La historia de una muerte olvidada: el infante de marina que detonó la invasión a Panamá
(Read this story in English)
Imagenes del teniente Robert Paz y su familia publicadas por el diario El Tiempo en su momento
Durante 30 años, el nombre del infante de marina estadounidense, primer teniente Robert Paz, ha sido apenas una trágica nota al pie de página en la historia de la invasión estadounidense a Panamá en 1989.
Su muerte el 16 de diciembre de 1989 fue uno de los factores desencadenantes citados por el presidente George H Bush para justificar su decisión de ordenar la invasión tres días después con el fin de derrocar al dictador panameño, general Manuel Antonio Noriega.
A pesar de las numerosas referencias a su muerte en los informes de los medios en ese momento, así como en los libros de historia, poco se sabe sobre el joven de 25 años nacido en Colombia, quien recientemente se había unido al Cuerpo de Infantes de Marina y había llegado a Panamá apenas unos meses antes.
Ni el Pentágono ni el Cuerpo de Marines de Estados Unidos pudieron brindarle a Univision Noticias una fotografía del soldado hispano caído, quien fue condecorado póstumamente con el Corazón Púrpura por el breve servicio a su país.
Univision Noticias realizó recientemente una búsqueda de registros públicos para intentar conocer más sobre Paz y las circunstancias de su muerte.
"Perdimos a un marine estadounidense que era un buen hombre, y sin ninguna razón", dijo el teniente coronel Rich Haddad, un marine retirado quien se encontraba con Paz la noche de su muerte. "Pienso en Rob. Lo que sucedió fue trágico y yo estuve involucrado en ello. Es algo de lo que nunca te olvidas", añadió.
Estudiante de Michigan
Paz, nacido en Cali, Colombia, estudio en el Colegio Colombo-Británico antes de mudarse a Estados Unidos y hablaba español con fluidez, según el diario El Tiempo de Bogotá. Había crecido en una granja y se unió a los Marines mientras era estudiante de la Universidad Estatal de Michigan (MSU, por sus siglas en inglés), donde estudió zootecnia.
"Recuerdo que llegó a la graduación vestido de militar", dijo su profesor de la MSU, David Hawkins, en una entrevista para el sitio web Together We Served, cuyo fin es intentar reconectar a los veteranos.
Paz era un estudiante destacado que hacía muchas preguntas en clase, según detalles en el sitio web, compilados por un compañero infante de marina, Hank Salmans, quien cumplió misión en Panamá, pero nunca conoció a Paz.
En su solicitud a la MSU, Paz escribió que su madre estadounidense, Mary Alice Fisher, era una maestra de Dallas y su padre colombiano, Jaime Paz, era un agente de viajes. Fue en Colombia, según dijo Paz, que desarrolló el deseo de hacer una carrera en zootecnia debido al tiempo que pasaba allí en una plantación de café y plátano, donde su familia también se dedicaba a la ganadería.
"Las circunstancias le han dado a Robert cierto renombre que lo habría hecho sentir muy incómodo", escribió su madre, Mary Paz, al presidente de la MSU después de una ceremonia conmemorativa en su honor el 11 de enero, copia de la cual la universidad le entregó a Univision Noticias. "Lo que más le gustaba era alimentar los terneros en las granjas de la MSU o andar metido en el barro con los marines", añadió.
El presidente de la universidad ordenó que las banderas se izaran a media asta el día de la ceremonia.
Panamá
No está claro por qué se unió al ejército, aunque Haddad recordó que su tío, Al Fisher, era un exmarine que se retiró en Chicago.
Paz se graduó de la MSU en 1986 y fue enviado a Paz estudio en el Colegio Colombo-Británico antes de mudarse a Estados Unidos donde se nacionalizo en 1985. Antes de llegar a Panama había estado en la base de Okinawa en el Japón y también fue enviado a Honduras.
Panamá como oficial de inteligencia del cuerpo de marines en septiembre de 1989, donde las tensiones entre Noriega y la istración Bush estaban llegando a un punto crítico.
En ese momento, Estados Unidos todavía tenía una importante presencia militar en Panamá con más de 12,000 soldados estacionados en bases a lo largo de las orillas del Canal de Panamá. A Paz lo enviaron a las operaciones antinarcóticos del Comando Sur de Estados Unidos en la base de la Fuerza Aérea Howard, cerca de la ciudad de Panamá, según Haddad, quien trabajó en la misma oficina coordinando la logística para las operaciones antinarcóticos de la DEA con socios estadounidenses en América Latina.
"Llegamos a conocernos bien. Trabajamos juntos. Bebíamos juntos, hablábamos de cosas de solteros, ese tipo de cosas", dijo Haddad, quien recordó que Paz era un buen atleta. "Recuerdo que yo lo fastidiaba por el equipo de fútbol de Michigan State, que era malísimo en aquel momento", dijo.
16 de diciembre
En la noche del 16 de diciembre, un sábado, Haddad, Paz y otros dos oficiales decidieron salir a cenar. Debido a la situación política, la libertad de movimiento de las tropas estadounidenses fuera de sus bases estaba restringida y los bares, clubes nocturnos o casinos locales en la ciudad de Panamá estaban fuera de los límites. De hecho, el día anterior, Noriega había pronunciado un sonado discurso autoproclamándose jefe de Estado y declarando que ahora existía un estado de guerra entre Panamá y Estados Unidos.
Las autoridades estadounidenses no lo tomaron muy en serio. "La mayoría de los observadores del Comando Sur ... reconocieron lo que era: más teatro político", dijo Lawrence Yates, un historiador militar que se encontraba en Panamá en ese momento.
Así que Haddad y sus amigos decidieron seguir sus planes de ir a cenar al exclusivo Hotel Marriott, para lo cual había que conducir aproximadamente 10 millas por la ciudad hacia un tranquilo vecindario residencial en la bahía. Se subieron todos en el Chevrolet Impala de Haddad, desarmados y vestidos de civil, y salieron de su base en Fort Clayton.
"Yo estaba conduciendo y no estaba prestando atención. Estaba hablando con los otros muchachos", dijo Haddad. Recordó que estaba hablando con Paz sobre deportes. Paz era un apasionado jugador de fútbol y nadador. Haddad jugaba rugby y le había impresionado la aptitud física de Paz cuando corrían juntos. "Era rápido, así que creo que intenté reclutarlo para jugar rugby", dijo Haddad.
En el camino tomaron un giro equivocado y terminaron perdidos en un laberinto de calles estrechas y en un solo sentido cerca del cuartel militar de Noriega, La Comandancia, en el distrito de El Chorillo.
Terminaron detenidos en un puesto de control de soldados panameños. Una multitud ya se había reunido después de que un oficial de la Marina estadounidense y su esposa habían sido detenidos en el mismo lugar.
A los dos coches frente a Haddad en el puesto de control los dejaron pasar antes de que los soldados panameños de la célebre unidad de infantería 'Macho de Monte' se enfocaran en los estadounidenses.
"Estábamos en mi gran Chevy Impala estadounidense con etiquetas azules brillantes de Michigan, así que no era difícil descubrir quiénes éramos", dijo Haddad. Su compañero de cuarto en el asiento del acompañante, el teniente de marina Mike Wilson de California, también resultaba llamativo por su cabello rubio y ojos azules.
"Sacamos nuestras identificaciones militares estadounidenses y ellos básicamente comenzaron a leernos la ley antidisturbios, abrieron mi puerta y uno de ellos me clavó su AK-47 en las costillas", dijo.
Haddad reconoció en la multitud a un miembro de la milicia de matones de Noriega, los Batallones de la Dignidad, con una enorme ametralladora y temió que la situación se deteriorara.
Era una intersección de tres vías, pero todas las rutas de escape estaban bloqueadas, hasta que Haddad dice que vio alejarse un vehículo de la policía, lo cual dejó una vía abierta.
Haddad les preguntó a gritos a sus pasajeros si debían huir o no. "Si nos vamos, tenemos que hacerlo ahora", dijo. "Dijeron: 'Dale', así que pisé el acelerador. Avanzamos probablemente 30 o 40 metros antes de que los soldados del puesto de control comenzaran a dispararnos", dijo.
Intentó desviarse para evitar los disparos, pero varias balas impactaron el coche. Haddad sintió que una le dio en el pie y otra atravesó el maletero y alcanzó a Paz en la espalda.
Al darse cuenta de que Paz estaba gravemente herido, Haddad condujo lo más rápido que pudo hacia la seguridad de la zona estadounidense del canal con la intención de llegar al hospital estadounidense más cercano. Llegaron al Hospital Gorgas en menos de cinco minutos, según él. "Lo sacamos del coche y lo subimos a una camilla", dijo.
Pero ya era demasiado tarde. La bala le había roto la arteria renal. "Se desangró", dijo Haddad.
Recuerda cómo lo interrogaron durante horas en el Centro de Operaciones del Ejército. Al principio, algunos de los oficiales se mostraron escépticos sobre la historia de Haddad, sintiendo que tal vez había actuado imprudentemente. Pero el tono cambió cuando se enteraron de que el oficial de la Marina y su esposa también habían sido detenidos en el mismo puesto de control y habían presenciado el tiroteo.
La pareja fue liberada más tarde, pero solo después de que los golpearan y patearan en repetidas ocasiones, según el propio oficial, y a su esposa la toquetearan, la golpearan contra una pared y la amenazaran con violarla.
Según un comunicado expedido por el Comando de la Guardia Nacional panameña “un vehículo de EE.UU. irrumpió a gran velocidad por calles cercana a la sede de las Fuerzas de defensa e hizo disparos contra el cuartel central.” Pero esta versión fue desmentido por el Comando Sur que dijo que los oficiales involucrados en el incidente iban desarmados.
Causa Justa
Haddad se dio cuenta de inmediato de las consecuencias. El gobierno de Bush había estado advirtiendo durante algún tiempo que no se toleraría ninguna amenaza a las vidas de los estadounidenses en Panamá. Haddad se dio cuenta de que uno de los generales que lo interrogaba hacía llamadas periódicamente desde un teléfono rojo que supuso estaba conectado al Pentágono o la Casa Blanca.
Al día siguiente, el presidente Bush tomó su decisión y aprobó la implementación del plan de invasión, denominado 'Operación Causa Justa'.
Dos días después, en un discurso televisado desde la Casa Blanca cuando se desarrollaba la invasión, Bush dijo que Noriega había amenazado la vida de los estadounidenses en Panamá.
"Las fuerzas bajo su mando le dispararon y mataron a un militar estadounidense desarmado, hirieron a otro, arrestaron y golpearon brutalmente a un tercer militar estadounidense y luego interrogaron brutalmente a su esposa, amenazándola con abusos sexuales. Eso fue suficiente", dijo. "Y es por eso que le ordené a nuestro ejército que proteja las vidas de los ciudadanos estadounidenses en Panamá y que traiga al general Noriega ante la justicia en Estados Unidos.
Al día siguiente, los marines hicieron los arreglos necesarios para que un avión militar estadounidense llevara el cuerpo de Paz a Colombia, donde vivían sus padres. Haddad insistió en escoltar el cuerpo, honrando el código de marine que exige que un oficial de mayor rango acompañe al caído.
"Insistí. Fui el último marine que lo vio con vida, por supuesto que iría", dijo.
La familia esperaba en el Aeropuerto Internacional de El Dorado, en Bogotá, donde Haddad dice que le entregó la bandera estadounidense a la madre de Paz y habló brevemente con el hermano menor de Paz antes de volar de regreso a Panamá a tiempo para la invasión que comenzó 48 horas después.
Según los registros militares, lo enterraron en un cementerio en Villavicencio. Univision Noticias intentó localizar a su familia en Colombia y Dallas, pero sin éxito.
Post mortem
Unas semanas después de la invasión a Panamá, el dictador iraquí, Saddam Hussein invadió Kuwait, y a Haddad lo enviaron nuevamente al extranjero como parte de la 'Operación Tormenta del Desierto'. No le dio mucho tiempo para pensar en la muerte de Paz entre Panamá y Kuwait.
Después de Tormenta del Desierto se unió a las Reservas e hizo una maestría en istración de empresas en el alma mater de Paz, la MSU, antes de retirarse en 2008 después de 24 años de servicio en el Cuerpo de Marines.
A Haddad le molesta que a Paz se le recuerde simplemente como "una nota al pie de página en la historia". También le sorprendió la ironía de que un hombre con el apellido Paz se viera involucrado en un incidente que desencadenó una guerra.
Lidió con la muerte de Paz lo mejor que pudo. "Por supuesto que me afectó", dijo.
"¿Que si aún estoy lidiando con eso? Probablemente no. Lo recuerdo como lo que fue, una baja de combate. La gente muere en los combates. Todo lo que tengo que hacer es poner las noticias y lo verás", añadió, refiriéndose a las más de 2,300 muertes de militares estadounidenses en la guerra de 18 años en Afganistán.
"Cada uno de ellos tiene un amigo como yo lo fui para Rob", dijo.