Arrecian las protestas en Honduras y se posterga hasta este sábado el anuncio del ganador de las presidenciales
TEGUCIGALPA, Honduras.- Nadie ha dormido en Tegucigalpa. El sonido de los helicópteros que sobrevolaban la ciudad generó angustia. Las protestas que en el día sitiaron la capital hondureña, tuvieron en vilo a sus habitantes. Los centros de trabajo desde el jueves despacharon temprano a sus empleados, pero en las calles los atascos impedían que llegaran a sus casas. Las barricadas estaban en todos los s y los manifestantes del Partido de la Alianza de Oposición, con sus rostros tapados, intimidaban. Se apoderaron de varias vías e incluso algunos transeúntes tuvieron que someterse a un registro para poder circular y llegar a sus destinos. Sin duda que no fue una noche normal.
Es el caos que se vive en la capital mientras se esperan los resultados de las presidenciales en Honduras, demorados por presuntas inconsistencias en las actas de votación, llevó al gobierno hondureño decretar el estado de excepción durante 10 días y un toque de queda desde las 11:00 pm hora local, para facilitar a las fuerzas policiales la represión de las protestas.
Con el 94% de las mesas escrutadas, el Partido Nacional, que respalda al presidente Juan Orlando Hernández, lleva la delantera con 42,92% de los votos frente al 41,42% del izquierdista Salvador Nasralla, que ha denunciado "fraude".
El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), David Matamoros, dijo que el sábado terminará el conteo manual de las últimas actas para determinar el ganador.
"En vista que no están las dos partes presentes, estamos convocando para mañana (sábado) a las 9:00 de la mañana", dijo.
"Esperemos que mañana podamos avanzar, es muy distinto decir hay una tendencia, sin embargo nuestro compromiso es transparentar el proceso, la paz y la tranquilidad de Honduras", agregó el presidente del TSE.
En las calles los manifestantes saqueaban lo que había a su paso tanto en Tegucigalpa y en Comayagüela, ciudades del Distrito Central. Tiendas de electrodomésticos, centros de conveniencia, comidas rápidas y cajeros automáticos fueron robados. Lo que empezó como una marcha pacífica se tornó en vandalismo.
La policía lanzó durante la jornada del viernes bombas lacrimógenas y en puntos de Comayaguela también disparó. Fueron cinco heridos los que se trasladaron hasta el hospital Escuela, ninguno de gravedad. Entre sus filas también resultaron heridos dos oficiales y un agente de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), todos golpeados por piedras que les lanzaban los manifestantes.
En este contexto, el gobierno decretó este viernes el estado de excepción y prohibió la libre circulación de las personas de las 6 de la tarde a las 6 de la mañana en todo el territorio nacional, con excepciones como trabajadores de emergencias, observadores nacionales e internacionales, periodistas, fuerzas de seguridad y transporte de carga.
El coordinador de los ministros del gobierno, Jorge Ramón Hernández Alcerro, informó que las autoridades instalarán retenes policiales y militares en diferentes puntos del país para hacer cumplir las disposiciones gubernamentales y desalojarán las instalaciones públicas, carreteras y puentes que ocupadas por manifestantes.
Disturbios en el interior
El escenario de saqueos y quemas también se vive en el interior del país.
En Siguatepeque, departamento de Comayagua, en la zona central, los manifestantes incendiaron la alcaldía municipal, que quedó destruida en un 50%. Igual situación se vivió en el municipio de Las Vegas, en el departamento de Santa Bárbara, al occidente del país, cuando los seguidores del partido de la Alianza de Oposición, quemaron un puesto policial. En San Pedro Sula fueron tres de sus peajes los que ardieron y un periódico sufrió daños.
Ese era apenas el recuento negro de un primer día de protestas que transformó el país en una batalla campal cuando el Tribunal Supremo Electoral (TSE) tardó en dar a conocer el conteo de votos y dos candidatos se proclamaron ganadores.
Este viernes el escenario no ha cambiado. La violencia aumenta en las calles. Las protestas siguen tomando ciudades, con San Pedro Sula y Tegucigalpa prácticamente sitiadas y con vandalismo. Los saqueos continúan y la falta de control de las autoridade, ha degenerado en angustia.
La gente acude a las gasolineras para abastecerse de combustible, están en los supermercados buscando víveres. Reina el temor.
Los líderes de los dos partidos han desaparecido, es notoria la ausencia del Presidente y candidato del Partido Nacional, que apenas envió un mensaje de audio a sus correligionarios donde les dijo que "vamos bien" y les pidió evitar la confrontación para que se termine el proceso de escrutinio de actas. "Llamo al pueblo a tener la calma y hacer las cosas bien y esperemos que el Tribunal tenga su resultado", dijo Hernández
Mientras, Salvador Nasralla, de la Alianza de Oposición, manifestó que ha pedido protestas pacíficas, pero acusa a Hernández de infiltrar las marchas para generar violencia.
"Es muy delicado lo que está pasando en este momento y la cosa se puede poner peor. Los que provocan saqueos, destrozos, son personas infiltradas por Juan Orlando Hernández, que está utilizando a sus medios. Está utilizando el hecho de que es el dueño de la ATIC (agencia de investigación criminal), de Fusina (Fuerza Nacional de Seguridad Interinstitucional), del Tribunal Supremo Electoral, para engañar a un pueblo que lo que quiere es que se vaya" dijo el candidato de la oposición.