Xiomara Castro se encamina a una victoria aplastante y a convertirse en la primera mujer en gobernar Honduras
Con poco más de la mitad de los votos escrutados el lunes al mediodía en Honduras, Xiomara Castro, la esposa del expresidente Manuel Zelaya, tenía una ventaja de casi 20 puntos sobre Nasry Asfura, alcalde de la capital y candidato del partido gobernante.
Después de que Castro pronunciara un discurso el domingo en la noche en el que se declaró vencedora, sus partidarios en todo el país salieron a las calles para celebrar la aparente victoria. En Tegucigalpa, algunos se congregaron a lo largo de uno de los principales bulevares de la ciudad, bailando y agitando banderas en señal de júbilo.
"Salimos a celebrar un cambio porque son 12 años de una locura que no tiene ni pies ni cabeza, gobernados por gente que claramente son delincuentes. Gente que claramente debería estar en la cárcel, no el gobierno", dijo Carlos Rubio, 44 años, un pequeño empresario. "Necesitamos orden e institucionalidad", agregó.
En la sede de la campaña de Castro, sus simpatizantes corearon "Fuera JOH", en referencia al impopular presidente Juan Orlando Hernández, del Partido Nacional.
Algunos también pidieron la extradición de Hernández a Nueva York para ser juzgado por posibles acusaciones de narcotráfico que ya han llevado a su hermano, Tony, a ser condenado a cadena perpetua en Estados Unidos a principios de este año.
"Juanchi, Juanchi, Juanchi, Juanchi, va para Nueva York", cantaba Karen Lobo de 30 años, repitiendo el estribillo de una popular canción de campaña, mientras pasaba una caravana de vehículos con banderas y pasajeros eufóricos asomados a las ventanas. "Esperamos muchos cambios y por eso estamos celebrando", añadió.
Hernández niega enérgicamente las acusaciones y hasta ahora no ha sido acusado formalmente de ningún delito, aunque se cree que le espera una acusación sellada después de que deje su cargo en enero. Estados Unidos no suele acusar a los jefes de Estado en ejercicio.
"Hemos hecho retroceder el autoritarismo", dijo Castro a sus partidarios a última hora del domingo, rodeada de sus fieles del Partido Libre, ayudantes y familiares, incluido su marido, el expresidente Manuel Zelaya, que fue derrocado en un golpe de Estado en 2009, dando paso a 12 años de gobierno del Partido Nacional.
Asfura, por su parte, instó a los votantes a mostrar paciencia en un mensaje en las redes sociales, pero no llegó a itir su aparente derrota.
Demora en el recuento
Los resultados de las elecciones se obtuvieron inicialmente con rapidez, en contraste con los de hace cuatro años, cuando un resultado ajustado dio lugar a una impugnación y a protestas mortales tras las denuncias generalizadas de trampas.
Pero el recuento de votos se detuvo a primera hora del lunes, con sólo el 51.5% de las papeletas contadas. No estaba claro de inmediato qué causó el retraso, que se había extendido a cinco horas al mediodía, lo que hace temer que se repitan las elecciones de 2017, cuando el recuento de votos se suspendió misteriosamente después de que los ordenadores de la autoridad electoral se colapsaran.
En aquella ocasión, la oposición llevaba una ventaja de 5 puntos pero, cuando se reanudó el recuento, el Partido Nacional ya estaba a la cabeza, ganando finalmente por 50,000 votos o 1.5 puntos.
El ente electoral anunció que la transmisión de resultados será reanudada esta tarde.
Analistas afirman que la tendencia a favor de Castro "no cambiará"
"La tendencia ya está marcada. No cambiará, se mantendrá", dijo el sociólogo Eugenio Sosa. "Habrá que ver qué otras sorpresas hay. La tendencia puede subir o bajar un poco a partir del 20%, lo que indica un mandato muy fuerte a favor de Xiomara y esto hace que el país esté tranquilo porque no hay discusión de resultados cerrados". agregó.
Las oficinas de campaña del Partido Nacional estuvieron desiertas durante la noche y no había ninguna señal de que Asfura se esté preparando para impugnar los resultados.
"Si la elección hubiera sido cerrada, habría muchas dudas de que (el Partido Nacional) entregara el gobierno fácilmente. Creo que hoy no tienen otra opción", dijo Sosa. "No han reconocido el triunfo de Xiomara. Pero probablemente ante la derrota tienen muchas contradicciones entre ellos, entre la candidata y el partido y probablemente tienen ahora mismo una catarsis de qué hacer por todas las consecuencias de perder," añadió.
A pesar de los temores generalizados de fraude, la votación el domingo pareció ordenada y los cambios realizados por la Comision Nacional Electoral (CNE) parecían garantizar una mayor protección, incluyendo un nuevo sistema biométrico para escanear las huellas digitales y tomar fotografías de los votantes.
No obstante, hubo algunas fallas. El CNE confirmó en un comunicado el domingo por la tarde que la página web que permitía a los votantes averiguar dónde debían votar estaba inactiva y una investigación inicial sugirió un ataque a sus servidores.
Autoproclamada como una socialdemócrata en un país de larga tradición conservadora, Castro se ha ganado el apoyo de los hondureños cansados de la pobreza endémica, la violencia de las pandillas, los interminables escándalos de corrupción y la concentración de poder de Hernández. Como resultado, Honduras ha registrado en los últimos años una de las mayores cifras de migración en la frontera sur de Estados Unidos con México.
Castro dirigió una campaña dinámica que obtuvo un fuerte apoyo de los votantes jóvenes, típicamente apáticos. También atrajo a las mujeres al proponer una relajación de las estrictas leyes antiaborto del país. A pesar de sus antecedentes de izquierda, se ganó el apoyo de algunos líderes empresariales y ha prometido formar un gobierno de "reconciliación."
Sin embargo, los críticos la han pintado como una radical peligrosa, citando los supuestos vínculos estrechos de Zelaya con el régimen socialista de línea dura de Nicolás Maduro en Venezuela. A primera hora del lunes, Castro agradeció en Twitter a Maduro por un mensaje de felicitación.
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