Cómo las mujeres en Irlanda lograron que se someta a referéndum la legalización el aborto
Abortar en Irlanda está prohibido por la Constitución. No está permitido cuando la mujer ha sufrido una violación o es víctima de incesto; ni siquiera en caso de malformación del feto: solo está contemplado cuando la vida de la madre corre un peligro inminente. Pero todo esto podría cambiar con el referéndum que aprobó su consejo de ministros la semana pasada, tras la intensa campaña de protesta en favor del derecho de la mujer a elegir.
"Pedimos a la gente que confíe en las mujeres", dijo Leo Varadkar, el primer ministro de Irlanda, en
la rueda de prensa donde anunció la decisión. Pasó de oponerse al aborto a hacer campaña en favor del cambio, a partir de la presión de los colectivos que piden al procedimiento de forma legal y segura. También se ha referido a la necesidad de mejorar la calidad de los cuidados sanitarios y a la victimización de las mujeres que han sufrido violaciones o cuyos embarazos no tienen posibilidad de llegar a término.
Los votantes decidirán si desean derogar la Octava Enmienda de la Constitución, que se aprobó en 1983 con el apoyo de la Iglesia Católica y que equipara el derecho a la vida del embrión y el feto con el de la madre. "Es única en cuanto a su misoginia, porque pone en conflicto el derecho a la vida de la mujer embarazada y el del feto y anticipa que puede llegar el momento en que alguien tendrá que elegir entre ambos", dijo la senadora Ivana Bacik, citada por la coalición de más de 60 asociaciones por el derecho a decidir Repeal Eight, que exige la abolición de la norma constitucional.
"No hay bases médicas para restringir el al aborto", dijo en una declaración reciente al diario The Irish Times, la doctora Peadar O'Grady, cofundadora de Doctors for Choice. "La única restricción es el consentimiento de la mujer y se debe confiar en las mujeres sobre este tema al igual que se confía en ella con cualquier otro problema médico que las afecte".
Si los votantes decidieran eliminarla, la enmienda sería sustituida por un texto que le otorgaría el poder al Parlamento para legislar sobre el aborto. Antes de que se celebre la votación, el ministro de salud elaborará un boceto de ley que propondrá el al aborto sin restricciones para mujeres con embarazos de hasta 12 semanas, o más tiempo en caso de que concurran circunstancias excepcionales.
¿Qué piensan los ciudadanos irlandeses?
El 56% de los ciudadanos está a favor del derecho al aborto hasta las 12 semanas de gestación, según un sondeo publicado en días recientes por The Irish Times, la primera encuesta a nivel nacional sobre el tema. El 29% de los encuestados se posiciona en contra y el 15% no se decanta.
¿Quiénes impulsan esta petición de referéndum?
Las mujeres que han nacido después de 1983 –cuando se aprobó la Octava Enmienda– o que no tenían edad para votar en aquel año exigen que su opinión también cuente, pues son ellas las que ahora están en edad fértil. Este colectivo emprendió en septiembre una amplia movilización para demandar la abolición. La petición llevaba la etiqueta #repealthe8th (Deroguen la Octava Enmienda).
El primer ministro también ha señalado que hará campaña por la reforma. Varadkar, quien estudió medicina, tiene 38 años y es abiertamente gay, reconoce que miles de mujeres viajan cada año fuera de Irlanda para terminar sus gestaciones, o toman píldoras abortivas (que son ilegales y cuyo uso conlleva penas de hasta 14 años de prisión). Además opina que la ley actual convierte hace que los abortos en el país sean “ peligrosos, no regulados e ilegales. Estos viajes no tendrían que ocurrir, y esto puede cambiar, y está en nuestras manos”.
¿Cuántas irlandesas salen del país para abortar?
Al menos 166.000 irlandesas abortaron fuera de su país entre 1980 y 2015. Según IFPA, la Asociación de Planificación Familiar Irlandesa, unas 5.000 mujeres viajan al extranjero cada año para interrumpir su embarazo. En 2016, 3.265 mujeres dieron direcciones de Irlanda cuando accedieron a las clínicas de Inglaterra, de acuerdo con las autoridades de Reino Unido.
Son casos como el de la pareja irlandesa que tuiteó en directo su viaje a Liverpool para abortar con el muy ilustrativo nombre de Heartbroken & Punished (desconsolados y castigados).
¿Qué ocurre con las mujeres que abortan en Irlanda?
Organizaciones en defensa de los derechos humanos como Amnistía Internacional (AI) denuncian la legislación antiaborto irlandesa, una de las más restrictivas del mundo. "Las mujeres se enfrentan a penas de cárcel [pueden llegar a sentencias de 14 años en el Irlanda del Norte] por un servicio que se presta gratuitamente en la Seguridad Social en Reino Unido", denuncia AI.
Un de Naciones Unidas instó al gobierno irlandés el pasado mes de junio a cambiar su legislación, "incluyendo, si es necesario, su Constitución". Fue por la denuncia de una mujer que se vio obligada a elegir entre continuar su embarazo de un feto que no sobreviviría o viajar al extranjero. Para los expertos de la ONU se trata de un caso de "discriminación y de trato cruel, inhumano y degradante".
La misma ley que criminaliza a las mujeres y al personal sanitario que se atreva a ayudarlas les permite viajar al extranjero para abortar y recibir información sobre cómo hacerlo. Muchas no se pueden permitir ese viaje y arriesgan su vida con métodos pocos seguros. Otras lo tienen que hacer solas, porque es más barato.
¿Quién es Savita Halappanavar?
La campaña para liberalizar el aborto tomó fuerza en 2012, cuando una mujer india llamada Savita Halappanavar murió en un hospital de Galway tras no poder acceder a un aborto. Al año siguiente, se aprobó legislación, para legalizar el aborto cuando la vida de la mujer está en peligro.
¿Qué es el Caso X?
20 años antes del fallecimiento de Halappanavar, una víctima de violación de 14 años fue inicialmente retenida cuando pretendía viajar a Reino Unido para acabar con su gestación. El incidente recibió el nombre de "Caso X" para proteger el derecho al anonimato de la joven. Posteriormente, el Tribunal Supremo anuló la prohibición de viajar.