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Bennu: por qué son tan importantes las muestras obtenidas del asteroide

Los científicos de la NASA estiman que la cápsula contiene al menos una taza de escombros del asteroide Bennu, rico en carbono, pero no lo sabrán con certeza hasta que se abra el contenedor. La agencia prevé revelar los resultados iniciales del análisis del material el 11 de octubre.
Publicado 25 Sep 2023 – 08:23 AM EDT | Actualizado 25 Sep 2023 – 08:23 AM EDT
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La muestra de material del asteroide Bennu, recogida por la sonda Osiris-Rex de la NASA en el espacio, aterrizó el domingo en el desierto de Utah tras culminar un viaje de siete años.

En un sobrevuelo de la Tierra, la nave liberó la cápsula con la muestra a una distancia de 63,000 millas. El recipiente aterrizó con un paracaídas cuatro horas después en una remota zona militar, mientras la nave continuaba hacia otro asteroide.

Para alivio de todos, la cápsula estaba intacta y sin daños, manteniendo sus muestras libres de contaminación. Tan solo dos horas después de aterrizar, ya estaba dentro de una sala hermética en el Campo de Pruebas y Entrenamiento de Utah del Departamento de Defensa, transportada allí en helicóptero.

El contenedor sellado de la muestra será trasladado este lunes al Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston, donde se abrirá en un nuevo laboratorio especialmente diseñado. El edificio ya alberga cientos de rocas lunares recolectadas por los astronautas del Apolo.

"No podemos esperar para abrirlo. Para mí, la verdadera ciencia está comenzando", dijo Dante Lauretta, el científico principal de la misión de la Universidad de Arizona. Acompañará las muestras hasta Texas.

¿Cómo se recogió la muestra del asteroide Bennu?

Osiris-Rex, la nave madre, se lanzó en 2016. Llegó al asteroide Bennu dos años después y, utilizando una especie de aspiradora, recogió escombros del pequeño asteroide de forma redondeada en 2020. Cuando regresó, la nave espacial había recorrido 4,000 millones de millas.

El asteroide, que orbita el sol a 50 millones de millas de la Tierra, tiene aproximadamente un tercio de una milla de diámetro, aproximadamente del tamaño del Empire State Building, pero con forma de trompo. Se cree que es el fragmento roto de un asteroide mucho más grande.

Durante un estudio de dos años, la sonda descubrió que Bennu estaba formado por un montón de rocas y cráteres. La superficie era tan suelta que el brazo de aspiradora de la nave espacial se hundió un pie o dos en el asteroide, aspirando más material de lo anticipado.

Los científicos estiman que la cápsula contiene al menos una taza de escombros del asteroide rico en carbono, pero no lo sabrán con certeza hasta que se abra el contenedor. Parte de la muestra se derramó cuando la nave espacial recogió demasiado material, lo que atascó la tapa del contenedor durante la recolección hace tres años.

Los ingenieros estiman que el contenedor llegó con entre 3.53 y 8.82 onzas de material. Incluso si se cumple el cálculo más bajo, superará fácilmente el requisito mínimo de la misión, refirió Lauretta.

Japón, el único otro país que ha traído muestras del espacio, recolectó aproximadamente una cucharadita durante un par de misiones a asteroides: fragmentos Ryugu, del que recuperó 0.19 onzas en 2020, durante la misión Hayabusa-2, y una cantidad microscópica recogida en otro asteroide en 2010.

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NASA lanzó una sonda para estudiar el asteroide Bennu

¿Por qué importa analizar la muestra recogida en Bennu?

Las piedras y el polvo llegados representan la mayor cantidad traída desde más allá de la Luna. Se trata de la "muestra más grande que hemos recuperado desde las rocas lunares" del programa Apolo, finalizado en 1972, dijo la científica de la NASA Amy Simon antes del aterrizaje.

Los bloques de construcción preservados desde los albores de nuestro sistema solar ayudarán a los científicos a comprender mejor cómo se formó la Tierra y la vida, proporcionando "una visión extraordinaria" de hace 4.5 mil millones de años, según el de la NASA, Bill Nelson.

La muestra de Bennu es “mucho más grande, por lo que podremos hacer muchos más análisis”, indicó Simon.

Lori Glaze, directora de la división de ciencia planetaria de la NASA, agregó: "Serán un tesoro para el análisis científico en los años por venir".

El astrónomo británico Daniel Brown, que no estuvo involucrado en la misión, dijo que espera "grandes cosas" del retorno de muestras más grande de la NASA desde los alunizajes del Apolo hace más de medio siglo. Con estas muestras de asteroides, "estamos acercándonos a entender su composición química temprana, la formación del agua y las moléculas en las que se basa la vida", agregó desde la Universidad Nottingham Trent.

La mayor parte de la muestra se conservará para el estudio de las generaciones futuras. Alrededor del 25% se utilizará inmediatamente para experimentos y una pequeña parte se compartirá con los socios en la misión, Japón y Canadá.

¿Cuándo se sabrá algo sobre los análisis al material de Bennu?

Llevará algunas semanas obtener una medición precisa, advirtió Nicole Lunning, la curadora principal de la NASA.

La NASA prevé una conferencia de prensa el 11 de octubre para revelar los resultados iniciales.

Estas observaciones cercanas pueden ser útiles a finales del próximo siglo. Se espera que Bennu se acerque peligrosamente a la Tierra en 2182, posiblemente lo suficientemente cerca como para impactar. Los datos obtenidos por Osiris-Rex ayudarán en cualquier esfuerzo de desviación de asteroides, según Lauretta.

Osiris-Rex ya está persiguiendo al asteroide Apophis y lo alcanzará en 2029.

Con información de AP y AFP.


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