Rosselló nombra como secretario de Estado al oficialista Pedro Pierluisi, quien no convence a legisladores

SAN JUAN, Puerto Rico.- La crisis política en Puerto Rico abrió un nuevo capítulo este miércoles, luego de que el gobernador Ricardo Rosselló dio el paso clave de designar a un secretario de Estado, a quien está previsto entregue el poder este viernes. El mandatario nombró al excomisionado residente en Washington Pedro Pierluisi, en una decisión que, sin embargo, encara obstáculos en la Legislatura y no lograría aplacar las protestas en las calles.
Si el nombramiento recibe el visto bueno de la Cámara de Representantes y el Senado, la secretaria de Justicia, Wanda Vázquez, quedará relevada de la responsabilidad de sentarse en el sillón ejecutivo. Este domingo, Vázquez itió que no quería ser gobernadora y que lo hacía únicamente porque así lo obligaba la Constitución, dado que la secretaría de Estado estaba vacante.
En un tuit, Rosselló anunció en la mañana su decisión: "Luego de mucho análisis y tomando en cuenta los mejores intereses del nuestro Pueblo, he seleccionado al Lcdo Pedro Pierluisi Urrutia para llenar la vacante de Secretario de Estado. Para atender el asunto, estaré convocando una extraordinaria para mañana".
En un comunicado, Pierluisi mostró su disponibilidad a ser el próximo gobernador. "Siempre he visto el servicio público como una responsabilidad y hoy quiero dar un paso al frente por el bienestar de mi patria", indicó.
Además señaló que "es indispensable restaurar la confianza de las autoridades federales y del Congreso, en donde cuento con gran respeto, y restablecer una relación productiva con la Junta de Supervisión, que se base solo en lo que le conviene a Puerto Rico y encamine el fin de su existencia. Y más aún, tenemos que siempre garantizar que el gobierno provea efectivamente los servicios al pueblo".
El nombramiento de Pierluisi como secretario de Estado deberá superar escollos en la Legislatura a pesar de que ambas cámaras son controladas por el oficialismo y de que faltan apenas dos días para que Rosselló entregue el poder sin haber finalizado su período de cuatro años, un hecho inédito en Puerto Rico.
Esto porque legisladores adelantaron que no lo avalarán, mientras el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, presionaba intensamente para ocupar ese cargo y eventualmente jurar como gobernador, de acuerdo con informes de medios locales.
Pierluisi, que paradójicamente compitió con Rosselló en la pasada primaria oficialista, también afrontaría resistencia en las calles. El abogado de 60 años trabajó hasta este martes en el bufete que asesora a la junta de control fiscal impuesta por Washington, la cual controla las finanzas de la isla y ha puesto en marcha medidas de austeridad repudiadas por muchos puertorriqueños.
“La designación de Pierluisi no es apropiada. Todo el mundo conoce los lazos íntimos de Pedro Pierluisi con la junta de control fiscal, es su abogado”, dijo el representante oficialista José Meléndez en el programa de televisión Jugando Pelota Dura. “Eso lo pone en una posición grave de conflicto de interés porque las políticas de la junta fueron combatidas por la istración”, agregó en declaraciones que dan pistas sobre lo que sucedería cuando el nombramiento sea votado en la Legislatura este jueves.
Pugnas dentro del oficialismo
La designación de Pierluisi –quien también fue secretario de Justicia durante el gobierno de Pedro Rosselló, padre del actual mandatario– se da luego de días de especulaciones sobre negociaciones e idas y venidas en el partido oficialista, el Nuevo Progresista, en torno a ese puesto.
Esa posición es importante debido a que quien la ocupa es el primero en la línea de sucesión ante la ausencia del gobernador. Quedó vacante luego de que el anterior secretario, Luis Rivera Marín, renunció días después de la revelación del chat en el que Rosselló y otros 10 aliados cercanos – de su gabinete, asesores y un exfuncionario que ahora es cabildero, todos hombres– despotricaron contra propios y extraños.
El exfuncionario había expresado hace días su disponibilidad para asumir la secretaría de Estado, informaron medios. Sin embargo, habría sido resistido por figuras de peso dentro del oficialismo, como el senador Rivera Schatz, agregaron esos reportes.
Pierluisi ganó finalmente contienda interna a pesar de que para esa secretaría fueron mencionados otros nombres de veteranos oficialistas, como el mismo Rivera Schatz y la actual comisionada residente en Washington (una delegada sin voto en el Congreso), Jenniffer González.
Algunos en su partido destacaron que un punto a favor suyo es la red de os que hizo durante su estancia en Washington, a la que tendría que echar mano para restaurar la desconfianza generada por la actual crisis política entre los políticos en Estados Unidos.