Estos son los 10 estados que dicen sí a las armas en sus universidades (y podrían ser 11)

Son 10 los estados que permiten a los estudiantes portar armas en sus campus: Arkansas, Colorado, Idaho, Kansas, Mississippi, Oregon, Tennessee, Texas, Utah y Wisconsin. Si el gobernador de Ohio, John Kasich, firma el proyecto de ley aprobado a último minuto del jueves por el Senado, entonces serán 11.

Quienes apoyan las armas en los campus las consideran un instrumento de defensa personal contra la delicuencia o ante un tiroteo masivo, tal como asegura en su web la organización Students for Concealed Carry. Y ponen ejemplos, como el de un estudiante universitario de Arizona que, en octubre de 2008, disparó a dos intrusos en defensa propia y se salvó; el de otro con licencia para porte de armas en Utah, que en septiembre de 2007 hirió a un pitbull que lo atacaba; o el de dos jóvenes en el South Florida Community College, que en septiembre de 2006 fueron agredidos fuera de su apartamento, sacaron su pistola calibre .45 y dispararon a uno de sus atacantes en el pecho.

"Aunque el crimen en un campus podría ser más extraño que en el resto de Estados Unidos, aún así ocurre", concluye el informe.

Pero los detractores, como la organización Guns Off Campus, no ven una reducción significativa de los delitos en las universidades que justifique llevar las pistolas a las aulas. Por el contrario, advierten del peligro de que esta medida abra el camino a nuevos tiroteos masivos en centros educativos. En Colorado, por ejemplo, los casos de violación forzada y robo en universidades durante 2013 –cuando se hizo el estudio 'Crímenes en campus que permiten portar armas escondidas'– se mantuvieron en niveles similares o superiores a los registrados en 2004.

"Hay muy poca evidencia estadística que sustente la idea de que los crímenes disminuyen cuando se dan permisos de porte de arma", asegura la organización.

Según el Departamento de Educación, en 2014 –última cifra registrada en su web– se reportaron 49,870 ofensas criminales en más de 7,000 instituciones en el país. Es por ese número que se calienta el debate sobre la necesidad de llevar pistolas en la cintura, a escondidas o prohibirlas definitivamente en los centros de estudio. Las reglas son distintas según el estado.

Estudiantes armados, pero con limitaciones

• Arkansas: aprobó la ley en 2013 que permite desde entonces a los estudiantes llevar sus armas ocultas, aunque las universidades pueden optar anualmente por crear normas donde las prohíban. Sin embargo, hay excepciones que permiten al titular de una licencia dejar su pistola resguardada en el carro o en casilleros especiales. La Universidad de Arkansas fue de las primeras que se opuso a esta ley. En su página establece que no puede haber armas (incluidas pistolas, rifles, municiones, aparatos incendiarios, cuchillos) en su campus, ni en las áreas bajo su orden, incluyendo vehículos, residencias y fraternidades.

• Colorado: bajo la ley que aprobó este estado en 2003, las armas están permitidas en los campus. Pero algunas universidades las han restringido en dormitorios, lugares de comida y espacios de celebración. La Universidad Estatal de Colorado, por ejemplo, tiene la facultad de delimitar dónde están permitidas y dónde no. Por eso las tiene prohibidas en las residencias universitarias, así que quienes vivan en ellas deben hacer un check-in y entrega de sus armas en el departamento de policía del mismo centro, en depósitos por los que pagan 20 dólares al año.

• Idaho: permitió el porte de armas en universidades en 2014, aunque prohíbe llevarlas alegremente por los pasillos de las residencias estudiantiles, dormitorios y en las instalaciones públicas. Para obtener un permiso "reforzado" y poder portarla libremente, la persona debe aprobar uno de los seis cursos de entrenamiento.

• Kansas: en 2013, se promulgó la ley para que no pueda prohibirse el porte de armas ocultas en institutos y universidades. La única forma en que se restrinjan es que un edificio tenga suficientes medidas de seguridad y no sean necesarias las armas. La norma permite que cada universidad establezca reglas para hacer cumplir la ley. La Universidad de Kansas, por ejemplo, permite el porte oculto y no abierto del arma a cualquier persona mayor de 21 años. Establece además que debe estar bien guardada, en su residencia, habitación universitaria o en su vehículo, y no a la vista. Además dispone que el arma no se podrá portar en los edificios que lo prohíban, ni siquiera llevándola oculta.

• Mississippi: desde 2011 la ley declara que pueden portarlas aquellos que hayan completado un entrenamiento voluntario de mejora para obtener una licencia de porte oculto, que debe ser llevada consigo en todo momento. Sin embargo, algunas instituciones siguen prohibiendo las armas por completo, mientras otras solo las limitan en los dormitorios, comedores o auditorios. En la Delta State University, por ejemplo, solo están permitidas para funcionarios de seguridad o personas autorizadas o por las autoridades universitarias.

• Oregon: aunque el estado tiene una ley que permite llevar armas, cada centro educativo establece reglas a discreción con las que permiten o limitan las armas de fuego. Por ejemplo, la Universidad Estatal de Portland estableció en marzo de 2012 que mantenía la prohibición tanto para estudiantes como para empleados y que quien rompa la norma será sometido a medidas disciplinarias. Lo mismo hizo la Universidad de Oregon, que impide llevar armas ocultas a estudiantes, empleados, cualquier persona que tenga una relación con la universidad o que asista a eventos –aún cuando sean deportivos–, así como a cualquiera que alquile propiedades dentro del campus. Hay algunas excepciones, para quienes trabajan en seguridad, quienes participen en programas militares de Estados Unidos o para investigación, pero deben ser llevadas sin carga.

• Tennessee: recién en julio de 2016 la ley entró en efecto para permitir que los empleados a tiempo completo de institutos universitarios públicos y universidades –con permiso– puedan llevar su arma mientras están en las instalaciones. Pero sin excepción, no se permiten armas en estadios, gimnasios y auditorios cuando hay eventos en curso, en reuniones sobre asuntos disciplinarios o en hospitales u oficinas donde se imparte atención médica o psiquiátrica.

• Texas: a pesar de la oposición de grupos de estudiantes, maestros y funcionarios, en agosto pasado entró en vigor una ley para porte de armas en las universidades. La ley fue aprobada justo el día en que se conmemoraba el aniversario 50 del primer tiroteo masivo de Estados Unidos, en el que Charles Whitman, un estudiante de ingeniería, disparó a los estudiantes desde la torre del reloj de la Universidad de Texas, dejando a 16 muertos y una treintena de heridos. La ley en este estado prohíbe que cualquiera menor de 21 años pueda llevar un arma oculta en los espacios estudiantiles. Además, permite que las autoridades puedan designar zonas de exclusión de armas, siempre que se apruebe por decisión de la mayoría de dos tercios del consejo universitario. La Universidad de Houston, por ejemplo, estableció que están prohibidas en las residencias, en las zonas del campus donde se dicten programas a menores de edad o en aquellas donde se brinde atención psiquiátrica, así como en eventos o actividades religiosas. Pero la de Texas permite que incluso sean portadas en los salones de clase, siempre que se tenga licencia, y hasta en las fraternidades, pero considera un crimen portar el arma cuando se está bajo influencia de alguna sustancia.

• Utah: fue el primer estado que promulgó una ley para porte de armas ocultas en universidades. Lo hizo en 2004. Aunque la ley está vigente, la autoridad que rige a cada institución, el State Board of Regent, tiene la potestad de establecer algunas normas, como que se permita a los estudiantes pedir que su compañero de habitación no posea armas o el endurecimiento de reglas para establecer "áreas seguras" en las que se restrinja el porte. La Universidad Utah Valley, por ejemplo, asegura que "respeta el derecho de sus estudiantes a llevar legalmente armas ocultas", no abiertamente. Y la Weber State University así como la Universidad de Utah establecen entre sus normas que aunque no pueden prohibirlas, "investigaremos y tomaremos las acciones adecuadas, incluyendo acusaciones criminales, cuando existan violaciones (de la norma)".

• Wisconsin: desde 2011 las armas ocultas están permitidas en las universidades, pero desde octubre de 2016, las instituciones educativas públicas y privadas las prohibieron dentro de sus edificios. Así por ejemplo, la Universidad de Wisconsin Whitewater estableció que debe haber señales "en lugares prominentes" de prohibición de armas en edificios de aulas y deportivos, así como en la puerta de eventos especiales. Además no está permitido que los empleados las porten durante su horario de trabajo y tampoco pueden dejarse en vehículos oficiales. Quienes tengan licencia de porte deben dejar su arma correctamente guardada en el vehículo y sin carga.

Aún hay 20 estados del país que prohíben totalmente las armas en los espacios académicos: California, Florida, Georgia, Illinois, Louisiana, Massachusetts, Michigan, Nebraska, Nevada, Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York, las Carolinas (del Norte y del Sur), las Dakotas (del Norte y del Sur), Tennessee, Washington, Wyoming y Missouri. El resto de los estados tienen niveles distintos de prohibición de las armas en las universidades.