Más de la mitad de todos los niños en México vive en la pobreza
Sin alimentación, salud, seguridad social, educación o una vivienda digna. Así vive el 53.9% de la población de hasta 17 años en México.
Es decir, 21.4 millones de los 40 millones de menores en el país norteamericano no cuentan con las condiciones mínimas que garanticen el ejercicio de uno o más de estos derechos sociales, reflejó el Estudio pobreza y derechos sociales de niñas, niños y adolescentes en México 2012-2014, presentado esta semana por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y el Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (Unicef).
Las cifras, que toman en cuenta datos del Gobierno mexicano en 2014, mostraron una situación más alarmante para 4.6 millones de niños y adolescentes a los que ni siquiera se les garantizan tres o más de los derechos sociales antes mencionados. Los menores de edad que no fueron considerados como pobres ni en condición de vulnerabilidad fueron apenas el 17% del total.
La carencia más frecuente entre estos menores es la falta de a la seguridad social, recurrente en 24.9 millones de niños y adolescentes, según el estudio.
La Unicef se mostró especialmente preocupada porque este grupo social sufre más frecuentemente las experiencias de pobreza que los que superan los 18 años.
Merma la pobreza extrema
En tanto, el estudio arroja que aunque la pobreza extrema entre niños disminuyó 2.5 puntos en México en el periodo comprendido, la pobreza moderada se mantuvo.
Por entidades, Chiapas, Oaxaca, Guerrero (los tres al sur) y Puebla (centro) son las que concentran la mayor proporción de menores en pobreza.
En cuanto a la población infantil indígena, la pobreza se agudiza más: en situación de pobreza se halla el 78.6% de los niños y adolescentes que viven en hogares indígenas, mientras que en los que hablan alguna de esas lenguas la cifra se dispara hasta el 90.8%. “La población infantil y adolescente indígena está sobrerrepresentada dentro de la población en pobreza”.
Por otro lado, “el porcentaje de la población en pobreza en los hogares con cinco o más integrantes era superior a 60% en 2012, mientras que en aquellos con hasta cuatro integrantes fue de 42.3%”, añade el estudio.
“Las carencias vividas en los primeros cinco años de vida dejan huella, muchas veces irreversibles, por lo que los niños que las padecen deben recibir una atención urgente y prioritaria que favorezca su desarrollo y crecimiento”, advierte la Unicef.
“Un punto central para erradicar la pobreza –continúa—es la inversión en la infancia. Es necesario invertir oportuna, eficaz y sostenidamente en los niños , niñas y adolescentes, para minimizar e incluso prevenir otros problemas económicos y sociales; problemas que van desde la delincuencia juvenil, hasta la maternidad adolescente y la violencia doméstica y social”.
Finalmente, el informe insta a que “además de los esfuerzos en materia de política social, es crucial que las acciones de política económica logren una mejoría importante y sostenida de los ingresos de los hogares. De manera complementaria, se requiere que el gasto público en general, y el gasto social en particular, tengan una tendencia crecientemente progresiva”.