El papa Francisco llega a Chile y lo reciben con protestas por abusos de sacerdotes pederastas
El papa Francisco llegó este lunes a Santiago para una visita que lo llevará también a Perú, marcada por protestas ante los abusos sexuales en la Iglesia y reclamos de "acciones, no perdones" contra los sacerdotes que los cometieron.
El avión del papa aterrizó hacia las 19:20 hora local en el aeropuerto de la capital chilena, casi una hora antes de lo previsto. Recibido por la presidenta Michelle Bachelet y tres pequeños al pie de la escalerilla, el papa tuvo que retirar su solideo por el fuerte viento.
Francisco se trasladó luego con su comitiva hasta la parroquia San Luis Beltrán, donde rindió homenaje a la figura del "obispo de los pobres" antes de recorrer en "papamóvil" parte de la avenida Bernardo O'Higgins, hasta la Nunciatura, donde pernoctará las tres noches que estará en Chile.
En este primer viaje de un papa a Chile en tres décadas, Francisco, de 81 años, se encontrará con la población más desconfiada con la iglesia Católica de Latinoamérica, según un reciente estudio.
Los abusos sexuales en el seno de la iglesia han contribuido a esta percepción.
Protestas, represión y detenidos
Un grupo de activistas de varios países pidieron este lunes al papa en Santiago que cambie "perdones por acciones" para desterrar la pederastia y lanzaron una organización internacional contra el abuso infantil que pretende acabar con estas prácticas y sentar en los tribunales a los culpables.
"En Chile hay obispos que han encubierto y que deberían estar en la cárcel o deberían estar destituidos y le pedimos al papa concretamente en Chile, acciones, no perdones", lanzó Juan Carlos Cruz, integrante de la Fundación para la Confianza.
Varios grupos protestaron cerca de la embajada Argentina por el gasto que representa el viaje.
Según los organizadores de las protestas, las personas se manifestaron en "contra de la imagen que el Gobierno mostraría al sumo pontífice, que no es la realidad que vive Chile".
Carabineros calificó de "violentos incidentes" los vividos en el centro de Concepción, ciudad situada a 515 kilómetros al sur de Santiago, donde los manifestantes no tenían autorización para marchar.
El portavoz de una veintena de organizaciones que marchó por las calles céntricas de esa ciudad, Claudio Melgarejo, afirmó a la prensa que se congregaron al menos 200 personas que fueron reprimidas por las fuerzas especiales de la policía uniformada.
"Nosotros no estamos en contra de la visita del papa, estamos en contra de la imagen que el Ejecutivo le quiere entregar de que aquí todo está muy bien, eso no es así", recalcó Melgarejo.
Otras manifestaciones contra los abusos sexuales de religiosos y protestas de la comunidad gay también estaban previstas, en medio de una fuertes medidas de seguridad.
El pasado viernes se registraron ataques a cinco iglesias en Santiago y la vecina localidad de Melipilla, por supuestos grupos de anarquistas.
"Papa Francisco, las próximas bombas serán en tu sotana", rezaba un panfleto dejado por los atacantes.
El país más crítico con la iglesia católica
El sumo pontífice llega al país más crítico con la iglesia Católica de América Latina y en pleno cambio social que acaba de aprobar el aborto terapéutico y tramita en el Parlamento el matrimonio homosexual, tras la adopción de la unión civil de parejas del mismo sexo.
"Lo recibe un país que ha cambiado desde la visita de Juan Pablo II. Somos una sociedad más justa, libre y tolerante, pero con desigualdades que requieren del mensaje de esperanza", tuiteó Bachelet.
El papa argentino tiene previsto un encuentro con la presidenta, agnóstica confesa e impulsora de esta transformación social, que entregará el poder el 11 de marzo al conservador Sebastián Piñera.
Las autoridades esperan que cerca de 1,2 millones de personas -buena parte de ellas, argentinas, bolivianas y peruanas para ver al papa, que será resguardado por unos 18,000 policías.