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Carros de otra galaxia: cuando los fabricantes querían que te sintieras astronauta

Con la llegada de los aviones supersónicos de propulsión a chorro la exploración espacial se puso de moda y la industria del automóvil no tardó en hacer suyo su look. Conoce los prototipos más extraordinarios de la era del jet.
30 Ene 2018 – 06:22 PM EST
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En 1948 el ser humano logró romper por primera vez la barrera del sonido y solo cuatro años después en 1952, tuvo lugar el primer vuelo comercial en un avión con motores de propulsión a chorro, nacía la era de jet.

De la noche a la mañana el futuro parecía estar al alcance de todos, y nadie estaba más consciente de esto que la industrial automotriz estadounidense. Durante la década de los 50 General Motors, Ford y Chrysler se montaron rápidamente en la ola futurista que arrasaba a la nación creando una serie de prototipos extraordinarios que hacían suyas las líneas de los aviones jet militares. Afortunadamente ninguno de ellos llegó a volar.
Crédito: General Motors
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General Motors LeSabre 1951



Este hermoso prototipo, creado por Harley Earl el jefe absoluto en materia de diseño en General Motors entre 1927 y 1958, es la primera adaptación conocida del diseño aeronautico en un automóvil. Uno de los elementos del LeSabre que la industria adoptó rápidamente fue su parabrisas envolvente, una de las firmas de los diseños de la segunda mitad de los años 50. El LeSabre también mostró por primera vez las voluptuosas líneas que informaron la mayoría de los diseños de GM de mediados de los 50,

El Buick LeSabre de 1951 es considerado como uno de los prototipos más importantes e influyentes de la historia del automovil.
Crédito: General Motors
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Ford XL 500 1953



Ford inició su coqueteo con la era del jet con este prototipo que contaba con cuatro gatos hidráulicos, uno bajo cada rueda (como el Mach 5 de Meteoro), y un teléfono en la cabina. El XL 500 muestra una característica que se hizo una constante en estos prototipos futuristas, una cabina envolvente transparente estilo invernadero, que eran necesarias para los pilotos de jet militares para tener una visibilidad total que les permitiera ver al enemigo o hacer piruetas en el aire, pero que eran totalmente innecesarias e inconvenientes en un vehículo terrestre en el que es necesaria la protección contra el sol después de los primeros 15 minutos de uso diurno.
Crédito: Ford
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De Soto Adventurer 1954



Este hermoso prototipo de la desaparecida marca De Soto de Chrysler es inusualmente elegante para la década. Sin embargo no deja de mostrar elementos asociados a los jets; como el diseño de las luces traseras que recuerdan las salidas de aire de las turbinas y las pequeñas alitas sobre ellas. Estas alitas crecerían enormemente en los autos de producción, especialmente en el caso de Chrysler que en 1957 hacía alarde de usar las aletas más grandes de toda la industria.
Crédito: Chrysler
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Ford FX Atmos 1954



Este diseño, que no puede ocultar la influencia del diseño aeronáutico, ofrece una inusual capacidad para tres pasajeros, así como una posición de manejo aún más rara. El conductor se sentaba en medio del vehículo con los dos pasajeros detrás de él. Esta configuración fue adoptada 38 años después por el McLaren F1. De lo que no hay duda es que las dos antenas delanteras en forma de punzón lucen aterradoras, y sin duda serían un verdadero peligro en las calles.
Crédito: Ford
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General Motors Firebird



El Firebird fue el primero de una serie de tres vehículos experimentales de GM. Contaba con una turbina a gasolina lo que lo convertía en un verdadero jet terrestre. El Firebird era conducido a través de una palanca estilo joystick que servía tanto para direccionar el vehículo como para acelerarlo y frenarlo.
Crédito: General Motors
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Ford Mystere 1955



Este prototipo buscaba resolver el problema de cómo utilizar una turbina en un auto de uso diario. La tecnología no llegó a ninguna parte pero varias claves del diseño del Mystere informaron el diseño de múltiples modelos Ford del futuro cercano. Su platina lateral en forma de 'V' por ejemplo, fue utilizada en el Ford Crown Victoria de 1955.
Crédito: Ford
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Lincoln Futura 1955



Este hermoso dos puestos Lincoln contaba con un diseño muy futurista pero con una mecánica totalmente convencional. Si su apariencia te resulta familiar es por que el Futura fue vendido al famoso modificador de autos George Barris y eventualmente convertido en el Batimóvil de la serie Batman de 1966.
Crédito: Ford
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Lincoln Futura 1955



Así quedó el Lincoln Futura después de que George Barris lo convirtió en el primer Batimóvil. El Futura también había sido usado por Debbie Reynolds y Glenn Ford en la película It Started With a Kiss de 1959, en cuya ocasión fue pintado de rojo por órdenes del director.
Crédito: Shutterstock
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Pontiac Club deMer 1956



Este hermoso minicohete de tierra de dos puestos fue construido con el único propósito de servir como un ejercicio de diseño. El auto fue revelado en Miami Beach en 1956ç Su destrucción fue ordenada por GM en 1958.
Crédito: General Motors
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Buick Centurion 1956



Este fue otro prototipo construido con el único propósito de probar su diseño con el público. El Centurion fue un éxito con los asistentes al Motorama de 1956, la extravagante feria de autos concepto que General Motors llevaba anualmente a varias ciudades de Estados Unidos. Muchas de sus claves visuales inspiraron los diseños de varios Buick del futuro, incluyendo el Buick Riviera de 1971.
Crédito: General Motors
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General Motors Firebird II 1956



El segundo vehículo de la serie Firebird de autos de turbina de General Motors contaba con un diseño mucho más apegado a la realidad. El Firebird II contaba con espacio para 4 pasajeros, 4 frenos de disco, carrocería de titanio y suspensión independiente. Los gases de la turbina eran recirculados para mayor potencia y limpieza de uso.
Crédito: General Motors
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Ford X 1000 1957



Este diseño de Alex Tremulis, el mismo diseñador del famoso Tucker Torpedo, está decididamente plantado en la escuela del futurismo. Sus alas retráctiles recuerdan las de los cohetes del inicio de la exploración espacial. Afortunadamente, ninguna clave visual del X 1000 sobrevivió en ningún auto de producción.
Crédito: Ford
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General Motors Firebird III



Con el Firebird III, GM abandonó cualquier pretensión de auto familiar para sus prototipos a turbina, regresando a la configuración de dos puestos y adoptando una extravagante carrocería que contaba con 7 prominentes aletas. El Firebird II contaba con aire acondicionado, una versión muy primitiva del sistema de frenos antibloqueo o ABS y control de crucero.
Crédito: General Motors
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Ford La Galaxie 1958



Con una inusual falta de aletas para la época, la carrocería del Ford La Galaxie (con excepción del techo y las ventanas) presagia con bastante exactitud de la tercera generación del Ford Thunderbird (1961-1963). EL diseño de su techo con una ventana trasera totalmente vertical de su techo no vería producción hasta bien entrada la década de los 80.
Crédito: Ford
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Ford Nucleón 1958



En los años 50, el equipo de diseño de Ford experimentó mucho con ideas para descifrar el aspecto de vehículos propulsados con métodos alternativos de energía. El Ford Nucleon es como imaginaron luciría un vehículo propulsado por energía nuclear.
Crédito: Ford
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Ford X 2000 1958



George Walker, el jefe de diseño de Ford en los años 50, le pidió a Alex Tremulis su diseñador estrella, que le mostrara como se imaginaba que luciría el carro que estaría manejando en el año 2000. La respuesta de Tremulis fue el Ford X 2000. Tremulis falleció en 1991 sin saber lo equivocado que estuvo.
Crédito: Ford
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Cadillac Cyclone 1959



Con un impresionante parecido al Ford FX Atmos de 1954 esta interpretación del auto del futuro de Cadillac, que fue también el último prototipo diseñado por Harley Earl, llegó en un momento en que el público ya estaba sufriendo de una sobredosis de futurismo. Sin embargo no todo el ejercicio fue en vano, alguna de sus tecnologías como prevención de choque por radar son lugar común en los autos de hoy en día.

En la década de los 60 los automóviles tomarían un aspecto decididamente más conservador.
Crédito: General Motors
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