Dos muertos deja asedio de paramilitares del gobierno de Ortega a decenas de estudiantes atrapados en una iglesia en Managua
Estudiantes universitarios que resultaron heridos o murieron dentro de una iglesia en Managua tras ser rodeados por paramilitares armados por el gobierno nicaragüense fueron sacados tras la mediación de la Iglesia Católica.
Así mismo fueron trasladados a la catedral de la ciudad el resto de los sitiados, según informó el periodista de Univision Noticias en Managua, Wilfredo Miranda Aburto.
Con ellos estaban periodistas, sacerdotes, médicos y civiles en el templo de la Divina Misericordia. Al menos dos personas murieron y otras siete resultaron heridas por disparos.
La primera víctima, Gerald Vásquez, murió dentro de la parroquia, confirmó la Arquidiócesis de Managua al diario La Prensa. El otro joven muerto fue confirmado por el secretario general de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (DH), aunque no está identificado. Murió en las trincheras que mantenían los estudiantes en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) para defenderse de los ataques.
Se trata de la más reciente represión del gobierno de Daniel Ortega contra las manifestaciones masivas que experimenta el país desde hace semanas. Pese a que le han pedido la renuncia o la convocatoria de elecciones adelantadas, el mandatario sandinista sigue firme en su negativa de buscar una solución negociada a la crisis, que se desató con el aumento de los impuestos a la seguridad social de adultos mayores.
Según reseña el diario La Prensa, el cardenal Leopoldo José Brenes y el Nuncio Apostólico, que es la máxima autoridad del Vaticano en Nicaragua, llegaron la parroquia Divina Misericordia "a mediar para sacar a los estudiantes y sacerdotes quienes han sido atacados durante toda la noche".
El obispo auxiliar de la Arquidiósesis de Managua, Silvio José Báez, criticó duramente al gobierno en un tuit:
El sacerdote aseveró en otro mensaje en esa red social que el "Gobierno de Nicaragua atraviesa el límite de lo inhumano y de lo inmoral. Represión criminal desde la noche del viernes contra civiles, la mayoría estudiantes, es condenable bajo todo punto de vista. ¡La comunidad internacional no puede ser indiferente!".
Entre los atrapados estaban al menos cuatro periodistas, dos de ellos corresponsales de medios internacionales. Están encerrados en la casa de la parroquia Divina Misericordia de Managua, también asediados por grupos paramilitares y parapoliciales que poco antes asaltaron la UNAN.
En un tuit, Joshua Partlow, corresponsal de The Washington Post, reseñó una herida de bala de un estudiante, lo que describe de alguna forma la situación que se vivió allí dentro.
"'El dolor es insoportable' dice este estudiante de medicina que recibió un disparo en la pierna hoy y permeneció tirado en el piso por horas en la iglesia porque la policía no dejaba entrar a las ambulancias para llevarse a los heridos", dice el tuit del corresponsal del Post.
El grupo se refugió en la parroquia a donde estaban trasladando a estudiantes heridos que llevaban varias semanas encerrados en la sede universitaria para pedir la renuncia del presidente nicaragüense, Daniel Ortega.
Al menos cinco estudiantes que se encontraban atrincherados desde mayo en la UNAN resultaron heridos tras una operación de fuerzas de seguridad y parapoliciales para desalojarlos de ese recinto, informaron sus dirigentes.
El gobierno mantuvo bloqueados todos los s a la zona, sin embargo, desde la madrugada, los pobladores de la zona se movilizaron a un kilómetro de la parroquia Divina Misericordia a aguardar con una vigilia a que los disparos cesaran y poder socorrer a los heridos.
En la ciudad de Masaya, a unos 30 kilómetros de Managua, al menos dos personas murieron este viernes en un enfrentamiento en el que la policía usó armamento pesado contra manifestantes tras un discurso del presidente Daniel Ortega, según informó la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH).