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    El hermano del presidente hondureño enfrenta desde este miércoles un juicio por narcotráfico

    Juan Antonio'Tony' Hernández es acusado de ser un "traficante de drogas violento". El caso ha implicado a su hermano, el actual presidente de Honduras.
    2 Oct 2019 – 11:10 AM EDT
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    Foto de archivo del excongresita hondureño Juan Antonio 'Tony' Hernández acusado de narcotráfico en una corte federal de Nueva York. Crédito: AP

    NUEVA YORK.- El tan esperado juicio al hermano del presidente de Honduras Juan Orlando Hernández comenzó hoy en una corte de Nueva York donde se decidirá no solo el destino del acusado de narcotráfico, sino quizás también el de la nación centroamericana.

    El excongresista Juan Antonio 'Tony' Hernández es acusado de ser un "narcotraficante violento, a gran escala" que supuestamente sobornó a altos funcionarios hondureños para traficar con tranquilidad varias toneladas de cocaína a los grandes mercados.

    Al parecer consiguió acumular gran influencia política tras invertir millones de dólares en campañas electorales de los candidatos del gobernante Partido Nacional, incluyendo las de su hermano, el actual presidente Juan Orlando Hernández, de acuerdo con la acusacion de los fiscales.

    Tony Hernández se declaró inocente de los cargos. El presidente Hernández, quien es un coconspirador no acusado en el caso, también ha negado rotundamente cualquier relación con el dinero ilícito procedente de las drogas.


    Debido a la naturaleza del caso, que involucra a presuntos narcotraficantes violentos, el juez ordenó que los nombres de los 12 del jurado que serán seleccionados este miércoles permanezcan anónimos.

    En su defensa, el presidente Hernández ha señalado sus logros en la lucha antinarcóticos desde que asumió la presidencia en 2014, entre ellos la reducción de la tasa de homicidios de Honduras y la purga de 5,600 policías corruptos.

    "Por mi lucha contra el crimen organizado soy sujeto de atentados y ahora una campaña sucia de desprestigio liderada por narcotraficantes, mareros (pandilleros), policías corruptos, asesinos confesos, empresarios coludidos que financian a estos criminales y hasta políticos", dijo en un discurso ante Naciones Unidas la semana pasada.

    El presidente Donald Trump le estrechó la mano a Hernández en la ONU y lo elogió por hacer un trabajo "fantástico" después de firmar un acuerdo de asilo diseñado para ayudar a Estados Unidos a reducir el flujo de inmigrantes.

    Las revelaciones en el caso de Tony Hernández son las últimas de una serie de bombas que pintan una imagen cada vez más impactante de Honduras como un narcoestado, lo que complica aún más las relaciones con el gobierno de Estados Unidos, que ha llamado al presidente Hernández un aliado en la guerra contra las drogas. También parece proporcionar evidencia de la propia complicidad del gobierno hondureño en el aumento de la violencia que convirtió a ese país en uno de los países más peligrosos del mundo y obligó a cientos de miles de migrantes huir hacia el norte.

    En agosto, los fiscales de Nueva York publicaron un documento que resumió algunas de las pruebas clave recopiladas por los fiscales contra Tony Hernández, a quien acusan de ser responsable de transportar varias toneladas de cocaína y que presuntamente abusó de sus conexiones políticas para obtener beneficios personales y políticos y al menos dos veces "ayudó a organizar asesinatos de rivales del narcotráfico".

    El documento de 44 páginas implicó al presidente Juan Orlando Hernández en la conspiración con su hermano y otros funcionarios de alto nivel, incluido el expresidente Porfirio 'Pepe' Lobo, "para aprovechar el tráfico de drogas para mantener y mejorar su poder político".

    Lobo ha negado las acusaciones en su contra.

    Según la evidencia presentada en agosto por el fiscal federal Geoffrey S. Berman, en 2004 Tony Hernández comenzó a forjar relaciones con narcotraficantes utilizando la influencia de su familia en una región fronteriza con Guatemala, para proporcionarles, a cambio de sobornos, "información sobre las actividades y operaciones de autoridades policiales que los traficantes podrían transportar cocaína a través de Honduras sin incidentes”.


    En los años siguientes, Hernández estableció conexiones con más narcotraficantes, incluidos del cartel hondureño del Valle y colombianos no identificados que tenían a laboratorios de cocaína.

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    En 2009, un año electoral, los fiscales alegan que Hernández ayudó a proporcionar $2 millones en financiamiento para las campañas del Partido Nacional. Después de las elecciones, también presuntamente ayudó a Juan Orlando Hernández a obtener los votos que necesitaba en el Congreso para convertirse en el presidente del organismo, de acuerdo con el documento de los fiscales.

    En los próximos años, Tony Hernández supuestamente trabajo junto a narcotraficantes para transporter varios cientos de libras de cocaína cada mes. La cocaína estampada con "TH" supuestamente representaba sus iniciales.

    Cuando algo, o alguien, se interpuso en su camino, el documento de la corte dice que tomaron cualquier medida necesaria para protegerse y proteger sus operaciones. Según los fiscales, esto incluyó planear el asesinato de un rival con la ayuda de un funcionario de alto rango de la policía nacional y un empleado, quien luego de ser arrestado aparentemente representaba un riesgo porque "sabía demasiado sobre sus operaciones de narcotráfico".

    En 2012, Tony Hernández lanzó su propia campaña para un cargo político, postulándose y finalmente ganando un escaño en el Congreso como diputado suplente. A medida que la campaña se aceleró, el presidente Hernández, que se postulaba para su primer mandato, supuestamente le pidió a un narcotraficante que apoyara su última campaña "sobornando a los políticos locales para que reunieran apoyo para sus votantes". El narcotraficante supuestamente acordó pagar los sobornos a cambio de protección política y otros favores.

    El narcotraficante "posteriormente gastó aproximadamente 1.5 millones de dólares en ganancias de drogas" para apoyar la campaña presidencial de Juan Orlando Hernández, según el documento de la corte.

    David Adams contribuyó a este informe desde Miami

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