Muere Fujimori, el expresidente peruano que pasó de luchar contra Sendero Luminoso a la cárcel por crímenes de lesa humanidad
Pocas personas en Perú son tan polarizantes como Alberto Fujimori, quien murió este miércoles a los 86 años.
Keiko, hija del expresidente que gobernó el país andino con mano de hierro en la década de los 90, confirmó su fallecimiento “tras una larga batalla contra el cáncer”.
Para millones de personas, el recuerdo de Fujimori será el de un autócrata que acabó en la cárcel por cometer graves violaciones a los derechos humanos y abusar de las instituciones democráticas para conservar su poder.
Sin embargo, también hay peruanos que continúan ensalzando su figura al considerar que salvó al país del terrorismo y el colapso económico durante su gobierno.
De hecho, pese a su delicado estado de salud, Fujimori había mostrado este año su intención de presentarse nuevamente a las elecciones presidenciales de 2026, aunque la Constitución peruana no permite postularse a cargos públicos a sentenciados por delitos dolosos.
El exmandatario fue condenado a 25 años por delitos de lesa humanidad tras dos matanzas de civiles perpetradas por un escuadrón del ejército en el marco de la lucha de su gobierno contra la guerrilla de Sendero Luminoso.
Sin embargo, cumplió poco más de la mitad de su pena y abandonó la cárcel a finales del año pasado, después de que el Tribunal Constitucional restituyera el indulto humanitario que le otorgó en 2017 el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski.
Su liberación fue criticada por instituciones como la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que había pedido al Estado peruano que Fujimori cumpliera íntegra su sentencia.
Tras su muerte, Perú siguió igualmente dividido entre quienes lo consideran parte de una de las páginas más oscuras de la historia del país y quienes se concentraron en la noche del miércoles frente a su vivienda con carteles en los que se leían frases como “Nunca te olvidaremos”.
¿Quién fue Alberto Fujimori, expresidente de Perú?
De origen japonés y popularmente conocido como ‘El Chino’, Fujimori nació en 1938.
Ingeniero agrónomo de profesión y docente universitario, se convirtió en 1990 en el primer hijo de inmigrantes en conquistar la presidencia de Perú siendo un novato en política tras vencer en elecciones contra todo pronóstico al gran favorito, el escritor Mario Vargas Llosa.
Después, sería reelegido otras dos veces en medio de denuncias de fraude.
El 5 de abril de 1992 protagonizó lo que pasó a la historia como el Fujimorazo, un autogolpe de Estado que dio con el apoyo de las Fuerzas Armadas y que lo llevó a asumir todos los poderes y gobernar por decreto, después de cerrar el Congreso e intervenir el Poder Judicial y el Tribunal de Garantías Constitucionales.
Tras la presión de países y entes como la Organización de Estados Americanos, el gobernante convocó a un Congreso Constituyente que promulgó en 1993 una nueva Constitución política, que aún está vigente.
En 1994, se divorció de Susana Higuchi tras un conflicto familiar que incluyó la denuncia de su esposa ante el Congreso de que había sido torturada por los servicios de seguridad.
Esto provocó que su hija mayor, Keiko, se convirtiera en primera dama del país con solo 19 años.
El asesor Vladimiro Montesinos, la sombra de Alberto Fujimori
Los simpatizantes de Fujimori lo iran por haber derrotado durante su gestión a los grupos Sendero Luminoso y MRTA, así como por haber detenido la “hiperinflación” que heredó de su predecesor Alan García (1985-1990), controlar el desempleo y elevar el nivel de vida.
Sin embargo, durante su mandato se cometieron graves violaciones a los derechos humanos y se gestó la mayor red de corrupción de la historia peruana, liderada por su asesor más cercano, Vladimiro Montesinos, quien está preso.
Cuando en el año 2000 se difundió un vídeo en el que se veía a Montesinos entregando dinero a un congresista opositor, Fujimori se vio obligado a anunciar que convocaría a nuevas elecciones, a las que aseguró que no se presentaría.
Dos meses después, escapó del país y presentó su renuncia mediante un fax enviado desde Japón, donde permaneció cinco años. Fue entonces que viajó a Chile para intentar una reaparición política, pero fue detenido y extraditado a Perú en 2007.
Aquel mismo año comenzó el juicio por dos masacres cometidas en 1991 y 1992 por el grupo Colina, un escuadrón de la muerte de militares que acabaron con la vida de 15 y 10 personas, respectivamente. Los fiscales argumentaron que Fujimori no había hecho nada para impedir las masacres, aunque él siempre se declaró inocente.
Sin embargo, en 2009 fue condenado por asesinato, secuestro agravado y lesiones, así como por crímenes contra la humanidad.
De hecho, se le considera el primer expresidente elegido democráticamente que es declarado culpable de violaciones de los derechos humanos en su propio país.
El exgobernante cumplió su condena en una prisión policial de Lima adaptada exclusivamente para él y que, según sus opositores, era una “cárcel dorada” que no se comparaba a las condiciones del resto de la población penitenciaria y donde pudo recibir continuamente a sus familiares y partidarios.
¿Cuáles eran los problemas de salud de Alberto Fujimori?
Durante los últimos años ‘El Chino’ fue operado en seis ocasiones de una dolencia precancerígena en la lengua, conocida como leucoplasia, y también afrontó problemas estomacales, vasculares, de presión arterial y pulmonares.
En 2017, el presidente Kuczynski lo indultó con el argumento de que una junta médica había determinado que padecía una “enfermedad progresiva, degenerativa e incurable” y que las condiciones carcelarias implicaban grave riesgo para su vida.
Investigaciones posteriores señalaron que el indulto fue otorgado como consecuencia de un aparente acuerdo político con el hijo menor del exmandatario, el entonces legislador Kenji Fujimori, para evitar que prosperase la destitución por acusaciones de corrupción contra Kuczynski, quien finalmente renunció al cargo en 2018.
La gracia presidencial fue anulada posteriormente por un juez y Fujimori debió volver a la cárcel, después de que Kuczynski dejará el cargo y Kenji fuera desaforado por el Congreso en medio de un duro enfrentamiento político con su hermana Keiko.
En 2021, fue sometido a un cateterismo en el corazón para aliviar una obstrucción en una arteria y en noviembre volvió a ser internado por complicaciones por una fibrosis pulmonar.
¿Quiénes son los hijos de Fujimori que continúan su legado político?
En el plano legal, la Justicia peruana confirmó en enero de 2020 que Fujimori debía ser juzgado por el “caso Pativilca”, en el que se atribuyó al grupo Colina el asesinato de seis dirigentes comunales de esa localidad del norte de la región Lima.
En diciembre pasado, otro tribunal determinó que el expresidente debía ser juzgado por la denuncia de esterilizaciones forzadas cometidas durante su régimen, por lo que se estaba a la espera de que se concrete un pedido de ampliación de su extradición de Chile.
La polémica en torno a su figura ha llegado a dos de sus cuatro hijos, considerados sus herederos políticos: la tres veces candidata presidencial Keiko, que espera el inicio de un juicio por presunto lavado de activos; y el exlegislador Kenji, condenado a 54 meses de prisión por tráfico de influencias.
Mira también: