Esta es la cabina del Boeing 787-8 que costó 218 millones de dólares y fue adquirido por el estado mexicano a finales del 2012. Es uno de los 60 aviones gubernamentales que se venderán, además de 70 helicópteros, según informó en rueda de prensa Carlos Urzúa, el nuevo secretario de Hacienda. Crédito: Efe
El secretario Urzúa hizo un recorrido por el avión con algunos medios de comunicación. "Ni Obama, ni Trump... ni López Obrador", publicó en su cuenta de Twitter, en referencia a las palabras de López Obrador, quien durante la campaña electoral criticaba que ni los presidentes estadounidenses tenían un avión tan lujoso. Crédito: @CarlosUrzuaSH/Twitter
Allí permanecerá durante el proceso de venta, en el que el Gobierno mexicano buscará "maximizar el valor de la aeronave, evitando en todo momento cualquier afectación al patrimonio de la Federación", según informó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de México. Crédito: DANIEL BECERRIL/Reuters
El nuevo presidente mexicano ha cumplido con otras promesas populistas de campaña, entre ellas poner fin a las pensiones de los expresidentes y una reducción salarial para los altos funcionarios del gobierno, lo que ha calificado como importantes ahorros de dinero. Crédito: DANIEL BECERRIL/Reuters