previsto el regreso de astronautas estadounidenses a la Luna.
El programa Artemis y el impulso de la NASA por regresar a la luna han despertado una gran expectación popular, como pudo verse en Florida en el primer intento de lanzamiento fallido del lunes 29 de agosto. Se espera que Artemis II ponga de nuevo a estadounidenses sobre la luna en un viaje similar a este en 2024. Crédito: Gerardo Mora/Getty Images
Artemis 3 volverá a hacer historia al llevar por primera vez a una persona negra y a una mujer a la superficie lunar. Esto ocurrirá como muy pronto en 2025. Una de las candidatas posibles es Jessica Watkins, que forma parte del equipo de la misión y ya entró en los libros al convertirse en la primera mujer negra participante de una misión de la Estación Espacial Internacional. Crédito: NASA
Con esta misión de tres fases la NASA pone fin a un paréntesis de más de 50 años sin que el hombre haya puesto pie en el satélite terrestre. Tras el fallo del 29 de agosto, debido a problemas técnicos de motor y aislamiento, la vicepresidenta Kamala Harris reafirmó el compromiso del Gobierno con este programa. "Volveremos a la luna", prometió. Crédito: NASA
Este artefacto espacial de casi 350 pies (106 metros) de altura, tomando en cuenta los 8 metros de la nave Orion, tiene el cometido de ejecutar una misión no tripulada de 42 días en la que circundará la Luna y llegará hasta unas 40,000 millas (64,000 kilómetros) más allá del satélite terrestre, para luego hacer el recorrido de vuelta. Crédito: NASA/Joel Kowsky/(NASA/Joel Kowsky)
En la misión Artemis I no viajarán astronautas, pero sí lo harán unos maniquíes cubiertos con sensores para medir el efecto de la radiación espacial en el cuerpo humano. En la imagen puede verse el "Moonkin Campos", nombrado en honor a Arturo Campos, un ingeniero eléctrico que jugó un papel clave en el regreso seguro a la tierra de la misión Apollo 13. Ocupa -está atado- el asiento del comandante y tiene tamaño humano. Crédito: NASA
El programa Artemis ha despertado una emoción popular que no logran arrancar las misiones de iniciativa privada, según comentaban a los medios quienes se desplazaron para contemplar el primer intento de lanzamiento. La nostalgia por el programa Apolo de la NASA también está presente: han pasado 50 años desde la última vez que una misión tripulada fue a la Luna, en 1972. Crédito: NASA/Joel Kowsky/(NASA/Joel Kowsky)