null: nullpx
Univision Noticias
América Latina
    Espionaje

    EEUU sabía del uso ilegal del programa de espionaje Pegasus mucho antes de donarlo a Colombia

    Contrario a lo que afirman altos funcionarios de la istración Biden de que Pegasus era un programa libre de polémicas cuando se lo donó a Colombia en 2020, tres años antes el Departamento de Justicia había expuesto los abusos de la tecnología en Panamá durante el juicio de extradición del expresidente Ricardo Martinelli en Miami.
    Publicado 12 Nov 2024 – 06:51 PM EST | Actualizado 12 Nov 2024 – 08:08 PM EST
    Comparte
    Default image alt
    Gustavo Petro, presidente de Colombia. Crédito: Getty Images

    En los últimos días el gobierno de Estados Unidos ha insistido en que el programa de espionaje Pegasus no era “polémico” en 2020 cuando se lo donó secretamente a Colombia.

    Sin embargo, tres años antes el Departamento de Justicia había presentado en la corte federal de Miami una solicitud de extradición del expresidente de Panamá Ricardo Martinelli y otros documentos que detallaban cómo se abusó del programa bajo su gobierno para interceptar ilegalmente las comunicaciones de ciudadanos del istmo y de Estados Unidos.

    Entre las víctimas de la intercepción se encontraba una empleada de la embajada de Estados Unidos en Panamá y un excoronel del ejército, según lo declaró un exfuncionario de los servicios de inteligencia de ese país en un affidavit de respaldo a la extradición de Martinelli.

    La declaración fue revelada por Univision Investiga a mediados de 2017. La operación de interceptación de comunicaciones fue el mayor escándalo político ese año en Panamá.

    Martinelli, quien se había refugiado en la Florida, afrontaba cargos en la justicia de su país por utilizar el sistema para interceptar desde líderes políticos rivales hasta su amante, según la imputación.

    Las acusaciones penales en Panamá no fueron obstáculos para que Pegasus entrara en servicio secretamente en Colombia con el patrocinio de Washington y tras un procedimiento oscuro que fue denunciado por el presidente Gustavo Petro en septiembre pasado.

    Petro aseguró que el programa fue adquirido por 11 millones de dólares durante la presidencia de Iván Duque, su antecesor, para espiarlo a él y a otros opositores. Duque ha guardado silencio sobre el caso.

    Después de dos meses de haber presenciado calladamente la tormenta política que desató la denuncia de Petro, el gobierno de Biden reconoció la semana pasada que había transferido el programa Pegasus a Colombia. La embajada aclaró que Duque no sabía de la entrega.

    Voceros del gobierno de Estados Unidos confirmaron la operación a Univision y a otros medios el viernes luego de que el diario El Tiempo publicó las primeras versiones el jueves.

    De acuerdo con los altos funcionarios de Biden el programa fue utilizado para investigar a narcotraficantes y no hay ninguna indicación de que se usó para rastrear comunicaciones de Petro.

    El caso Pittí

    Aparte de la solicitud de 10 páginas de extradición de Martinelli los fiscales del Departamento de Justicia aportaron al proceso en Miami una explosiva declaración escrita que ilustraba en forma más detallada las incursiones perversas de Pegasus desde la sede del Consejo de Seguridad Nacional de Panamá (CSN).

    Se trata de un affidavit en el que el exanalista de ese organismo Ismael Pittí identificó a varias de las víctimas de las interceptaciones durante la presidencia de Martinelli (2009-2014) y explicó paso a paso cómo fue instalado y desmontado el sistema.

    El affidavit fue revelado por primera vez por Univision Investiga en junio de 2017.

    Pittí declaró que Richard Downie, un condecorado excoronel del ejército de Estados Unidos, fue blanco del mecanismo. Downie explicó en 2017 a Univision Investiga que trabajó como consultor de Washington del candidato presidencial Juan Carlos Navarro.

    De acuerdo con el affidavit de Pittí el sistema se usó también para rastrear las comunicaciones de Ermita Pérez, funcionaria de la embajada de Estados Unidos en Panamá y de Christian Ferry, asesor político estadounidense del expresidente Juan Carlos Varela.

    El programa de escuchas, adquirido con dineros de un fondo social de inversión por 13.4 millones de dólares, se usó para interceptar las comunicaciones de unas 150 personas, según la solicitud de extradición.

    De acuerdo con el mismo documento el sistema PC Surveillance System, llamado Pegasus, fue usado para interceptar llamadas telefónicas, correos electrónicos y mensajes instantáneos; también para extraer información como lista de os, video de computadores, tarjetas de memoria de celulares y seguimiento de rutas de GPS. Con el spyware era posible activar en forma remota los micrófonos y videos de los celulares.

    El proceso

    El affidavit de Pittí ofrece una rara oportunidad de conocer el procedimiento de entrenamiento e instalación del sistema Pegasus operado por analistas que fueron seleccionados por el entonces director del CSN, Ronny Rodríguez. Según Pittí, Rodríguez recibió órdenes directas de Martinelli para conformar el grupo y producir reportes casi diarios de su actividad.

    El exfuncionario relató que el gobierno destinó todo un piso del edificio 150 donde operaba el Consejo Nacional de Seguridad para que fuese la sede de la operación de espionaje. Al lugar solo tenían los analistas con una llave electrónica.

    Las instalaciones fueron equipadas con banda ancha que garantizaba una conexión a internet de alta velocidad. Una vez instalado, un grupo de seis a ocho israelíes y un uruguayo, que se identificó como Martin Berenstein, llegaron al lugar acompañados por Rodríguez para instalar el equipo y empezar las sesiones de entrenamiento, explicó Pittí.

    El equipo consistía en tres computadores de escritorio, dos portables y un servidor que fue conectado a la red de fibra óptica en el segundo piso del edificio. Las portables fueron entregadas en la oficina del presidente, según Pittí.

    Mientras los israelíes configuraban el servidor y el sistema, el uruguayo instruía a Pittí y Rodríguez en el uso del equipo de espionaje, lo cual tomó una semana.

    Durante el entrenamiento se hicieron pruebas con diferentes proveedores de servicios de comunicación por celular y con los propios teléfonos de los analistas. Todo funcionó como se esperaba.

    Los analistas entonces lanzaron lo que llamaban “la infección”, un proceso mediante el cual el programa se tomaba por asalto el celular de sus víctimas con un paquete virtual de invasión. Pegasus en la práctica era un caballo de Troya.

    “El paquete era prácticamente invisible. El único efecto visible era que el celular se encendía, parpadeaba por dos segundos y se apagaba de nuevo”, explico Pittí. “Si la persona no prestaba atención a su teléfono durante esos breves momentos, la instalación pasada completamente inadvertida”, agregó.

    El otro método, según el analista, era enviar un mensaje de texto al para que le diera clic a un enlace, pero este método era menos efectivo porque la persona podía ignorar el mensaje o no caía en la trampa.

    En cualquier modalidad de se requería esperar 24 horas para que se cumpliera la infección. El sistema era usado para recaudar información de personas “sin seguir un procedimiento legal y por razones que no tenían nada que ver con seguridad nacional”, reconoció Pittí.

    Cuando el contenido hallado en las interceptaciones era “sensacionalista” y le gustaba al “jefe” (el presidente) era subido a YouTube desde una computadora de un ciber café, aseguro Pittí.

    Según el exfuncionario, así se procedió con un video de una rival política de Martinelli que fue grabada en una discusión en la que su marido la acusaba de ser infiel.

    El centro de espionaje fue desmontado en mayo de 2014 cuando se acercaba el final del periodo presidencial de Martinelli.

    Los analistas se dedicaron durante varias tardes, después de que se terminaba la jornada laboral, a remover las computadoras y el servidor. Los equipos fueron llevados por Rodríguez a un lugar que Pittí aseguró que desconocía.

    En vista de que la impresora en la que se imprimían los informes de inteligencia ultrasecretos no podía ser sacada del edificio porque era parte del inventario del CSN, un hermano de Pittí la bañó con ácido para destruirla en un sanitario de las oficinas.

    Martinelli fue extraditado a Panamá en junio de 2018. El expresidente, quien alegó en Miami que era víctima de una persecución política y cuestionó la credibilidad de los testimonios citados para respaldar la solicitud de extradición, fue absuelto por un tribunal panameño en noviembre de 2021 después de dos juicios. A principio de 2024 fue condenado por lavado de activos en un caso no relacionado con el de Pegasus.

    Panamá es quizás el país pionero de América Latina en el uso de la tecnología. De acuerdo con el diario La Prensa de ese país, fue utilizada cuatro años antes de que se empleara para vigilar más de 50,000 celulares de políticos, periodistas y activistas de diversos países del mundo.

    Preguntas en el aire

    De acuerdo con los altos funcionarios del gobierno de Biden, Pegasus se dejó de usar en Colombia en 2022 luego de que se conocieron denuncias a nivel mundial de que era utilizado para espiar y violar derechos humanos.

    El año anterior cuando el software estaba operando en Colombia, el Departamento de Comercio abrió una investigación contra la firma fabricante por participar en actividades que contrariaban los intereses de la seguridad nacional y la política internacional de Estados Unidos.

    El tres de noviembre de 2021 la entidad federal puso a la empresa israelí NSO Group Candiru en una lista negra alegando que su programa “apuntó maliciosamente a funcionarios, periodistas, personas de negocios, académicos y trabajador de embajada”.

    No fue posible establecer cuánto tiempo más estuvo operando en Colombia el programa después de la sanción.

    Las explicaciones del gobierno de Estados Unidos a Colombia dejaron en el aire preguntas sobre el intrigante método que se usó para pagar la adquisición del software a la empresa israelí NSO Technologies. Periodistas de Israel y de Colombia y el propio Petro revelaron que dos aviones ejecutivos llevaron el dinero en efectivo desde Bogotá a Israel haciendo escalas en República Dominicana.

    Sin mencionar directamente la confesión tardía de Estados Unidos, Petro afirmó en un discurso que podría tratarse de la violación de la soberanía de Colombia.

    “No es lo mismo ciberdefensa que espionaje y en eso debemos trazar una frontera”, dijo el presidente. “No es lo mismo tener un software para cazar mafiosos que hacerlo sin orden judicial”, agregó.

    Descarga el affidavit de Pittí

    Comparte
    RELACIONADOS:Gustavo Petro