EEUU rechaza haber fabricado evidencias contra el exministro de Defensa Salvador Cienfuegos, como asegura México
Estados Unidos rechazó este sábado la acusación de México de que fabricó pruebas en contra del exministro de Defensa mexicano Salvador Cienfuegos, a quien imputó por retiró los cargos en medio de reclamos de las autoridades mexicanas.
La declaración de un vocero del "no se pueden inventar evidencias", horas después de que Cienfuegos fue exonerado por la fiscalía mexicana. Tras estas declaraciones el roce entre ambos países amenaza con escalar y Estados Unidos advirtió que podría dejar de cooperar con México en este tipo de investigaciones.
"El Departamento de Justicia apoya por completo su investigación", dijo un portavoz citado por la agencia AFP. El vocero agregó que podrían dejar de compartir información con México sobre sus investigaciones, luego de que la Cancillería mexicana divulgó públicamente el expediente de unas 700 páginas.
Publicar esa información, "viola el Tratado de Asistencia Legal Mutua entre México y Estados Unidos, y pone en duda si Estados Unidos puede seguir compartiendo información para apoyar las propias investigaciones criminales de México", dijo una portavoz del DOJ a la agencia EFE.
"Estamos profundamente decepcionados por la decisión de México de cerrar su investigación" sobre Cienfuegos, dijo la portavoz e insistió en que un gran jurado federal de Estados Unidos "analizó esos materiales y otras pruebas" y concluyó que "respaldaban los cargos criminales contra Cienfuegos".
En su conferencia mañanera de este viernes, decisión de la Fiscalía mexicana de no iniciar acciones penales en contra del exsecretario y acusó a Estados Unidos de haber fabricado las evidencias.
"Nosotros sostenemos que debe terminarse la impunidad, la corrupción, pero también que no puede haber represalias, venganzas, no se pueden inventar delitos. Lo más importante es la verdad y la justicia. Ayer resuelve la Fiscalía que no procede la acusación que se le fabricó al general Cienfuegos por la agencia estadounidense encargada al combate contra las drogas, por la DEA”, mencionó.
En la misma conferencia, el canciller Marcelo Ebrard dijo que Estados Unidos rompió la alianza que tiene con México al no informar a su gobierno de la detención del general Cienfuegos en octubre pasado en el aeropuerto de Los Ángeles. El general pasó luego casi un mes en una prisión federal acusado de haber recibido sobornos de una célula del cartel de los Beltrán Leyva, hasta que Estados Unidos retiró sorpresivamente los cargos y lo trasladó a su país.
"Se llegó a la conclusión de que el General Salvador Cienfuegos Zepeda nunca tuvo encuentro alguno con los integrantes de la organización delictiva investigada por las autoridades norteamericanas; y tampoco sostuvo comunicación alguna con ellos, ni realizó actos tendientes a proteger o ayudar a dichos individuos", señala el comunicado.
De acuerdo con el documento de la Fiscalía, luego de una investigación, tampoco encontraron pruebas de que Cienfuegos hubiera emitido orden alguna para favorecer a ningún grupo delictivo. Sobre el análisis de su situación patrimonial y obligaciones fiscales, las autoridades mexicanas tampoco encontraron datos de ingresos ilegales, según sus propias declaraciones.
Por este motivo, en la noche del jueves la Fiscalía anunció que exoneraba al general de sus cargos, a lo cual el Departamento de Justicia de EEUU respondió el viernes que el Gobierno estadounidense se "reserva el derecho" de procesar al general Cienfuegos si el Ejecutivo mexicano no lo hace.
Los cargos contra Cienfuegos en EEUU
El Departamento de Justicia alegaba que al menos durante dos años, de diciembre de 2015 a febrero de 2017, Cienfuegos Zepeda recibió sobornos de una célula de la organización de los Beltrán Leyva denominada Cartel H-2. La DEA afirma que el general tenía comunicación directa con el jefe de ese cartel, Juan Francisco Patrón Sánchez, quien fue abatido por la Marina mexicana hace tres años.
La acusación de la Fiscalía federal del Distrito Este de Nueva York indicaba que el general retirado conspiró para traficar cargamentos de heroína, cocaína, metanfetamina y marihuana mientras era titular de la SEDENA. En esa época, el Cartel H-2 dominaba en Nayarit y una parte de Sinaloa, al tiempo que tenía operadores en varias ciudades de Estados Unidos, entre estas Los Ángeles y Las Vegas.
Esta organización criminal asesinaba y torturaba a sus enemigos, mientras agregaba a su nómina a funcionarios públicos de alto rango, como Cienfuegos, según lo que alegó en un momento Estados Unidos. Según los fiscales, esta cooperación le permitió capturar rivales, liberar a del cartel detenidos en operativos y seguir enviando droga a granel hacia Estados Unidos “sin interferencia de las fuerzas del orden mexicanas”.
Sin embargo, un mes después del arresto de Cienfuegos, el Departamento de Justicia (DOJ) de Estados Unidos informó el retiro de los cargos en su contra para que pudiera ser procesado en su país. La polémica decisión se tomó después de que el gobierno mexicano expresó su inconformidad debido a que no se le notificó sobre el avance de esa investigación.
Las pruebas que EEUU entregó a México
Los fiscales señalaron que la insólita decisión de extraditar a Cienfuegos se basó en el temor de afectar la confianza entre ambos países, dos aliados en la lucha contra el narcotráfico.
“Como una cuestión de política exterior y en reconocimiento a la sólida colaboración policial entre México y Estados Unidos, y con el interés de demostrar nuestro frente único contra todas las formas de criminalidad, incluido el narcotráfico por parte de los cárteles mexicanos, el gobierno se propone desestimar los cargos pendientes contra el imputado sin perjuicio, a fin de permitir que la investigación mexicana y el posible procesamiento del imputado procedan en primera instancia”, señaló la moción de la Fiscalía estadounidense.
El Departamento de Justicia informó en ese momento que proporcionó al gobierno de México pruebas relacionadas con el caso Cienfuegos Zepeda. Entre la evidencia que el DOJ le entregó al gobierno mexicano estarían grabaciones de las conversaciones que Cienfuegos Zepeda sostuvo de 2015 a 2017 con los jefes del llamado Cartel H-2.
Los fiscales dijeron tener miles de comunicaciones por teléfonos Blackberry que incriminan a Cienfuegos Zepeda, en una de las cuales “habló sobre su asistencia histórica a otra organización de narcotráfico”.
También discutió por teléfono, según esa dependencia, sobre presentar a los principales líderes del Cartel H-2 con “otros funcionarios corruptos del gobierno mexicano dispuestos a ayudar a cambio de sobornos”.
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