Globos y banderas azules y blancas: las insólitas pruebas contra los detenidos por "terrorismo" en Nicaragua
MANAGUA, Nicaragua-. El gobierno de Daniel Ortega ha sido “víctima” de un “intento de golpe de Estado” perpetrado por “terroristas”. Esa es la versión oficial que la istración sandinista usa desde el pasado mes de julio, cuando aprobó una ley que criminaliza las masivas protestas en su contra. En ese saco de “terroristas” han entrado desde universitarios, líderes ciudadanos, sacerdotes, adolescentes, ancianos y todo aquel que se manifieste en las calles con una bandera azul y blanco. O en palabras de la vicepresidenta y portavoz del gobierno Rosario Murillo, son una “plaga” terrorista “que nos está quitando el derecho a respirar, a vivir”.
Según la versión oficial, en solo unos meses, Nicaragua pasó de ser el “país más seguro de Centroamérica” a uno plagado de terroristas desde el mes de abril, cuando estallaron las protestas.
En los dos últimos dos meses, el gobierno de Ortega ha arrestado a más de 500 personas bajo el señalamiento de “golpistas-terroristas”. Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), se trata de una “tercera etapa” de la represión que consiste en persecución selectiva. A diario, la Policía Nacional presenta a los detenidos a través de los medios gubernamentales. Al cargo de “terrorismo”, a menudo las autoridades suman usualmente el de crimen organizado, asesinato, tenencia ilegal de armas, entre otros delitos graves cuyas penas oscilan entre los 20 y 30 años de prisión.
En algunos casos, las pruebas presentadas contra los manifestantes consisten en banderas de Nicaragua, camisetas con consignas impresas, afiches, fotografías de los detenidos participando en marchas opositoras, resorteras, y morteros artesanales. En algunos casos, la Policía Nacional “siembra como pruebas armas de fuego a los manifestantes para incriminarlos”, denunció Gonzalo Carrión, director jurídico del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos.
Del medio millar de presos políticos en las cárceles de Nicaragua, alrededor de 200 están siendo procesados en los tribunales. Los juicios son basados en la “Ley contra el lavado de activos, el financiamiento al terrorismo y el financiamiento a la proliferación de armas de destrucción masiva, número 977”, una normativa “ajustable y discrecional” para criminalizar a los manifestantes, según organismos de derechos humanos.
· Presos por inflar globos
Durante las oleadas de detenciones ilegales cometidas por la Policía Nacional y paramilitares, el capítulo más absurdo fue la detención de Daniel Carvajal y Maykell Corea en el municipio de San Marcos, Carazo. El delito que se le atribuye a los jóvenes fue arrojar en las calles globos azules y blancos con mensajes contra el gobierno.
Los “globos vandálicos”, como se les llamó usando una expresión con la que la vicepresidenta definió a los manifestantes, fue una de las nuevas formas de protestar contra el gobierno, y causó furor en las redes sociales. Los globos eran arrojados en las calles durante la madrugada y luego trabajadores del gobierno los reventaban de forma frenética. La Comisión Permanente de Derechos Humanos (DH) documentó que 20 personas fueron detenidas por colocar globos en las calles el fin de semana del 15 y 17 de septiembre.
· Acusado por portar bandera de Nicaragua
Ricardo Baltodano es hermano de la exguerrillera sandinista Mónica Baltodano. El profesor universitario fue capturado el 15 de septiembre por un convoy policial cerca de su vivienda en Managua. Al momento de su detención, los oficiales incautaron como pruebas de sus delitos “terroristas” una bandera, una camiseta y un gorrito azul y blanco que usaba en las marchas opositoras.
“Los policías se pusieron eufóricos cuando encontraron la bandera, la camiseta y el sombrero”, relató Emilia Ruiz, esposa de Baltodano. Tras su detención, los oficiales lo obligaron a posar con todas “las pruebas” incautadas para distribuirlas en los medios de comunicación gubernamentales. A Baltodano lo acusaron de “terrorismo y asesinato”.
Aunque al momento de su detención, el 6 de septiembre, solo le incautaron una bandera, un sombrerito, una agenda con anotaciones y dos libros de derecho, la Policía presentó a Edwin Carcache, líder universitario de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, como un “terrorista” que cometió “robo agravado, portación ilegal de armas, tentativa de homicidio e incendio en prejuicio del Estado de Nicaragua”.
La mayoría de los líderes universitarios han sido acusados de graves delitos y como pruebas han sido presentadas banderas, únicamente testimonios de policías, y fotografías. Según el Cenidh, son pruebas “insostenibles” que son itidas por los jueces para iniciar procesos penales.
· Apresado el sonidista de las marchas
Los oficiales abrieron por la fuerza el portón de la casa de Javier Espinoza, el sonidista de las marchas contra el gobierno. Este hombre es propietario de un viejo camioncito en el que porta los parlantes que amenizan las protestas ciudadanas. Fue detenido el 17 de septiembre sin ninguna explicación de los oficiales, quienes lo trasladaron a las temidas celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocidas como El Chipote.
Espinoza fue liberado luego de tres días de encierro. Los policías le dijeron que su detención era para que “dejen andar jodiendo (molestando) en las calles”.
El sonidista de las marchas tuvo la suerte de ser liberado, y de que su caso no haya sido judicializado. No está claro cuáles son los criterios de las autoridades para procesar por “terrorismo” a quienes protestan.
· El maratonista emboscado
Alex Vanegas se ha convertido en uno de los rostros más visibles de las protestas contra el gobierno de Daniel Ortega. Es un viejo maratonista que corre a diario por todo el país con un mensaje plasmado en su camiseta sudada: “Corro para correr a Daniel Ortega. Maratón por la justicia”.
El hombre de 62 años corre con una mordaza y las manos atadas. Su peculiar modo de protestar le ha valido mucha popularidad. Es por eso que la mañana del 3 de septiembre que fue detenido por la Policía Nacional en la ciudad de Masaya. El video de su captura se hizo viral en las redes sociales. Vanegas fue trasladado a las celdas de El Chipote, donde denunció que sufrió maltratos. Ante el repudio popular, el maratonista fue liberado horas después.
· Doña Coquito y Doña Flor
Miriam del Socorro Matus Alemán es conocida como “doña Coquito”. Es una humilde vendedora de agua que se volvió famosa cuando regaló su producto a manifestantes sedientos durante una marcha. Incluso, el cantautor más importante de Nicaragua, Carlos Mejía Godoy, le compuso una canción. La anciana de 72 años comenzó a participar en las marchas y este domingo 30 de septiembre fue violentamente apresada por antimotines.
Las imágenes de su detención causaron indignación y provocaron su pronta liberación, después de que fue interrogada en El Chipote. Doña “Coquito” fue detenida cuando participaba en un plantón ciudadano. Junto a ella estaba otro de los símbolos de las protestas sociales, “Doña Flor”, una mujer que asiste a las marchas vestida de güipil, un traje típico del folclore nicaragüense.
“Doña Flor” también fue interrogada en El Chipote y la dejaron en libertad. Su delito para ser arrestada es protestar, denunció tras su liberación. La Policía Nacional decretó que protestar en Nicaragua no solo es cometer un acto terrorista, sino que es ilegal.