Vayijel: la banda de metal que canta en tsotsil para enaltecer el orgullo indígena
Por María José Cortés
Cuando los integrantes de Vayijel decidieron formar una banda de metal y rock progresivo en su pueblo natal San Juan Chamula, México, la primera reacción de muchos en su comunidad fue de desconcierto. De inmediato saltó una pregunta: ¿por qué estos jóvenes rebeldes tocan algo completamente ajeno a la música tradicional de la región?
Han pasado 10 años desde entonces y los chicos de Vayijel no sólo han conseguido sobresalir de entre todas las propuestas musicales que han surgido de Chiapas en la última década, sino que también han dejado claro que para ellos no hay algo más importante que su origen tsotsil, sus tradiciones y la cosmovisión de su pueblo. Y es precisamente su lengua, los mitos y leyendas de las que hablan sus canciones, las que se han convertido en herramientas para expresar el orgullo que sienten por su identidad indígena.
Recientemente Vayijel lanzó el EP Espíritu ancestral, un compendio de canciones dedicadas a cinco espíritus diferentes. “Nos interesaba hablar acerca de la conexión entre los seres vivos y de la energía que les da vida”, dijo Óscar López (voz y guitarra) en entrevista para Uforia Music. “‘J-ilol’, por ejemplo, habla de la tradición del curandero, de cómo en ciertos momentos necesitamos ir con un curandero para que cuide nuestro espíritu”.
“‘Ch'ulel’ significa espíritu; la letra de esta canción hace referencia a la necesidad de volver a conectar con el espíritu que ha estado atrapado en algún peligro; ‘Kits'an bak’ es el de la muerte, que va a los lugares a donde fallecen las personas para llevarse su espíritu; ‘Metak'in’ es la madre de la riqueza. En la tradición tsotsil creemos que puedes pedir la riqueza en los cerros y en las cuevas, con la condición de que, al morir, tu espíritu vaya a estar al servicio de los dioses de las cuevas y los cerros”.
Si la música de Vayijel de pronto suena a Tool, Coldplay o a Metallica, no es coincidencia. Después de que algunos de sus familiares se mudaron a otros estados de México y regresaron al pueblo con un montón de discos, los integrantes del grupo se han visto influenciados por el pop y el metal. “Es un tipo de música que nos gusta y que nos llamó la atención desde la primera vez que la escuchamos. Creemos que se trata de música con una energía muy honesta, con mucho sentimiento”, dijo López.
En su pueblo, San Juan Chamula, la población acaba de elegir a su tercer alcalde en lo que va del año –el primero fue asesinado y el segundo renunció luego de argumentar falta de recursos y de ser amenazado de muerte–. La idea de sobresalir y perseguir un sueño en un entorno de conflictos frecuentes implica un verdadero desafío para Vayijel, pero lo último que estos músicos desean es la lástima de quienes los ven desde fuera.
“No ha sido un camino fácil, nos hemos tenido que valer de nuestros propios recursos y del apoyo de nuestros familiares. A pesar de todo, somos músicos muy exigentes y nos enfocamos en la calidad de nuestro sonido”, comentó Óscar López. “Al vivir en un pueblo indígena, nuestra música sigue pareciendo algo exótico, pero nosotros queremos quitarnos ese estigma”.
Entre las satisfacciones que les ha dejado cantar en su lengua está la de crear puentes con muchos de sus paisanos en Estados Unidos, quienes les dejan mensajes en Facebook y en YouTube escritos en tsotsil, en los que describen cómo al escuchar las canciones de Vayijel se trasportan a su pueblo, al menos por unos minutos. “Todo esto nos hace sentir muy contentos porque conseguimos comunicarnos con otros pueblos nativos. Gracias a las redes sociales, nuestras canciones se han programado en estaciones de radio de Estados Unidos, Bolivia o Chile”, dijo el vocalista.
Difundir la tradición tsotsil a través de la música ha sido clave para que los jóvenes de la comunidad se sientan orgullosos de su cultura y se den cuenta de lo que tienen, según contó López: “En más de una ocasión se nos han acercado jóvenes que nos dicen que después de escuchar alguna de nuestras canciones se armaron de valor para lanzar sus propios proyectos y para decir que son indígenas de algún pueblo y que no les da vergüenza”.
Por todas estas razones, resulta inconcebible que las instituciones oficiales que reciben recursos para difundir estos valores fallen en su cometido. Durante años, la Dirección General de Culturas Populares (DG) –perteneciente a la Secretaría de Cultura de México— ha violado los derechos de autor de Vayijel al usar su imagen para conseguir recursos; y ha utilizado sus canciones para publicar discos compilatorios de cuyas ventas Vayijel jamás ha recibido compensación alguna, según dijo López.
“Permitimos que esto pasara durante mucho tiempo, pero ya no estamos dispuestos a dejarnos. Recientemente enviamos un oficio formal manifestando nuestra postura al respecto. Ya no queremos que la Dirección General de Culturas Populares siga consiguiendo recursos al decir que mandan músicos muy importantes a Chiapas para que nos enseñen a tocar, o que han invertido en la producción de nuestros discos para que suenen bien”.
Lo lamentable es que estas instituciones se han empeñado en cerrarles las puertas cada vez que ellos se ha acercado a pedir algún tipo de apoyo. Inclusive, según cuentan los integrantes del grupo, hay funcionarios como Juan Gregorio Regino (director de Desarrollo Intercultural de la DG) que han manifestado su molestia porque Vayijel se atrevió a defender sus derechos.
“Como banda, es hora de expresar todo lo que nos está pasando. Necesitamos decirlo. Durante siete años han usado nuestra imagen. Nosotros hemos conseguido destacar sin ellos y a pesar de ellos”, comentó Óscar López.
Mientras tanto, la música de los descendientes de los antiguos pueblos perdura y resiste con fuerza, tal como lo han hecho durante miles de años. Vayijel es una propuesta valiente y una de las mejores bandas de rock hecho en México del momento.
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